/ domingo 10 de enero de 2021

La nueva normalidad en democracia

El método de selección de candidatos definido en los estatutos de Morena no tiene otro fin más que evitar “el influyentismo, el amiguismo y el sectarismo” en las propias nominaciones. Fue diseñado así a propuesta de su fundador y ahora presidente nuestro, Andrés Manuel López Obrador. Y estoy convencido de que es el sistema de selección adecuado, siempre y cuando no haya intervención de alguno de sus operadores.

Ya en el pasado en nuestro país se han probado diversos mecanismos a la hora de elegir a quienes ocuparían los cargos públicos, hubo prácticas monárquicas y absolutistas que dieron paso a la Independencia; más tarde se generaron otras de corte dictatorial durante el porfiriato que dieron paso a la Revolución; y luego llegó la Tercera Transformación que promovió el apóstol de la democracia, al igual que el Benemérito, infundió la esencia de la libertad en la manera de hacer gobierno, pero aún el método de selección seguía siendo un producto inacabado.

En los ciento diez años posteriores a aquella experiencia libertadora cuando don Francisco I. Madero se alzó con el triunfo electoral que varios medios calificaron “por unanimidad”, seguimos teniendo altibajos, predominan los periodos oscuros con tufo de dominio absoluto. Sin embargo, a la llegada de López Obrador a la silla del águila se pudieron respirar de nuevo aires de libertad y de justicia, rompiendo como en antaño con el poder amafiado que parecía invencible.

Y se presenta de nuevo el gran dilema de las elecciones. Al interior del partido que permitió la llegada de la Cuarta Transformación se experimenta un nuevo método, pero también como un producto inacabado, y no puede ser perfecto como todos los intentos anteriores porque es operado por hombres imperfectos, que en algunos cabrá el compromiso y la prudencia pero en otros podrá más la ambición y el deseo de control, el mal ancestral que se hace presente en cada una de las etapas de toda nuestra historia, como también ocurre en todo el orbe, es parte de la naturaleza humana.

De ninguna manera lo justifico ni consiento, antes bien lo señalo y refuto, pero doy gracias a quienes se sacrificaron por nuestras libertades, por las herramientas que nos permiten hoy impugnar los mencionados errores humanos, las ambiciones personales, que en nuestro caso, el de la candidatura por la gubernatura no obedece a la debilidad de los más, sino de unos cuantos.

Estamos seguros de que se hará valer la máxima de la Cuarta Transformación de no mentir, y pronto tendremos una reposición del proceso de selección de candidatos para el caso de Chihuahua, donde con la ayuda de Dios y del pueblo habremos de obtener la nominación.

Mantengo mi compromiso firme con el presidente López Obrador, también con los ciudadanos que nos han impulsado a seguir por este camino, con el pueblo de Chihuahua que exige un cambio en el estado tras una década perdida y un quinquenio donde prevalece la frivolidad y el desgano, y con ello la miseria y la muerte.


Sugerencias y comentarios favor de hacérmelos llegar a mi correo: cpc16169@gmail.com

El método de selección de candidatos definido en los estatutos de Morena no tiene otro fin más que evitar “el influyentismo, el amiguismo y el sectarismo” en las propias nominaciones. Fue diseñado así a propuesta de su fundador y ahora presidente nuestro, Andrés Manuel López Obrador. Y estoy convencido de que es el sistema de selección adecuado, siempre y cuando no haya intervención de alguno de sus operadores.

Ya en el pasado en nuestro país se han probado diversos mecanismos a la hora de elegir a quienes ocuparían los cargos públicos, hubo prácticas monárquicas y absolutistas que dieron paso a la Independencia; más tarde se generaron otras de corte dictatorial durante el porfiriato que dieron paso a la Revolución; y luego llegó la Tercera Transformación que promovió el apóstol de la democracia, al igual que el Benemérito, infundió la esencia de la libertad en la manera de hacer gobierno, pero aún el método de selección seguía siendo un producto inacabado.

En los ciento diez años posteriores a aquella experiencia libertadora cuando don Francisco I. Madero se alzó con el triunfo electoral que varios medios calificaron “por unanimidad”, seguimos teniendo altibajos, predominan los periodos oscuros con tufo de dominio absoluto. Sin embargo, a la llegada de López Obrador a la silla del águila se pudieron respirar de nuevo aires de libertad y de justicia, rompiendo como en antaño con el poder amafiado que parecía invencible.

Y se presenta de nuevo el gran dilema de las elecciones. Al interior del partido que permitió la llegada de la Cuarta Transformación se experimenta un nuevo método, pero también como un producto inacabado, y no puede ser perfecto como todos los intentos anteriores porque es operado por hombres imperfectos, que en algunos cabrá el compromiso y la prudencia pero en otros podrá más la ambición y el deseo de control, el mal ancestral que se hace presente en cada una de las etapas de toda nuestra historia, como también ocurre en todo el orbe, es parte de la naturaleza humana.

De ninguna manera lo justifico ni consiento, antes bien lo señalo y refuto, pero doy gracias a quienes se sacrificaron por nuestras libertades, por las herramientas que nos permiten hoy impugnar los mencionados errores humanos, las ambiciones personales, que en nuestro caso, el de la candidatura por la gubernatura no obedece a la debilidad de los más, sino de unos cuantos.

Estamos seguros de que se hará valer la máxima de la Cuarta Transformación de no mentir, y pronto tendremos una reposición del proceso de selección de candidatos para el caso de Chihuahua, donde con la ayuda de Dios y del pueblo habremos de obtener la nominación.

Mantengo mi compromiso firme con el presidente López Obrador, también con los ciudadanos que nos han impulsado a seguir por este camino, con el pueblo de Chihuahua que exige un cambio en el estado tras una década perdida y un quinquenio donde prevalece la frivolidad y el desgano, y con ello la miseria y la muerte.


Sugerencias y comentarios favor de hacérmelos llegar a mi correo: cpc16169@gmail.com