/ viernes 19 de octubre de 2018

México maldito - Privatización del agua

México fue maldecido,

por arcanos contra “matria…”

a ser robado y vendido

por traidores vendepatrias.


¡México!, el país que veneramos como lo más sagrado, ha sido de tiempos inmemoriales… explotado, saqueado y reducido, innumerables veces en su historia; y han sido los hijos que parió su vientre, quienes lo han entregado a él y a sus riquezas, tantas veces que duele y desespera el no entender el desapego de algunos connacionales a la memoria de hombres y mujeres nobles de nuestra historia, al pueblo, y a nuestra dignidad de mexicanos. Somos gobernados por líderes cuya única pretensión es obtener pingües ganancias y hacer negocios fabulosos por sobre el bien público y el mejor desarrollo de México.

El intento de privatizar el agua de la nación por Peña Nieto es la guinda del pastel con el que cierra con broche de oprobio la administración pública que presidió como el primer representante del Poder Ejecutivo de la nación; una larga cadena de latrocinios y abusos, a más de propiciar el caldo de cultivo para la descomposición social, es el patrimonio que nos deja a los dolidos ciudadanos mexicanos.

Sobre la privatización del agua, la prensa oficial mantuvo y sigue haciéndolo, un silencio ominoso; fueron las redes sociales las que dieron a conocer el plan presidencial con los empresarios extranjeros y locales, para otorgar concesiones sobre los mantos acuíferos de la nación –unos cuantos a manera de prueba: trescientas cuencas hidrológicas en veinte estados del país; y todo esto a través de Conagua-.

Habrá que recordar que el agua es elemento vital y patrimonio popular para su subsistencia, por ello su único propietario debe ser el pueblo y su administrador debe ser el Estado.

Pretender entregar los principales acuíferos a empresas trasnacionales y nacionales es lo mismo que enajenar la salud y el bienestar del pueblo a terceros, para que lucren con ellos; el último bastión de independencia y autonomía entregado.

Peña Nieto, sutil y de manera sigilosa y subrepticia, no pasó el proyecto por las cámaras, lo dejó evolucionar y diseñó una estrategia digital para el otorgamiento de concesiones, estrategia elaborada que sólo podían reunir las grandes empresas, despojando al pueblo de una equidad de condiciones. Fue tan criticada su entelequia, que tuvo que declarar la suspensión del trámite digital por seis meses para reiniciar luego.

Por ello el día de ayer -15 de oct.- la fracción de senadores de Morena y otros partidos solicitaron el pronunciamiento oficial del Senado, para: 1) Exhortar a Enrique Peña Nieto, titular del Ejecutivo federal, a que revoque los 10 decretos publicados el 10 de junio del año en curso, en el periódico oficial de la Federación; donde se elimina la veda y se establecen reservas de agua en varias cuencas hidrológicas del país; 2) De igual forma, se solicita al titular de Conagua suspender de manera indefinida las nuevas concesiones de agua, otorgadas al amparo de los decretos publicados y de trámites digitales. 3) Citar a comparecer a los titulares del Medio Ambiente y Recursos Naturales y de Conagua, para que expliquen los impactos sociales y económicos de estas concesiones y 4) Realizar una discusión nacional con todos los interesados, para diseñar un nuevo modelo de “gobernanza hidrológica” que garantice la preservación del recurso y las garantías de los ciudadanos; patentizando… que no se permitirá la privatización de las aguas nacionales, que son un recurso de todos.

Así Morena, y los partidos afines, luchan por conjurar la maldición con que Peña Nieto y sus políticos y empresarios corifeos han intentado injuriar a la nación.

¿Hasta dónde la dignidad de un ciudadano se puede rebajar y anular, en aras de su sevicia y lucro contra su patria? ¿Qué clase de inmunda rata hay que ser?



México fue maldecido,

por arcanos contra “matria…”

a ser robado y vendido

por traidores vendepatrias.


¡México!, el país que veneramos como lo más sagrado, ha sido de tiempos inmemoriales… explotado, saqueado y reducido, innumerables veces en su historia; y han sido los hijos que parió su vientre, quienes lo han entregado a él y a sus riquezas, tantas veces que duele y desespera el no entender el desapego de algunos connacionales a la memoria de hombres y mujeres nobles de nuestra historia, al pueblo, y a nuestra dignidad de mexicanos. Somos gobernados por líderes cuya única pretensión es obtener pingües ganancias y hacer negocios fabulosos por sobre el bien público y el mejor desarrollo de México.

El intento de privatizar el agua de la nación por Peña Nieto es la guinda del pastel con el que cierra con broche de oprobio la administración pública que presidió como el primer representante del Poder Ejecutivo de la nación; una larga cadena de latrocinios y abusos, a más de propiciar el caldo de cultivo para la descomposición social, es el patrimonio que nos deja a los dolidos ciudadanos mexicanos.

Sobre la privatización del agua, la prensa oficial mantuvo y sigue haciéndolo, un silencio ominoso; fueron las redes sociales las que dieron a conocer el plan presidencial con los empresarios extranjeros y locales, para otorgar concesiones sobre los mantos acuíferos de la nación –unos cuantos a manera de prueba: trescientas cuencas hidrológicas en veinte estados del país; y todo esto a través de Conagua-.

Habrá que recordar que el agua es elemento vital y patrimonio popular para su subsistencia, por ello su único propietario debe ser el pueblo y su administrador debe ser el Estado.

Pretender entregar los principales acuíferos a empresas trasnacionales y nacionales es lo mismo que enajenar la salud y el bienestar del pueblo a terceros, para que lucren con ellos; el último bastión de independencia y autonomía entregado.

Peña Nieto, sutil y de manera sigilosa y subrepticia, no pasó el proyecto por las cámaras, lo dejó evolucionar y diseñó una estrategia digital para el otorgamiento de concesiones, estrategia elaborada que sólo podían reunir las grandes empresas, despojando al pueblo de una equidad de condiciones. Fue tan criticada su entelequia, que tuvo que declarar la suspensión del trámite digital por seis meses para reiniciar luego.

Por ello el día de ayer -15 de oct.- la fracción de senadores de Morena y otros partidos solicitaron el pronunciamiento oficial del Senado, para: 1) Exhortar a Enrique Peña Nieto, titular del Ejecutivo federal, a que revoque los 10 decretos publicados el 10 de junio del año en curso, en el periódico oficial de la Federación; donde se elimina la veda y se establecen reservas de agua en varias cuencas hidrológicas del país; 2) De igual forma, se solicita al titular de Conagua suspender de manera indefinida las nuevas concesiones de agua, otorgadas al amparo de los decretos publicados y de trámites digitales. 3) Citar a comparecer a los titulares del Medio Ambiente y Recursos Naturales y de Conagua, para que expliquen los impactos sociales y económicos de estas concesiones y 4) Realizar una discusión nacional con todos los interesados, para diseñar un nuevo modelo de “gobernanza hidrológica” que garantice la preservación del recurso y las garantías de los ciudadanos; patentizando… que no se permitirá la privatización de las aguas nacionales, que son un recurso de todos.

Así Morena, y los partidos afines, luchan por conjurar la maldición con que Peña Nieto y sus políticos y empresarios corifeos han intentado injuriar a la nación.

¿Hasta dónde la dignidad de un ciudadano se puede rebajar y anular, en aras de su sevicia y lucro contra su patria? ¿Qué clase de inmunda rata hay que ser?