/ viernes 10 de septiembre de 2021

Eliminatorias

Por: Mario Ramírez

CONCACAF: Caribe, Centro y Norte de América, ese lugar lleno de colores y sabores, con playas hermosas y gobiernos cuestionables, sin video arbitraje pero con jugadores violentos y con árbitros incompetentes, juegos peleados y manchados, más juego físico que técnico, más polémica que justicia, más pelotazo que futbol.

Comenzaron las eliminatorias mundialistas rumbo a Qatar 2022 y como cada 4 años, la Concacaf nos brindará un show de qué hablar donde la belleza no será precisamente lo que más resalte. Es verdad que no es culpa de México el juego accidentado de la zona, los aztecas somos quienes generalmente proponemos una idea de juego con la intención de realmente jugar futbol, sin embargo es difícil concretar dicha idea entre patadas, golpes y mañas. México tiende a desesperarse y nos da como resultado una victoria fea y gris que al final de cuentas paga los mismos puntos.

Se venden muchos discursos allá afuera: Por un lado los incultos que dicen que se debe golear en cada partido y que le restan valor a las victorias apretadas, los cuales dejan muy claro que ni siquiera saben lo que significan las siglas de Concacaf. Y por otro, los autocomplacientes que dicen que El Salvador y Jamaica son rivales complicados y que siempre serán un obstáculo difícil de superar.

Así que, ubiquémonos en un término medio, un término realista. México no debe golear en cada partido pero sí debe de avanzar caminando sin problema, quizá tres o cuatro tropezones serían el límite en el total de los 14 partidos. Avanzar como primer lugar es más obligación que reto. Desempeñar un futbol vistoso es difícil en esta confederación por distintos factores externos, desde su pésimo nivel de arbitraje, hasta la maña “mala leche” cultural en los países centroamericanos, lo cual aun así no debe justificar aquellas ocasiones donde la selección nacional simplemente juega mal por incapacidad colectiva e individual.

Por lo pronto el inicio es positivo, siete de nueve puntos conseguidos en la primera fecha FIFA, victorias reñidas pero justas ante Jamaica y Costa Rica y un empate como visitante ante Panamá nos han dado como resultado el liderato en solitario de nuestra confederación.

Canadá, Honduras y El Salvador serán los rivales del próximo mes y en noviembre se cierra la primera vuelta con el Clásico de Concacaf ante las barras y las estrellas. La exigencia para México siempre es la misma en las eliminatorias mundialistas y no tengamos duda de que en este proceso se cumplirá, al final de este torneo estaremos donde pertenecemos a nivel confederación… hasta arriba.


Por: Mario Ramírez

CONCACAF: Caribe, Centro y Norte de América, ese lugar lleno de colores y sabores, con playas hermosas y gobiernos cuestionables, sin video arbitraje pero con jugadores violentos y con árbitros incompetentes, juegos peleados y manchados, más juego físico que técnico, más polémica que justicia, más pelotazo que futbol.

Comenzaron las eliminatorias mundialistas rumbo a Qatar 2022 y como cada 4 años, la Concacaf nos brindará un show de qué hablar donde la belleza no será precisamente lo que más resalte. Es verdad que no es culpa de México el juego accidentado de la zona, los aztecas somos quienes generalmente proponemos una idea de juego con la intención de realmente jugar futbol, sin embargo es difícil concretar dicha idea entre patadas, golpes y mañas. México tiende a desesperarse y nos da como resultado una victoria fea y gris que al final de cuentas paga los mismos puntos.

Se venden muchos discursos allá afuera: Por un lado los incultos que dicen que se debe golear en cada partido y que le restan valor a las victorias apretadas, los cuales dejan muy claro que ni siquiera saben lo que significan las siglas de Concacaf. Y por otro, los autocomplacientes que dicen que El Salvador y Jamaica son rivales complicados y que siempre serán un obstáculo difícil de superar.

Así que, ubiquémonos en un término medio, un término realista. México no debe golear en cada partido pero sí debe de avanzar caminando sin problema, quizá tres o cuatro tropezones serían el límite en el total de los 14 partidos. Avanzar como primer lugar es más obligación que reto. Desempeñar un futbol vistoso es difícil en esta confederación por distintos factores externos, desde su pésimo nivel de arbitraje, hasta la maña “mala leche” cultural en los países centroamericanos, lo cual aun así no debe justificar aquellas ocasiones donde la selección nacional simplemente juega mal por incapacidad colectiva e individual.

Por lo pronto el inicio es positivo, siete de nueve puntos conseguidos en la primera fecha FIFA, victorias reñidas pero justas ante Jamaica y Costa Rica y un empate como visitante ante Panamá nos han dado como resultado el liderato en solitario de nuestra confederación.

Canadá, Honduras y El Salvador serán los rivales del próximo mes y en noviembre se cierra la primera vuelta con el Clásico de Concacaf ante las barras y las estrellas. La exigencia para México siempre es la misma en las eliminatorias mundialistas y no tengamos duda de que en este proceso se cumplirá, al final de este torneo estaremos donde pertenecemos a nivel confederación… hasta arriba.