/ sábado 4 de mayo de 2019

¡Luminarias y Santa Lucía…!

Resulta desconcertante, casi esquizofrénico, que en el mundo de la “Sociedad del Conocimiento del SXXI” y de la internet, se propongan y aplaudan iniciativas y proyectos insuficiente o de plano mal sustentados, porque seremos los ciudadanos quienes sufriremos y pagaremos las consecuencias.

En cuanto a las “luminarias de Maru”, los regidores azules ya le autorizaron concesionarlas. Leí el proyecto de 58 páginas alumbrado público de Garfio de 2015 y la solicitud de concesión de Maru de 145 páginas. En el estudio se mencionan los ahorros que se generarían cuando se cambien la totalidad de las lámparas de luz mercurial a led, e incluye fotos mostrando el lamentable estado de las instalaciones, equipos y vehículos que utiliza actualmente la presidencia.

Lo que no explica ni estima siquiera, es la inversión mínima total que tendrá que realizar el concesionario en la reparación y modernización de la red de luminarias, así como el costo de operación, para asegurar la rentabilidad de la concesión.

Es algo así, como querer concesionar un edificio mencionando que una vez remodelado a fondo los costos de mantenimiento bajarán, lo cual es obvio, pero sin un estimado inicial de los millones que va a costar tal remodelación, para poder determinar su viabilidad y determinar la capacidad técnica y financiera del concesionario, en este caso para asegurar que no nos deje colgados y a oscuras, y un pequeñísimo detalle, justificar por qué el Municipio no puede o quiere hacerlo.

El proyecto sin proyecto de Santa Lucía vivió otro capítulo surrealista esta semana, AMLO puso la primera piedra, pero no se empezará a construir hasta junio, porque los estudios no están terminados.

Los expertos de MITRE el más prestigiado y experimentado organismo de este lado del Atlántico afirmaron que, “Si tan sólo dos razones aeronáuticas deben ser mencionadas por la que debería evitarse la alternativa AICM+Santa Lucía, éstas son: A, la innecesaria complejidad que puede llevar a problemas importantes que tendrían que crearse para manejar ambos aeropuertos a la vez, cuando existe una muchísimo mejor opción con un total de tres pistas, no de cinco", señaló MITRE.

"B, el hecho de que nadie ha desarrollado el obligado estudio de espacio aéreo de AICM+Santa Lucía, dejando a un costado, ante la abrupta orografía de la CDMX, que el sistema debe diseñarse 'de arriba (el espacio) hacia abajo (las pistas)', no al revés", añadió. Donde esta semana “apareció como salido de la nada un cerro fifí”, que incrementa el costo y complica el diseño y operación del aeropuerto.

Resulta desconcertante, casi esquizofrénico, que en el mundo de la “Sociedad del Conocimiento del SXXI” y de la internet, se propongan y aplaudan iniciativas y proyectos insuficiente o de plano mal sustentados, porque seremos los ciudadanos quienes sufriremos y pagaremos las consecuencias.

En cuanto a las “luminarias de Maru”, los regidores azules ya le autorizaron concesionarlas. Leí el proyecto de 58 páginas alumbrado público de Garfio de 2015 y la solicitud de concesión de Maru de 145 páginas. En el estudio se mencionan los ahorros que se generarían cuando se cambien la totalidad de las lámparas de luz mercurial a led, e incluye fotos mostrando el lamentable estado de las instalaciones, equipos y vehículos que utiliza actualmente la presidencia.

Lo que no explica ni estima siquiera, es la inversión mínima total que tendrá que realizar el concesionario en la reparación y modernización de la red de luminarias, así como el costo de operación, para asegurar la rentabilidad de la concesión.

Es algo así, como querer concesionar un edificio mencionando que una vez remodelado a fondo los costos de mantenimiento bajarán, lo cual es obvio, pero sin un estimado inicial de los millones que va a costar tal remodelación, para poder determinar su viabilidad y determinar la capacidad técnica y financiera del concesionario, en este caso para asegurar que no nos deje colgados y a oscuras, y un pequeñísimo detalle, justificar por qué el Municipio no puede o quiere hacerlo.

El proyecto sin proyecto de Santa Lucía vivió otro capítulo surrealista esta semana, AMLO puso la primera piedra, pero no se empezará a construir hasta junio, porque los estudios no están terminados.

Los expertos de MITRE el más prestigiado y experimentado organismo de este lado del Atlántico afirmaron que, “Si tan sólo dos razones aeronáuticas deben ser mencionadas por la que debería evitarse la alternativa AICM+Santa Lucía, éstas son: A, la innecesaria complejidad que puede llevar a problemas importantes que tendrían que crearse para manejar ambos aeropuertos a la vez, cuando existe una muchísimo mejor opción con un total de tres pistas, no de cinco", señaló MITRE.

"B, el hecho de que nadie ha desarrollado el obligado estudio de espacio aéreo de AICM+Santa Lucía, dejando a un costado, ante la abrupta orografía de la CDMX, que el sistema debe diseñarse 'de arriba (el espacio) hacia abajo (las pistas)', no al revés", añadió. Donde esta semana “apareció como salido de la nada un cerro fifí”, que incrementa el costo y complica el diseño y operación del aeropuerto.