/ sábado 22 de julio de 2023

Los bosques: cada vez más a merced de los incendios forestales

Los bosques son ese invaluable recurso natural, cuya permanencia y mejoramiento es vital para la provisión de servicios ambientales clave para el bienestar actual y futuro de la humanidad. Sin embargo, los incendios forestales se han convertido en los últimos años en una amenaza cada vez mayor para su subsistencia.

El éxito en el control de un incendio forestal depende de varios factores. El más importante, quizá, es la oportunidad con que se inicie su combate, cuando aún es muy pequeña la superficie de avance y el propio comportamiento del fuego no llega a niveles de mayor riesgo. En estas condiciones, una brigada que normalmente se compone de ocho a diez elementos, lo puede controlar fácilmente. Estas son las condiciones que se desearían y se deberían tener siempre.

Conforme pasan los minutos, las horas, o incluso los días y el incendio no se atiende, éste crece en superficie, extensión del frente de avance e intensidad del fuego. Es entonces cuando todo se complica. Ahora se requiere aumentar el número de combatientes, de ocho a diez que pudiesen haber sido suficientes en un inicio, a decenas o incluso cientos de combatientes, y que seguramente ya no todos serán brigadistas capacitados, sino que será necesario incorporar además a voluntarios, con todos los riesgos e ineficiencias que esto conlleva.

Además, no será suficiente con sólo aumentar el número de combatientes, con ello aumentarán los requerimientos de apoyo, como equipos, herramienta, agua, alimentos, medicamentos, combustibles, equipo aéreo, etc., y además, la urgencia de hacer llegar todo ese apoyo con la mayor agilidad posible. Un incendio que se pudo haber liquidado en unas cuantas horas puede ahora tomar varias semanas, y lo más importante, causar severos daños al bosque.

Estos sucesos desafortunadamente se siguen presentando año con año. Un claro ejemplo lo acabamos de ver en los recientes incendios que afectaron una superficie muy importante en el ejido El Largo, municipio de Madera. Llegó a tal grado la emergencia, que fue necesaria la participación de cientos de brigadistas voluntarios del ejido, varias brigadas oficiales, tanto del estado de Chihuahua, como del estado de Durango y el apoyo con un helicóptero. Y lo más triste, un brigadista voluntario del ejido se accidentó y perdió la vida en uno de los incendios.

Fue necesario apelar de nuevo a los chihuahuenses, a su solidaridad con los combatientes y su sensibilidad con la protección del bosque. Y como siempre, muy buena respuesta, con aporte de víveres, agua, herramienta, prendas de trabajo, etc. Pero mejor sería, tener en tiempo las brigadas suficientes, bien distribuidas y con todo su equipo y requerimientos necesarios y de forma oportuna y ordenada, sin tener que recurrir de nuevo a la solidaridad y actuar con prisas.

Es indispensable y urgente que se asignen más recursos para atender el tema del combate a los incendios, tanto por la Federación como por el Estado. En las dependencias de gobierno responsables de estas tareas, desde los niveles directivos y de coordinación, incluyendo a los brigadistas, se cuenta con personal con la suficiente experiencia y preparación, pero es necesario que a ellos también se les apoye con todos los recursos necesarios y en tiempo, para que puedan desempeñar de manera más eficaz su importante labor.

El recorte en los presupuestos gubernamentales para este tipo de programas no sólo implica, quizá como en otros, el retraso en algunas obras o la reducción de algunas metas; en este caso, sí se tienen consecuencias graves como es la pérdida (en muchos casos irreparable) de nuestra valiosa cubierta forestal. En nuestra próxima entrega seguiremos abordando este importante tema.

oestradam81@hotmail.com

Los bosques son ese invaluable recurso natural, cuya permanencia y mejoramiento es vital para la provisión de servicios ambientales clave para el bienestar actual y futuro de la humanidad. Sin embargo, los incendios forestales se han convertido en los últimos años en una amenaza cada vez mayor para su subsistencia.

El éxito en el control de un incendio forestal depende de varios factores. El más importante, quizá, es la oportunidad con que se inicie su combate, cuando aún es muy pequeña la superficie de avance y el propio comportamiento del fuego no llega a niveles de mayor riesgo. En estas condiciones, una brigada que normalmente se compone de ocho a diez elementos, lo puede controlar fácilmente. Estas son las condiciones que se desearían y se deberían tener siempre.

Conforme pasan los minutos, las horas, o incluso los días y el incendio no se atiende, éste crece en superficie, extensión del frente de avance e intensidad del fuego. Es entonces cuando todo se complica. Ahora se requiere aumentar el número de combatientes, de ocho a diez que pudiesen haber sido suficientes en un inicio, a decenas o incluso cientos de combatientes, y que seguramente ya no todos serán brigadistas capacitados, sino que será necesario incorporar además a voluntarios, con todos los riesgos e ineficiencias que esto conlleva.

Además, no será suficiente con sólo aumentar el número de combatientes, con ello aumentarán los requerimientos de apoyo, como equipos, herramienta, agua, alimentos, medicamentos, combustibles, equipo aéreo, etc., y además, la urgencia de hacer llegar todo ese apoyo con la mayor agilidad posible. Un incendio que se pudo haber liquidado en unas cuantas horas puede ahora tomar varias semanas, y lo más importante, causar severos daños al bosque.

Estos sucesos desafortunadamente se siguen presentando año con año. Un claro ejemplo lo acabamos de ver en los recientes incendios que afectaron una superficie muy importante en el ejido El Largo, municipio de Madera. Llegó a tal grado la emergencia, que fue necesaria la participación de cientos de brigadistas voluntarios del ejido, varias brigadas oficiales, tanto del estado de Chihuahua, como del estado de Durango y el apoyo con un helicóptero. Y lo más triste, un brigadista voluntario del ejido se accidentó y perdió la vida en uno de los incendios.

Fue necesario apelar de nuevo a los chihuahuenses, a su solidaridad con los combatientes y su sensibilidad con la protección del bosque. Y como siempre, muy buena respuesta, con aporte de víveres, agua, herramienta, prendas de trabajo, etc. Pero mejor sería, tener en tiempo las brigadas suficientes, bien distribuidas y con todo su equipo y requerimientos necesarios y de forma oportuna y ordenada, sin tener que recurrir de nuevo a la solidaridad y actuar con prisas.

Es indispensable y urgente que se asignen más recursos para atender el tema del combate a los incendios, tanto por la Federación como por el Estado. En las dependencias de gobierno responsables de estas tareas, desde los niveles directivos y de coordinación, incluyendo a los brigadistas, se cuenta con personal con la suficiente experiencia y preparación, pero es necesario que a ellos también se les apoye con todos los recursos necesarios y en tiempo, para que puedan desempeñar de manera más eficaz su importante labor.

El recorte en los presupuestos gubernamentales para este tipo de programas no sólo implica, quizá como en otros, el retraso en algunas obras o la reducción de algunas metas; en este caso, sí se tienen consecuencias graves como es la pérdida (en muchos casos irreparable) de nuestra valiosa cubierta forestal. En nuestra próxima entrega seguiremos abordando este importante tema.

oestradam81@hotmail.com