/ viernes 23 de febrero de 2024

La pobreza: Herramienta del narco presidente

Ninguna nación que se considere verdaderamente libre ha perdurado cuando su gobierno no ha podido asegurar o garantizar al ciudadano la posesión, goce y disposición de lo que ha adquirido legalmente. Crear una dependencia del dirigente Obrador, es el objetivo.

La auténtica y racional base de la riqueza está en que quien trabaja, sea remunerado equitativamente, y en que el que no quiera gastar o invertir sus ganancias, sea libre de ahorrarlas, depositarlas o guardarlas para poder gastarlas o invertirlas eventualmente. Que tenga el derecho total y absoluto de poseer y quedarse con lo que ha acumulado y ahorrado. Si no fuera así, el flojo y el despilfarrador tuvieran derecho a despojar al trabajador e industrioso, al previsor, y ya no habría motivo para ahorrar ni para observar una buena y recta conducta. Un sistema de gobierno que no le respeta al ciudadano la posesión de lo que ha ganado como producto de su trabajo lícito, más que sistema de gobierno, debe llamársele dictadura. La debilidad y el problema del país no está en que existan tantos “ricos” y dueños de “grandes” negocios, el verdadero problema está en que haya tantos hombres y tantas instituciones inútiles.

El pobre no tiene que ser siempre pobre. Los hijos de los pobres de hoy, pueden ser los ricos de mañana, y los hijos de los ricos de presente, pueden ser los pobres de la siguiente generación. Es por eso que los ricos le tienen miedo al futuro, al porvenir, y generalmente los pobres confían en él.

Si realmente queremos hacer algo bueno por el país, hagámoslo por quienes están desempeñando bien su trabajo, remunerándolos adecuadamente. Existen los llamados ‘quejas vivientes’, y los que son ‘máquinas de pedir dado’. En presencia de la adversidad y de la miseria, la gente es tan naturalmente bondadosa, como es baja y envidiosa en presencia de la prosperidad y de la riqueza. Los ancianos y desvalidos necesitan de nuestro auxilio, de nuestra ayuda, pero la mejor ayuda que se puede impartir a los haraganes de todos los niveles y de todas las clases, incluyendo políticos, es obligarlos a verdaderamente trabajar.

Al paso que vamos, la pobreza se está convirtiendo en una profesión. “Sacamos del hambre a tres millones de mexicanos” se afirma, pues ahora se les da alimento supuestamente gratis. Pero el dar de comer al hambriento, no es combatir la pobreza, es solamente una medida ocasional, o hasta de urgencia. Regalar un día pollos en la Tarahumara no sacó a nadie de la pobreza. Se requieren fuentes de trabajo. No existe otra opción.

Muchos en vez de trabajar y tener una vida digna, prefieren seguir de perezosos y pobres, listos para votar por una despensa. Esta condición, la de tener a la pobreza como una profesión, es la que más le conviene al gobierno en turno.

El capital es más, mucho más que el simple dinero. Se forma de visión, Principios y devoción para crear empresas que beneficien no sólo a sus propietarios, sino a la comunidad en general. El dinero solo es metal o papel si no está respaldado por oportunidades reales para los que sí trabajan y poco tienen. Un verdadero problema es que el mismo Papa ha declarado que la propiedad privada es un derecho “secundario”. ¿“Viva el comunismo”?

Ninguna nación que se considere verdaderamente libre ha perdurado cuando su gobierno no ha podido asegurar o garantizar al ciudadano la posesión, goce y disposición de lo que ha adquirido legalmente. Crear una dependencia del dirigente Obrador, es el objetivo.

La auténtica y racional base de la riqueza está en que quien trabaja, sea remunerado equitativamente, y en que el que no quiera gastar o invertir sus ganancias, sea libre de ahorrarlas, depositarlas o guardarlas para poder gastarlas o invertirlas eventualmente. Que tenga el derecho total y absoluto de poseer y quedarse con lo que ha acumulado y ahorrado. Si no fuera así, el flojo y el despilfarrador tuvieran derecho a despojar al trabajador e industrioso, al previsor, y ya no habría motivo para ahorrar ni para observar una buena y recta conducta. Un sistema de gobierno que no le respeta al ciudadano la posesión de lo que ha ganado como producto de su trabajo lícito, más que sistema de gobierno, debe llamársele dictadura. La debilidad y el problema del país no está en que existan tantos “ricos” y dueños de “grandes” negocios, el verdadero problema está en que haya tantos hombres y tantas instituciones inútiles.

El pobre no tiene que ser siempre pobre. Los hijos de los pobres de hoy, pueden ser los ricos de mañana, y los hijos de los ricos de presente, pueden ser los pobres de la siguiente generación. Es por eso que los ricos le tienen miedo al futuro, al porvenir, y generalmente los pobres confían en él.

Si realmente queremos hacer algo bueno por el país, hagámoslo por quienes están desempeñando bien su trabajo, remunerándolos adecuadamente. Existen los llamados ‘quejas vivientes’, y los que son ‘máquinas de pedir dado’. En presencia de la adversidad y de la miseria, la gente es tan naturalmente bondadosa, como es baja y envidiosa en presencia de la prosperidad y de la riqueza. Los ancianos y desvalidos necesitan de nuestro auxilio, de nuestra ayuda, pero la mejor ayuda que se puede impartir a los haraganes de todos los niveles y de todas las clases, incluyendo políticos, es obligarlos a verdaderamente trabajar.

Al paso que vamos, la pobreza se está convirtiendo en una profesión. “Sacamos del hambre a tres millones de mexicanos” se afirma, pues ahora se les da alimento supuestamente gratis. Pero el dar de comer al hambriento, no es combatir la pobreza, es solamente una medida ocasional, o hasta de urgencia. Regalar un día pollos en la Tarahumara no sacó a nadie de la pobreza. Se requieren fuentes de trabajo. No existe otra opción.

Muchos en vez de trabajar y tener una vida digna, prefieren seguir de perezosos y pobres, listos para votar por una despensa. Esta condición, la de tener a la pobreza como una profesión, es la que más le conviene al gobierno en turno.

El capital es más, mucho más que el simple dinero. Se forma de visión, Principios y devoción para crear empresas que beneficien no sólo a sus propietarios, sino a la comunidad en general. El dinero solo es metal o papel si no está respaldado por oportunidades reales para los que sí trabajan y poco tienen. Un verdadero problema es que el mismo Papa ha declarado que la propiedad privada es un derecho “secundario”. ¿“Viva el comunismo”?