/ lunes 6 de junio de 2022

Elecciones 2022

Por: Alejandro Domínguez

Ayer se llevaron a cabo elecciones en seis entidades federativas; los resultados, al momento de esta lectura, serán conocidos por todos; sin embargo, vale la pena reflexionar sobre la forma en la cual se desarrollaron estas elecciones.

En el pasado quedaron las expresiones de quienes siendo oposición, hoy gobierno, realizaban sobre la intervención y desvío de recursos, hoy estas prácticas son permitidas, promovidas y ejecutadas por ellos mismos. Morena realiza lo que dicen que hacía el PRI, incluso aquello que piensan que hacía, es decir, van más allá de lo que supuestamente se realizaba.

El uso de programas, funcionarios y las giras de secretarios de estado a las entidades donde se desarrollaron las elecciones son una muestra del doble discurso de quienes hoy siendo Gobierno realizan estas acciones.

Pero más grave aún resulta la institucionalización de la intervención del crimen organizado en las elecciones, el pacto de Morena con los grupos delincuenciales es real, no es un ilusión de la oposición, es una realidad objetiva que se percibe, se siente y se ve reflejada en el actuar omiso, simple y relajado del Gobierno frente a este tipo de grupos.

La persecución a la oposición es un tema que debe preocuparnos a todos, no sólo se trató de los líderes de partidos políticos, también vemos cómo persigue comunicadores, cómo persigue a los organismos públicos autónomos como el INE y el INAI, así como el uso político que se hace de la Unidad de Inteligencia Financiera en contra de quienes piensan distinto y se atreven a señalar las omisiones de su gobierno.

El descaro es propio de los años setenta, no de la época moderna; algunos dirán que es un gobierno fallido, pero que su aceptación no disminuye; sin embargo, me parece que la aceptación es de la persona, no del ejercicio de su gobierno.

La realidad del país se traduce en el deterioro de la economía; una inflación del 8%; 9 de cada 10 hospitales se encuentran sin medicamento; 134 millones de medicamentos se dejaron caducar en hospitales; más de 120 mil homicidios en lo que va del año; el 96% de los feminicidios en México han quedado impunes; el secuestro ha crecido en más de 4,500 casos; la gasolina dijeron costaría 10 pesos el litro y hoy ha subido un 50%; en fin, datos objetivos que reflejan la realidad, Morena es una desgracia para México.

Sin embargo, las alianzas que ha desarrollado con grupos fácticos le dan un posicionamiento, por convencimiento o por temor; la sociedad en conjunto debemos reflexionar, porque de seguir así estaremos en presencia de un gobierno autoritario entregado a los poderes no institucionales y no al servicio del pueblo.

Muchas interpretaciones vendrán estos días sobre el proceso electoral, unas de triunfalismo, otras de culpa y unas más analizando detalladamente lo sucedido; cada elección es distinta, cada proceso refleja realidades del momento, hoy la realidad fue el intervencionismo excesivo, el discurso doble y la persecución a la oposición.


Por: Alejandro Domínguez

Ayer se llevaron a cabo elecciones en seis entidades federativas; los resultados, al momento de esta lectura, serán conocidos por todos; sin embargo, vale la pena reflexionar sobre la forma en la cual se desarrollaron estas elecciones.

En el pasado quedaron las expresiones de quienes siendo oposición, hoy gobierno, realizaban sobre la intervención y desvío de recursos, hoy estas prácticas son permitidas, promovidas y ejecutadas por ellos mismos. Morena realiza lo que dicen que hacía el PRI, incluso aquello que piensan que hacía, es decir, van más allá de lo que supuestamente se realizaba.

El uso de programas, funcionarios y las giras de secretarios de estado a las entidades donde se desarrollaron las elecciones son una muestra del doble discurso de quienes hoy siendo Gobierno realizan estas acciones.

Pero más grave aún resulta la institucionalización de la intervención del crimen organizado en las elecciones, el pacto de Morena con los grupos delincuenciales es real, no es un ilusión de la oposición, es una realidad objetiva que se percibe, se siente y se ve reflejada en el actuar omiso, simple y relajado del Gobierno frente a este tipo de grupos.

La persecución a la oposición es un tema que debe preocuparnos a todos, no sólo se trató de los líderes de partidos políticos, también vemos cómo persigue comunicadores, cómo persigue a los organismos públicos autónomos como el INE y el INAI, así como el uso político que se hace de la Unidad de Inteligencia Financiera en contra de quienes piensan distinto y se atreven a señalar las omisiones de su gobierno.

El descaro es propio de los años setenta, no de la época moderna; algunos dirán que es un gobierno fallido, pero que su aceptación no disminuye; sin embargo, me parece que la aceptación es de la persona, no del ejercicio de su gobierno.

La realidad del país se traduce en el deterioro de la economía; una inflación del 8%; 9 de cada 10 hospitales se encuentran sin medicamento; 134 millones de medicamentos se dejaron caducar en hospitales; más de 120 mil homicidios en lo que va del año; el 96% de los feminicidios en México han quedado impunes; el secuestro ha crecido en más de 4,500 casos; la gasolina dijeron costaría 10 pesos el litro y hoy ha subido un 50%; en fin, datos objetivos que reflejan la realidad, Morena es una desgracia para México.

Sin embargo, las alianzas que ha desarrollado con grupos fácticos le dan un posicionamiento, por convencimiento o por temor; la sociedad en conjunto debemos reflexionar, porque de seguir así estaremos en presencia de un gobierno autoritario entregado a los poderes no institucionales y no al servicio del pueblo.

Muchas interpretaciones vendrán estos días sobre el proceso electoral, unas de triunfalismo, otras de culpa y unas más analizando detalladamente lo sucedido; cada elección es distinta, cada proceso refleja realidades del momento, hoy la realidad fue el intervencionismo excesivo, el discurso doble y la persecución a la oposición.