/ domingo 9 de mayo de 2021

Negligencia política: Desgracia del mexicano

Por: Katherine Ramírez


Sabemos que la negligencia en un sentido general es la falta de cuidado, la omisión y falta de aplicación de una persona en sus obligaciones.

Te recuerdo que las autoridades administrativas en México están encargadas de la administración pública, en la cual su principal representante es: el Poder Ejecutivo. Su principal función es velar por el interés público, por el bien común de la sociedad entera, procurar el bienestar de todos los habitantes del país.

Es bonito leerlo pero duele vivirlo en un país en el que una parte de sus representantes son todo lo contrario a lo que se nos dijo que nos iba a garantizar seguridad, bienestar y dignidad, en el que prefieren atribuir culpas en lugar de tomar la responsabilidad que a cada uno les compete y que desgraciadamente es un problema con el que lidiamos desde hace años, puedo decir décadas. Indignante, vivir en el país en el que se busca el bienestar de unos pocos.

Pagamos nuestros impuestos para que se nos brinde una mejor calidad en los servicios que a diario utilizamos, y ¿cómo se nos paga? comprando un boleto de transporte a cambio de no volver a casa.

Me puse a reflexionar en si la culpa total era de las autoridades o un poco de nosotros por elegir mal a nuestros gobernantes, pero la realidad es que nosotros votamos con la convicción de que se haga algo en las diferentes problemáticas a las que nos enfrentamos diariamente, no queremos que se nos resuelva la vida, así que como ciudadanos también contribuimos con lo que se nos obliga, pero ¿ha servido de mucho? si no les interesa brindarnos una calidad digna y como mínimo de los servicios por los que pagamos.

Hoy alguien decidió con su falta de acción sobre nuestras vidas, cuando nosotros solo nos levantamos cada mañana a cumplir sueños o a trabajar para llevar comida a nuestras casas, era un día en el que nos esperaban nuestras familias, día que para muchos fue el último.

Desgraciadamente esto no es la primera demostración de negligencia de las autoridades en la que para mal hemos estado involucrados y al parecer no será la última.

Nos demostraron que el valor de la vida está en segundo plano cuando los intereses propios son más “importantes” que los de una sociedad, dejaron para el final la integridad de personas que confiaban en lo que se les brindaba o personas que para ellas era el único medio para poder llegar a sus destinos.

¿tiene que morir alguien para que se nos hagan valer nuestros derechos y garantías?


Corre: katherinejlrs11@gmail.com


Por: Katherine Ramírez


Sabemos que la negligencia en un sentido general es la falta de cuidado, la omisión y falta de aplicación de una persona en sus obligaciones.

Te recuerdo que las autoridades administrativas en México están encargadas de la administración pública, en la cual su principal representante es: el Poder Ejecutivo. Su principal función es velar por el interés público, por el bien común de la sociedad entera, procurar el bienestar de todos los habitantes del país.

Es bonito leerlo pero duele vivirlo en un país en el que una parte de sus representantes son todo lo contrario a lo que se nos dijo que nos iba a garantizar seguridad, bienestar y dignidad, en el que prefieren atribuir culpas en lugar de tomar la responsabilidad que a cada uno les compete y que desgraciadamente es un problema con el que lidiamos desde hace años, puedo decir décadas. Indignante, vivir en el país en el que se busca el bienestar de unos pocos.

Pagamos nuestros impuestos para que se nos brinde una mejor calidad en los servicios que a diario utilizamos, y ¿cómo se nos paga? comprando un boleto de transporte a cambio de no volver a casa.

Me puse a reflexionar en si la culpa total era de las autoridades o un poco de nosotros por elegir mal a nuestros gobernantes, pero la realidad es que nosotros votamos con la convicción de que se haga algo en las diferentes problemáticas a las que nos enfrentamos diariamente, no queremos que se nos resuelva la vida, así que como ciudadanos también contribuimos con lo que se nos obliga, pero ¿ha servido de mucho? si no les interesa brindarnos una calidad digna y como mínimo de los servicios por los que pagamos.

Hoy alguien decidió con su falta de acción sobre nuestras vidas, cuando nosotros solo nos levantamos cada mañana a cumplir sueños o a trabajar para llevar comida a nuestras casas, era un día en el que nos esperaban nuestras familias, día que para muchos fue el último.

Desgraciadamente esto no es la primera demostración de negligencia de las autoridades en la que para mal hemos estado involucrados y al parecer no será la última.

Nos demostraron que el valor de la vida está en segundo plano cuando los intereses propios son más “importantes” que los de una sociedad, dejaron para el final la integridad de personas que confiaban en lo que se les brindaba o personas que para ellas era el único medio para poder llegar a sus destinos.

¿tiene que morir alguien para que se nos hagan valer nuestros derechos y garantías?


Corre: katherinejlrs11@gmail.com