/ viernes 26 de enero de 2024

¿El presidente censurador?

Si algo ha caracterizado al presidente López Obrador en su desastroso paso por la Presidencia de la República es su bajísima tolerancia a la crítica. Su afán por controlar lo que se dice de él y por limitar en la medida de sus posibilidades el ejercicio de la libertad de expresión. La nueva polémica en este sentido es la salida de la periodista Azucena Uresti de Milenio, supuestamente por haber criticado al Presidente.

Azucena Uresti es una presentadora de informativos y periodista mexicana que trabajaba, hasta hace muy poco, en Milenio Televisión. Con un mensaje al aire, la periodista mencionó: “Durante 20 años Milenio ha sido la casa en la que crecí profesionalmente, en la que pude aprender de los mejores periodistas y crear lazos de amistad para toda la vida, los ciclos terminan, dadas las circunstancias actuales, hoy es mi último día en esta empresa y será la última vez que esté frente al noticiario”

Las circunstancias a las que hace alusión en su mensaje, bien pueden ser causadas por la molestia que crean sus notas y comentarios en el Presidente y su círculo cada que ponen en evidencia el actuar corrupto de la administración federal y de los familiares de algunos funcionarios. Aunque cierto es que no queda claro exactamente a qué se refiere, de ahí la ola de especulaciones.

De que Azucena Uresti es valiente, ni quién lo dude. Precisamente por su afán de dar la noticia, independientemente de la molestia que cause o a quién perjudique, la periodista fue amenazada de muerte en agosto de 2021 a través de un vídeo enviado por Nemesio Oseguera Cervantes, líder de un cártel mexicano de la droga. A pesar de eso continuó con su labor periodística y, también hay que decirlo, recibió protección del gobierno federal.

El caso es que su salida ha vuelto a poner en tela de juicio la libertad de expresión en nuestro país y la posibilidad que todas y todos tenemos para ejercerla. En Palacio Nacional no caen bien las críticas, mucho menos los reportajes que ponen al descubierto la red de complicidades que involucran al Presidente, a sus hijos y los demás funcionarios corruptos que dirigen nuestro país.

Por supuesto López Obrador no se quedó callado y, desde Durango, señaló que: “Una periodista que sale de un programa de televisión dice ‘debido a las circunstancias tengo que dejar este programa’ y da la idea o da a entender que fue víctima de una censura y no, nosotros respetamos el derecho de manifestación libre de las ideas, nosotros no somos iguales a los autoritarios que gobernaban antes”.

Ese fue su dicho. La especulación está en el aire. Si Azucena Uresti salió o no por una orden presidencial, a su tiempo se sabrá. En cambio, lo que no deja lugar a dudas es que tenemos un Presidente autoritario, intolerante a la crítica, que acalla las voces que lo contradicen y, por supuesto, con todo lo anterior, genera en torno a él este halo de ser un hombre que, si por él fuera, sería un completo censurador.

Lic. Francisco ¨Paco¨ Navarro.


Si algo ha caracterizado al presidente López Obrador en su desastroso paso por la Presidencia de la República es su bajísima tolerancia a la crítica. Su afán por controlar lo que se dice de él y por limitar en la medida de sus posibilidades el ejercicio de la libertad de expresión. La nueva polémica en este sentido es la salida de la periodista Azucena Uresti de Milenio, supuestamente por haber criticado al Presidente.

Azucena Uresti es una presentadora de informativos y periodista mexicana que trabajaba, hasta hace muy poco, en Milenio Televisión. Con un mensaje al aire, la periodista mencionó: “Durante 20 años Milenio ha sido la casa en la que crecí profesionalmente, en la que pude aprender de los mejores periodistas y crear lazos de amistad para toda la vida, los ciclos terminan, dadas las circunstancias actuales, hoy es mi último día en esta empresa y será la última vez que esté frente al noticiario”

Las circunstancias a las que hace alusión en su mensaje, bien pueden ser causadas por la molestia que crean sus notas y comentarios en el Presidente y su círculo cada que ponen en evidencia el actuar corrupto de la administración federal y de los familiares de algunos funcionarios. Aunque cierto es que no queda claro exactamente a qué se refiere, de ahí la ola de especulaciones.

De que Azucena Uresti es valiente, ni quién lo dude. Precisamente por su afán de dar la noticia, independientemente de la molestia que cause o a quién perjudique, la periodista fue amenazada de muerte en agosto de 2021 a través de un vídeo enviado por Nemesio Oseguera Cervantes, líder de un cártel mexicano de la droga. A pesar de eso continuó con su labor periodística y, también hay que decirlo, recibió protección del gobierno federal.

El caso es que su salida ha vuelto a poner en tela de juicio la libertad de expresión en nuestro país y la posibilidad que todas y todos tenemos para ejercerla. En Palacio Nacional no caen bien las críticas, mucho menos los reportajes que ponen al descubierto la red de complicidades que involucran al Presidente, a sus hijos y los demás funcionarios corruptos que dirigen nuestro país.

Por supuesto López Obrador no se quedó callado y, desde Durango, señaló que: “Una periodista que sale de un programa de televisión dice ‘debido a las circunstancias tengo que dejar este programa’ y da la idea o da a entender que fue víctima de una censura y no, nosotros respetamos el derecho de manifestación libre de las ideas, nosotros no somos iguales a los autoritarios que gobernaban antes”.

Ese fue su dicho. La especulación está en el aire. Si Azucena Uresti salió o no por una orden presidencial, a su tiempo se sabrá. En cambio, lo que no deja lugar a dudas es que tenemos un Presidente autoritario, intolerante a la crítica, que acalla las voces que lo contradicen y, por supuesto, con todo lo anterior, genera en torno a él este halo de ser un hombre que, si por él fuera, sería un completo censurador.

Lic. Francisco ¨Paco¨ Navarro.


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