/ domingo 3 de marzo de 2024

Inicia una nueva temporada de incendios forestales

Como cada año, en la época de estiaje de finales del invierno y durante la primavera, se presenta la temporada en la que ocurre el mayor número de incendios forestales en el norte del país. Este año se prevé que será especialmente difícil, por la prolongada e intensa sequía que se ha presentado desde hace ya varios meses en nuestro estado.

De acuerdo con el reporte de la Conagua del monitor de sequía del pasado 15 de febrero, en la totalidad del estado se registran condiciones de sequía grave, extrema y excepcional. Ya en este año, en el reporte de incendios de la Conafor, del 1° de enero al 29 de febrero, se han presentado en el estado 22 incendios forestales, que han afectado una superficie preliminar de 2,024 hectáreas; esto tan solo en los dos primeros meses del año; y aún faltan varios meses más para que inicie la temporada de lluvias de verano.

Es importante tener presente que la pasada temporada de 2023, desafortunadamente se presentaron en nuestro estado varios incendios de gran magnitud. En uno de ellos, el de mayor afectación, la superficie dañada llegó hasta cerca de 11,000 hectáreas y se estuvo combatiendo por más de 30 días con el trabajo de 1,896 combatientes; fue necesario, además, apoyar para su combate con un equipo aéreo y se tuvo un gasto estimado para su control de más de 3.2 millones de pesos.

Pero lo más grave e incomprensible, es que ese incendio, como la gran mayoría de ellos, inició con tan solo una chispa, y por las condiciones de sequía extrema, fuertes vientos y lo inaccesible del sitio en el que inició, se convirtió en un incendio de grandes magnitudes y en el que además, desgraciadamente, se tuvo el sensible fallecimiento de uno de los brigadistas que participaron en su control.

De acuerdo con las estadísticas generadas por la Conafor, las principales causas que provocaron los incendios forestales en nuestro estado durante la temporada de 2023, como generalmente ocurre en el resto del país, fueron las quemas por actividades agrícolas, quemas por actividades ilícitas, quemas de basureros, fogatas y fumadores, principalmente, es decir, incendios provocados por descuidos, intenciones u otras causas atribuidas a la actividad humana. De causas naturales, como las descargas eléctricas, se presentaron solo 8 incendios de un total de 620, lo que equivale a un 1.3 % del total.

Por ello, es tan importante tener presente que al transitar, o visitar una zona forestal, un solo descuido, la chispa de un cigarro o de un cerillo, una pequeña fogata abandonada o una quema agrícola o pecuaria sin las debidas precauciones, pueden llegar a provocar un incendio de grandes magnitudes, quemar miles de hectáreas y causar daños tan graves a un bosque, que puede tardar hasta 70 a 100 años en recuperar sus condiciones originales. Y no es solo el daño que se pueda causar a la vegetación forestal, a los suelos, o a la vida silvestre, se pone además en riesgo la vida de los combatientes y se gasta una gran cantidad de recursos para su control.

Que en los próximos meses, y hasta que se presente la temporada de lluvias, quienes visiten las zonas forestales, las áreas agrícolas y de pastizales, tengan siempre presente el riesgo que se tendrá en la presente temporada de incendios forestales. La invitación es a tomar clara conciencia de ello y difundirlo por todos los medios que podamos; que participemos en campañas de concientización, en distribución de materiales divulgativos y en todo tipo de eventos y acciones contribuyan a reducir la incidencia de incendios forestales y de manera especial este año, en el que tendremos condiciones de muy alto riesgo.

oestradam81@hotmail.com

Como cada año, en la época de estiaje de finales del invierno y durante la primavera, se presenta la temporada en la que ocurre el mayor número de incendios forestales en el norte del país. Este año se prevé que será especialmente difícil, por la prolongada e intensa sequía que se ha presentado desde hace ya varios meses en nuestro estado.

De acuerdo con el reporte de la Conagua del monitor de sequía del pasado 15 de febrero, en la totalidad del estado se registran condiciones de sequía grave, extrema y excepcional. Ya en este año, en el reporte de incendios de la Conafor, del 1° de enero al 29 de febrero, se han presentado en el estado 22 incendios forestales, que han afectado una superficie preliminar de 2,024 hectáreas; esto tan solo en los dos primeros meses del año; y aún faltan varios meses más para que inicie la temporada de lluvias de verano.

Es importante tener presente que la pasada temporada de 2023, desafortunadamente se presentaron en nuestro estado varios incendios de gran magnitud. En uno de ellos, el de mayor afectación, la superficie dañada llegó hasta cerca de 11,000 hectáreas y se estuvo combatiendo por más de 30 días con el trabajo de 1,896 combatientes; fue necesario, además, apoyar para su combate con un equipo aéreo y se tuvo un gasto estimado para su control de más de 3.2 millones de pesos.

Pero lo más grave e incomprensible, es que ese incendio, como la gran mayoría de ellos, inició con tan solo una chispa, y por las condiciones de sequía extrema, fuertes vientos y lo inaccesible del sitio en el que inició, se convirtió en un incendio de grandes magnitudes y en el que además, desgraciadamente, se tuvo el sensible fallecimiento de uno de los brigadistas que participaron en su control.

De acuerdo con las estadísticas generadas por la Conafor, las principales causas que provocaron los incendios forestales en nuestro estado durante la temporada de 2023, como generalmente ocurre en el resto del país, fueron las quemas por actividades agrícolas, quemas por actividades ilícitas, quemas de basureros, fogatas y fumadores, principalmente, es decir, incendios provocados por descuidos, intenciones u otras causas atribuidas a la actividad humana. De causas naturales, como las descargas eléctricas, se presentaron solo 8 incendios de un total de 620, lo que equivale a un 1.3 % del total.

Por ello, es tan importante tener presente que al transitar, o visitar una zona forestal, un solo descuido, la chispa de un cigarro o de un cerillo, una pequeña fogata abandonada o una quema agrícola o pecuaria sin las debidas precauciones, pueden llegar a provocar un incendio de grandes magnitudes, quemar miles de hectáreas y causar daños tan graves a un bosque, que puede tardar hasta 70 a 100 años en recuperar sus condiciones originales. Y no es solo el daño que se pueda causar a la vegetación forestal, a los suelos, o a la vida silvestre, se pone además en riesgo la vida de los combatientes y se gasta una gran cantidad de recursos para su control.

Que en los próximos meses, y hasta que se presente la temporada de lluvias, quienes visiten las zonas forestales, las áreas agrícolas y de pastizales, tengan siempre presente el riesgo que se tendrá en la presente temporada de incendios forestales. La invitación es a tomar clara conciencia de ello y difundirlo por todos los medios que podamos; que participemos en campañas de concientización, en distribución de materiales divulgativos y en todo tipo de eventos y acciones contribuyan a reducir la incidencia de incendios forestales y de manera especial este año, en el que tendremos condiciones de muy alto riesgo.

oestradam81@hotmail.com