La dinámica política nacional será más intensa este semestre del año; por una parte el Gobierno de la República mantendrá su política de permanente injerencia en el proceso electoral, su activismo estará mucho más activo, sin pudor, sin observar las disposiciones legales, utilizando la mañanera y generando cortinas de humo legislativas para desviar el debate nacional. Por otra parte, quienes encabezan las distintas candidaturas harán lo propio para posicionar su nombre, imagen, propuesta y generar confianza en la sociedad.
Pero la pregunta es ¿dónde estamos parados como país? Y la respuesta se puede ver en las expresiones sociales, un país con una división que se promueve desde el poder, un país con un amplio crecimiento de la delincuencia organizada, un país con mas homicidios dolosos en la historia, un país donde el dólar baja, pero la canasta básica aumenta y aumenta de manera constante, un país con una deficiente atención médica, con escasez de medicamentos, un país con deficiencias en el sistema educativo; un país que no esta aprovechando las ventajas del nearshoring; un país donde la corrupción no disminuyó como se ofreció y creció con el ejemplo de los hijos del Presidente.
Este país es en el que estamos parados, con algunas cosas más que el descuido institucional ha generado; agregaría que inmersos en un proceso electoral con los riesgos de atentar contra la democracia en la afectación a los órganos electorales, la tentación de centralizar las decisiones de las elecciones locales y el uso desmedido del presupuesto federal.
En 1999 Hugo Chávez ganó en Venezuela, los partidos de oposición y la sociedad organizada minimizaron el hecho, el cambio de régimen en ese país ha deteriorado su economía, su crecimiento y tiene un autoritarismo brutal desde entonces; en nuestro país los partidos políticos lograron un acuerdo nacional al construir una Coalición con plataforma política, con experiencia política y privilegiado el interés superior que es México.
¿Que sigue? Generar la conciencia colectiva de un cambio con estabilidad, de un cambio con rumbo cierto y de la necesidad de participación de la sociedad más activa. Fuerza y Corazón por México es la opción en lo nacional y Juntos por el bien de Chihuahua en lo local; podemos estar o no de acuerdo con algún partido político o actor político; ni la sociedad, ni la militancia de los partidos podemos pretextar eso; debemos cerrar filas por el bienestar del país, no podemos quedarnos igual.
Este es el principal reto, la principal tarea; en Chihuahua estamos avanzando de manera armónica en eso, con voluntad, con animo, comprometidos en hacer de nuestra patria chica un ejemplo de trabajo coordinado. Integrate a esta Coalición por el Bien de Chihuahua, todos somos necesarios, todos contamos y todos tenemos un valor para construir un mejor mañana para Chihuahua.
