/ sábado 1 de junio de 2019

¿Qué les pasa…?

Llegamos a los primeros seis meses de la presidencia de AMLO y Morena con un embotellamiento de crisis: financieras, porque no alcanzan los recursos, me refiero al dinero que efectivamente pasa por las chequeras del gobierno federal, de empleo, porque su creación no sólo se ha congelado, considerando que alrededor de 100 mil plazas del gobierno federal han sido destruidas, y donde a pesar de la tonelada de fotos, declaraciones y show, el aeropuerto de Santa Lucía, la Refinería Dos Bocas y el Tren Peninsular de Yucatán, todavía están sin planos.

Nuestros grillos, porque de políticos suficientes carecemos, no terminan de entender, asimilar y aceptar, que ya no vivimos los tiempos cuando la información la controlaban un par de cadenas de televisión nacional, una decena de diarios nacionales y por lo general dos periódicos importantes por estado, incluidas algunas estaciones de radio. Actualmente internet los desnuda todos los días.

En el caso de la modernización de las luminarias de las ciudades de Chihuahua y Juárez, ambas administraciones municipales siguen sin mostrarnos ni mostrar a las organizaciones, cámaras, colegios, universidades y tecnológicos, los estudios mínimos para estimar la inversión en infraestructura, reparaciones, equipo, etc. que tendría que realizar la empresa que se saque la rifa como concesionario.

Vemos a Maru y a Cabada a visite y visite espacios donde los asistentes, perdón, invitados, al final de cuentas sólo les queda declarar diplomáticamente y con prudencia, para evitar afectar su relación cotidiana con ambos ayuntamientos.

Imaginemos la desesperación, sí, desesperación y dolor, de quienes están afiliados a cualquier servicio de seguridad médica pública, cuando hacen fila angustiados ante la farmacia de la institución temblando ante la posibilidad de que el medicamento para mitigar el dolor y curarse o para curar a un familiar probablemente no esté disponible y que no tengan dinero para comprarlo.

El senador Cruz Pérez Cuéllar justifica semejante crueldad e irresponsabilidad declarando: "La salud pública se recibió en condiciones deplorables y negó que se vaya a afectar la salud de la ciudadanía", porque me imagino, gracias a su abultado salario no necesita hacer fila en una clínica del gobierno y mucho menos surtir cualquier receta en tales instituciones, sin importar el precio. ¿Quién o qué le impide hoy a AMLO y Morean comprar medicinas a buen precio?

Para evitar la corrupción en la compra de medicinas del sector público, esta semana altos funcionarios federales declaran que el IMMS se encargará de almacenar y distribuir millones de medicamentos a nivel nacional. Pero nuestra benemérita institución no cuenta ni con las bodegas ni con el equipo de transporte ni con los sistemas administrativos ni con el personal para asumir tal irresponsabilidad. ¡Todo tiene límites…!

Llegamos a los primeros seis meses de la presidencia de AMLO y Morena con un embotellamiento de crisis: financieras, porque no alcanzan los recursos, me refiero al dinero que efectivamente pasa por las chequeras del gobierno federal, de empleo, porque su creación no sólo se ha congelado, considerando que alrededor de 100 mil plazas del gobierno federal han sido destruidas, y donde a pesar de la tonelada de fotos, declaraciones y show, el aeropuerto de Santa Lucía, la Refinería Dos Bocas y el Tren Peninsular de Yucatán, todavía están sin planos.

Nuestros grillos, porque de políticos suficientes carecemos, no terminan de entender, asimilar y aceptar, que ya no vivimos los tiempos cuando la información la controlaban un par de cadenas de televisión nacional, una decena de diarios nacionales y por lo general dos periódicos importantes por estado, incluidas algunas estaciones de radio. Actualmente internet los desnuda todos los días.

En el caso de la modernización de las luminarias de las ciudades de Chihuahua y Juárez, ambas administraciones municipales siguen sin mostrarnos ni mostrar a las organizaciones, cámaras, colegios, universidades y tecnológicos, los estudios mínimos para estimar la inversión en infraestructura, reparaciones, equipo, etc. que tendría que realizar la empresa que se saque la rifa como concesionario.

Vemos a Maru y a Cabada a visite y visite espacios donde los asistentes, perdón, invitados, al final de cuentas sólo les queda declarar diplomáticamente y con prudencia, para evitar afectar su relación cotidiana con ambos ayuntamientos.

Imaginemos la desesperación, sí, desesperación y dolor, de quienes están afiliados a cualquier servicio de seguridad médica pública, cuando hacen fila angustiados ante la farmacia de la institución temblando ante la posibilidad de que el medicamento para mitigar el dolor y curarse o para curar a un familiar probablemente no esté disponible y que no tengan dinero para comprarlo.

El senador Cruz Pérez Cuéllar justifica semejante crueldad e irresponsabilidad declarando: "La salud pública se recibió en condiciones deplorables y negó que se vaya a afectar la salud de la ciudadanía", porque me imagino, gracias a su abultado salario no necesita hacer fila en una clínica del gobierno y mucho menos surtir cualquier receta en tales instituciones, sin importar el precio. ¿Quién o qué le impide hoy a AMLO y Morean comprar medicinas a buen precio?

Para evitar la corrupción en la compra de medicinas del sector público, esta semana altos funcionarios federales declaran que el IMMS se encargará de almacenar y distribuir millones de medicamentos a nivel nacional. Pero nuestra benemérita institución no cuenta ni con las bodegas ni con el equipo de transporte ni con los sistemas administrativos ni con el personal para asumir tal irresponsabilidad. ¡Todo tiene límites…!