/ martes 12 de septiembre de 2023

¿Hay más o menos pobres?

El presidente en su informe, aseveró que: “En el país el porcentaje de población en situación de pobreza bajó a 36.3% en 2022 frente a la proporción de 43.9% de 2020. El presidente aseveró que esto muestra que se redujo la pobreza como no se lograba desde 1984”.

El se basó en un dato del CONEVAL que reveló que el ingreso de los hogares mexicanos subió un 11% de 2020 a 2022. Sin embargo, de acuerdo al mismo Coneval, aunque en 2022 disminuyó la pobreza, por el contrario, subieron las carencias sociales.

En 2018, cerca del 16.2% de la población carecía de servicios de salud, para 2022 la cifra se elevó hasta 39.1% de los mexicanos, es decir, actualmente 50.4 millones de personas no tienen acceso a la salud. Las filas de rezago educativo, pasaron de 23.5 millones de personas en 2018 a 25.1 millones en 2022, 1.6 millones de personas más.

El aumento al salario no es tan importante, si contamos la inflación, la canasta básica aumentó alrededor de un 35% en promedio (sólo en el último año). En otras palabras, unos 8 millones de mexicanos tienen más dinero en la cartera, pero 35 millones se quedaron sin servicios de salud.

En la lógica económica, se puede derrotar la pobreza con derechos sociales, aunque no haya una mejora en los ingresos. El problema es que el presidente y su equipo no hacen caso a los hechos objetivos sino a sus prejuicios ideológicos e intereses políticos.

Imaginemos una comunidad de 200 familias y el ingreso promedio es de 2 mil pesos al mes por familia, y no tienen acceso a servicios de salud ni educativos. O sea, no son pobres, sino lo que le sigue. ¿Qué es mejor? ¿Que el gobierno se encargue de que los ingresos suban a 4 mil pesos (100% de incremento) aunque no haya servicios de salud o educativos, o que construya una clínica, una primaria y una secundaria, como mínimo? ¿Qué es más efectivo para reducir la pobreza? Aun con ese incremento del 100% en dinero, el ingreso sigue siendo insuficiente para costear servicios médicos y pagar la escuela de los niños.

Los derechos sociales (salud, educación, canasta básica, etc.) NO TIENEN QUE SER GRATIS. Tienen que ser accesibles, ya sea porque en condiciones de pobreza extrema el gobierno los pone a tu alcance, o porque tienes un buen trabajo y tú te los puedes pagar.

Imaginen que no tienen un solo centavo, pero vivieran en una ciudad en donde te regalan comida, ropa, escuela, medicinas, etc. No tienes dinero, pero no eres pobre. Ahora imaginen que viven en un lugar donde ganan mil USD al mes, pero no hay comida, servicios de salud, escuelas, etc. No eres pobre, sino miserable. O lo que le sigue. Conclusión simple: que el aumento al ingreso ES INSUFICIENTE.

El dinero NUNCA es la solución. Es una herramienta. Muy buena, sin duda, pero nada más.

Todo se reduce a una cosa: el fetichismo de la riqueza, tara cultural propia del marxismo, lo que hace que tengan un concepto totalmente equivocado de lo que es el dinero, y para qué sirve.

En México HAY MÁS POBRES, no menos.

El gobierno de López ES UN FRACASO.


Maestro en Finanzas. Economista


El presidente en su informe, aseveró que: “En el país el porcentaje de población en situación de pobreza bajó a 36.3% en 2022 frente a la proporción de 43.9% de 2020. El presidente aseveró que esto muestra que se redujo la pobreza como no se lograba desde 1984”.

El se basó en un dato del CONEVAL que reveló que el ingreso de los hogares mexicanos subió un 11% de 2020 a 2022. Sin embargo, de acuerdo al mismo Coneval, aunque en 2022 disminuyó la pobreza, por el contrario, subieron las carencias sociales.

En 2018, cerca del 16.2% de la población carecía de servicios de salud, para 2022 la cifra se elevó hasta 39.1% de los mexicanos, es decir, actualmente 50.4 millones de personas no tienen acceso a la salud. Las filas de rezago educativo, pasaron de 23.5 millones de personas en 2018 a 25.1 millones en 2022, 1.6 millones de personas más.

El aumento al salario no es tan importante, si contamos la inflación, la canasta básica aumentó alrededor de un 35% en promedio (sólo en el último año). En otras palabras, unos 8 millones de mexicanos tienen más dinero en la cartera, pero 35 millones se quedaron sin servicios de salud.

En la lógica económica, se puede derrotar la pobreza con derechos sociales, aunque no haya una mejora en los ingresos. El problema es que el presidente y su equipo no hacen caso a los hechos objetivos sino a sus prejuicios ideológicos e intereses políticos.

Imaginemos una comunidad de 200 familias y el ingreso promedio es de 2 mil pesos al mes por familia, y no tienen acceso a servicios de salud ni educativos. O sea, no son pobres, sino lo que le sigue. ¿Qué es mejor? ¿Que el gobierno se encargue de que los ingresos suban a 4 mil pesos (100% de incremento) aunque no haya servicios de salud o educativos, o que construya una clínica, una primaria y una secundaria, como mínimo? ¿Qué es más efectivo para reducir la pobreza? Aun con ese incremento del 100% en dinero, el ingreso sigue siendo insuficiente para costear servicios médicos y pagar la escuela de los niños.

Los derechos sociales (salud, educación, canasta básica, etc.) NO TIENEN QUE SER GRATIS. Tienen que ser accesibles, ya sea porque en condiciones de pobreza extrema el gobierno los pone a tu alcance, o porque tienes un buen trabajo y tú te los puedes pagar.

Imaginen que no tienen un solo centavo, pero vivieran en una ciudad en donde te regalan comida, ropa, escuela, medicinas, etc. No tienes dinero, pero no eres pobre. Ahora imaginen que viven en un lugar donde ganan mil USD al mes, pero no hay comida, servicios de salud, escuelas, etc. No eres pobre, sino miserable. O lo que le sigue. Conclusión simple: que el aumento al ingreso ES INSUFICIENTE.

El dinero NUNCA es la solución. Es una herramienta. Muy buena, sin duda, pero nada más.

Todo se reduce a una cosa: el fetichismo de la riqueza, tara cultural propia del marxismo, lo que hace que tengan un concepto totalmente equivocado de lo que es el dinero, y para qué sirve.

En México HAY MÁS POBRES, no menos.

El gobierno de López ES UN FRACASO.


Maestro en Finanzas. Economista