/ viernes 18 de mayo de 2018

Los contratos corruptos

Es corrupción evidente,

la obra pública otorgar…

buscando a oscuras medrar,

o vendérsela “ a su gente”.


Del ideario político de AMLO, externado por él… “El contratismo es otro distintivo de la corrupción política. No sólo el otorgamiento de bienes públicos a traficantes de influencias es corrupción; también el otorgamiento de contratos de obras y servicios, en la subrogación de funciones y tareas propias del Estado. Y a pesar de ser una práctica ancestral del gobierno de México, en la actualidad, la corrupción y el contratismo no tienen precedente. Enrique Peña Nieto, se vinculó con varias compañías contratistas, aunque son dos sus predilectas: la empresa Higa, de Juan Armando Hinojosa, y la española OHL cuyo director era José Andrés de Oteiza, el que fuera secretario de Patrimonio Nacional con José López Portillo. La primera… Higa, se relacionó con Peña, desde que fuera gobernador del Estado de México.

“Y siendo su servidor, jefe de gobierno del Distrito Federal, en 2004, construimos en la Delegación Iztapalapa el Hospital de Especialidades Doctor Belisario Domínguez, con 150 camas y una inversión de 350 millones de pesos. Casi al mismo tiempo, siendo Peña Nieto gobernador del Edo. de México, construyó con Grupo Higa el hospital del municipio de Zumpango, de 125 camas, pero con un costo de 7,000 millones de pesos; es decir, 20 veces más caro que el de Iztapalapa. En este caso y por la gran corrupción, el secretario de Finanzas del Estado de México, Luis Videgaray, solicitó al Congreso local la aprobación de un contrato por el cual se le entrega a Hinojosa, por abono a capital e intereses, 282 millones anuales, y así será durante 25 años. Este esquema denominado PPS (Proyectos para Prevención de Servicios) fue una invención del grupo de tecnócratas salinistas de Hacienda, en los tiempos de Calderón, para comprometer o hipotecar las participaciones federales de estados y municipios.

“Este mecanismo ha llevado a la quiebra por endeudamiento desmedido a varios gobiernos locales.

“En el Estado de México, Peña Nieto, le asignó a Hinojosa contratos por 23,000 millones de pesos, siendo gobernador. Y cuando llegó a la presidencia, destaca la pretendida construcción del tren rápido de Querétaro a la Ciudad de México, con un presupuesto estimado de 58,000 millones de pesos; fue tanto el escándalo por denuncias de corrupción, que la obra hubo de ser cancelada. Un acto más de corrupción en beneficio de Higa fue el contrato por 1,000 millones de pesos para ampliar el hangar presidencial; realizado sin licitación y de manera directa. Así llegamos a la Casa Blanca de 120 millones de pesos, y la casa de campo de Malinalco para Luis Videgaray. En el reciente escándalo de los Papeles de Panamá, se dio a conocer que Hinojosa, guarda en el extranjero 100 millones de dólares.

Así también la española OHL ha obtenido múltiples concesiones para cobrar peajes por 10, 20 y hasta 25 años, en las vías públicas”. Próx. artículo: “Matando la gallina de los huevos de oro”.


Es corrupción evidente,

la obra pública otorgar…

buscando a oscuras medrar,

o vendérsela “ a su gente”.


Del ideario político de AMLO, externado por él… “El contratismo es otro distintivo de la corrupción política. No sólo el otorgamiento de bienes públicos a traficantes de influencias es corrupción; también el otorgamiento de contratos de obras y servicios, en la subrogación de funciones y tareas propias del Estado. Y a pesar de ser una práctica ancestral del gobierno de México, en la actualidad, la corrupción y el contratismo no tienen precedente. Enrique Peña Nieto, se vinculó con varias compañías contratistas, aunque son dos sus predilectas: la empresa Higa, de Juan Armando Hinojosa, y la española OHL cuyo director era José Andrés de Oteiza, el que fuera secretario de Patrimonio Nacional con José López Portillo. La primera… Higa, se relacionó con Peña, desde que fuera gobernador del Estado de México.

“Y siendo su servidor, jefe de gobierno del Distrito Federal, en 2004, construimos en la Delegación Iztapalapa el Hospital de Especialidades Doctor Belisario Domínguez, con 150 camas y una inversión de 350 millones de pesos. Casi al mismo tiempo, siendo Peña Nieto gobernador del Edo. de México, construyó con Grupo Higa el hospital del municipio de Zumpango, de 125 camas, pero con un costo de 7,000 millones de pesos; es decir, 20 veces más caro que el de Iztapalapa. En este caso y por la gran corrupción, el secretario de Finanzas del Estado de México, Luis Videgaray, solicitó al Congreso local la aprobación de un contrato por el cual se le entrega a Hinojosa, por abono a capital e intereses, 282 millones anuales, y así será durante 25 años. Este esquema denominado PPS (Proyectos para Prevención de Servicios) fue una invención del grupo de tecnócratas salinistas de Hacienda, en los tiempos de Calderón, para comprometer o hipotecar las participaciones federales de estados y municipios.

“Este mecanismo ha llevado a la quiebra por endeudamiento desmedido a varios gobiernos locales.

“En el Estado de México, Peña Nieto, le asignó a Hinojosa contratos por 23,000 millones de pesos, siendo gobernador. Y cuando llegó a la presidencia, destaca la pretendida construcción del tren rápido de Querétaro a la Ciudad de México, con un presupuesto estimado de 58,000 millones de pesos; fue tanto el escándalo por denuncias de corrupción, que la obra hubo de ser cancelada. Un acto más de corrupción en beneficio de Higa fue el contrato por 1,000 millones de pesos para ampliar el hangar presidencial; realizado sin licitación y de manera directa. Así llegamos a la Casa Blanca de 120 millones de pesos, y la casa de campo de Malinalco para Luis Videgaray. En el reciente escándalo de los Papeles de Panamá, se dio a conocer que Hinojosa, guarda en el extranjero 100 millones de dólares.

Así también la española OHL ha obtenido múltiples concesiones para cobrar peajes por 10, 20 y hasta 25 años, en las vías públicas”. Próx. artículo: “Matando la gallina de los huevos de oro”.