/ sábado 5 de octubre de 2019

Providas, unidad y ética

En la intensa batalla que sucede entre una mayoría que defiende el matrimonio y la adopción tradicionales en contra de legalizar el aborto, así como el matrimonio y la adopción homo parental, en Chihuahua sucedió que hubo recientemente dos marchas, la primera organizada por grupos protestantes, evangélicos y cristianos y la última por la mayoría católica de la ciudad.

Dentro de todas las denominaciones cristianas se levantan voces en pro de la unidad, dispuestos a practicar cierta tolerancia, cuando suceden excesos menores en los mensajes, en el momento de usar el micrófono o en las entrevistas ante los medios de comunicación.

Pero, como buenos maxacanos, nunca falta "el que con más saliva traga más pinole" político y mediático. Por ejemplo, en la marcha de los grupos no católicos apareció el presidente estatal del PRI, el señor Bazán, me imagino para enviar un mensaje al electorado de que es un ético y virtuoso grillo que está en favor de la vida, independientemente de si acarrea y compra votos a la hora de las elecciones generales e internas de su partido, para evitar que los votantes creyentes lo regresen a la vida privada.

Los organizadores de la marcha del 21 de septiembre se presentaron bajo las siglas del Frente Nacional por la Familia y Alianza por la Familia, y acordaron que ninguna otra organización, nombre o logotipo aparecería, para evitar los excesos y oportunismo que habían sucedido en eventos y marchas anteriores, donde hubo quien se aprovechó de la tolerancia y buena fe, para llevar agua a su molino. Maniobras que a nadie sorprenden en los espacios de la grilla, pero que no deberían suceder en las causas que se organizan bajo la sombrilla de los evangelios.

El 21 de septiembre mientras se reunían en la plaza del Ángel quienes marcharían, cuál no sería la sorpresa de los organizadores, cuando el grupo que encabeza José Medrano, Cruzada por la Familia, colocó en la parte más alta del monumento una gran manta azul con el nombre de la organización, engañando a varios medios de comunicación, que publicaron la foto dando la impresión del grupo como organizador, siendo que era un invitado.

La estrategia no fue una sorpresa porque ya en algunas protestas ante el pleno del Congreso del Estado, el grupo minoritario del señor Medrano capitalizó la situación colocando grandes cartulinas o mantas a mero al frente de quienes acudieron a protestar para frenar alguna iniciativa progénero.

Un buen número de quienes dirigen y se entregan desinteresadamente en los movimientos provida no les interesa o de plano no les gusta aparecer en los medios de comunicación, haciendo uso del micrófono o negociando con grillos, gobiernos y partidos, ya sea por timidez, humildad o simplemente para cuidar su privacidad, lo que provoca un vacío de liderazgo que aprovechan quienes buscan hacer bola para crecer su fama mediática, política, o social, en lugar de construir una coordinación funcional, ética y respetuosa.

En la intensa batalla que sucede entre una mayoría que defiende el matrimonio y la adopción tradicionales en contra de legalizar el aborto, así como el matrimonio y la adopción homo parental, en Chihuahua sucedió que hubo recientemente dos marchas, la primera organizada por grupos protestantes, evangélicos y cristianos y la última por la mayoría católica de la ciudad.

Dentro de todas las denominaciones cristianas se levantan voces en pro de la unidad, dispuestos a practicar cierta tolerancia, cuando suceden excesos menores en los mensajes, en el momento de usar el micrófono o en las entrevistas ante los medios de comunicación.

Pero, como buenos maxacanos, nunca falta "el que con más saliva traga más pinole" político y mediático. Por ejemplo, en la marcha de los grupos no católicos apareció el presidente estatal del PRI, el señor Bazán, me imagino para enviar un mensaje al electorado de que es un ético y virtuoso grillo que está en favor de la vida, independientemente de si acarrea y compra votos a la hora de las elecciones generales e internas de su partido, para evitar que los votantes creyentes lo regresen a la vida privada.

Los organizadores de la marcha del 21 de septiembre se presentaron bajo las siglas del Frente Nacional por la Familia y Alianza por la Familia, y acordaron que ninguna otra organización, nombre o logotipo aparecería, para evitar los excesos y oportunismo que habían sucedido en eventos y marchas anteriores, donde hubo quien se aprovechó de la tolerancia y buena fe, para llevar agua a su molino. Maniobras que a nadie sorprenden en los espacios de la grilla, pero que no deberían suceder en las causas que se organizan bajo la sombrilla de los evangelios.

El 21 de septiembre mientras se reunían en la plaza del Ángel quienes marcharían, cuál no sería la sorpresa de los organizadores, cuando el grupo que encabeza José Medrano, Cruzada por la Familia, colocó en la parte más alta del monumento una gran manta azul con el nombre de la organización, engañando a varios medios de comunicación, que publicaron la foto dando la impresión del grupo como organizador, siendo que era un invitado.

La estrategia no fue una sorpresa porque ya en algunas protestas ante el pleno del Congreso del Estado, el grupo minoritario del señor Medrano capitalizó la situación colocando grandes cartulinas o mantas a mero al frente de quienes acudieron a protestar para frenar alguna iniciativa progénero.

Un buen número de quienes dirigen y se entregan desinteresadamente en los movimientos provida no les interesa o de plano no les gusta aparecer en los medios de comunicación, haciendo uso del micrófono o negociando con grillos, gobiernos y partidos, ya sea por timidez, humildad o simplemente para cuidar su privacidad, lo que provoca un vacío de liderazgo que aprovechan quienes buscan hacer bola para crecer su fama mediática, política, o social, en lugar de construir una coordinación funcional, ética y respetuosa.