/ viernes 16 de agosto de 2019

Terrorismo en USA

¿Cuál de los dos terrorismos,

hay en Estados Unidos;

el de grupos distinguidos,

o el que mueven ellos mismos?


Terrorismo: a) Conjunto de actos de violencia cometidos por grupos revolucionarios;

y b) Régimen de violencia instaurado por un Gobierno. Diccionario Larousse.

Creo que la segunda acepción viene a ser la más adecuada al caso; como anillo al dedo. Pero por favor no lo divulguen, porque por andar “creyendo” me pueden quitar el pasaporte, luego dónde compro mis calzoncitos. Porque eso sí, yo uso calzones de “El Paso, Tex”. Así cuando mis nietos hablen de El Paso, dirán: “Ah sí, ahí donde mi abuelo se compraba sus calzones”.

“Pos aí” tiene ustedes, que el mero día de la balacera, mi mujer y yo estábamos en Walmart; sí pero en Walmart, cerca del puente Zaragoza, afortunadamente.

Y déjenme platicarles que mi señora madre, habiendo quedada huérfana muy niña, quedó al cuidado de una tía con seis hijas pequeñas, siendo mi madre la mayor, y a los pocos años la tía (madre adoptiva) quedó viuda con un “jején” de niñas, en la mera sierra de Zacatecas. Mi madre estudió comercio en Durango y junto con la más grande de sus hermanas -prima-, viajaron a Cd. Juárez, donde mi madre trabajó como secretaria de la Presidencia Municipal; cuando la presidencia de Villarreal, de trágica muerte; poco, a poco, ambas fueron trayendo a todas sus hermanas y a mi abuela -tía abuela- a Cd. Juárez, y por eso además a mí me tocó nacer en esa metrópoli. Mi familia inmediata en unos meses se mudaría a Chihuahua, y para 1960, todas mis tías se habrían casado y convertido primero en residentes y luego en ciudadanas de El Paso. Sólo tres de ellas sobreviven y son mis viejitas muy queridas, que mi mujer y yo visitamos con relativa frecuencia. Sin embargo las malas lenguas que todo distorsionan han llegado a decir… “que han visto al Dr. Visconti en compañía de tres viejotas 80-60-90, paseando en El Paso, Texas”; méndigos maledicentes, son dos de mis viejitas de 80 y 90 años, no son medidas anatómicas, y mi mujer que es una “chava” sesenteañera; bueno ya casi setenteañera.

Retrotrayendo la plática al día del atentado, cuando llegamos a la casa, la tía Mague estaba teléfono en mano diciendo a un hijo que llamó de Chicago, que nosotros estábamos bien y que íbamos llegando. Dos de mis hijos se habían reportado diciendo que las noticias manejaban varios atentados simultáneos, “fake news” (?). Me llevé luego a comer a mis viejitas –menos a una- y casi todos los restaurantes estaban cerrados, El Paso se paralizó; encontramos un restaurante chino, donde las noticias televisivas hablaban ya de veinte muertos y diez heridos. Un comensal vecino exclamó… “son mentiras, yo estuve en Cielo Vista y nos retuvo casi dos horas la policía, nos acaban de permitir salir, pero hay más de cincuenta muertos y el atentado fue en varios lugares”.

Al siguiente día el diario local sólo decía lo que ya sabíamos y que las funerarias con espontaneidad humanitaria pagarían los sepelios. Tanta generosidad me pareció camuflaje.

Creo que el Gobierno ocultó los hechos verdaderos; la niña de Mario de Alba –familia agredida- afirma haber visto a cuatro atacantes, según relato de uno de mis hijos, que los fue a visitar por su amistad. Y las diversas agresiones de los siguientes días nos sugieren un complot orquestado a nivel nacional. Los supremacistas blancos ¿acabarán así con todos los latinos, o es una estrategia de algún grupo gubernamental con mentalidad, método y conciencia retorcida? Se los dejo a su criterio. Pero seguro hay más de lo que vemos y nos pretenden hacer creer.

Lea mi libro “El Güero Doroteo Arango”, de venta en C. Cedro #1307 –precio autor- informes al teléfono 614-198-3941, o en librerías La Prensa. No se lo pierda. Para que no ande contando puras mentiras, cuando hable de Francisco Villa.


¿Cuál de los dos terrorismos,

hay en Estados Unidos;

el de grupos distinguidos,

o el que mueven ellos mismos?


Terrorismo: a) Conjunto de actos de violencia cometidos por grupos revolucionarios;

y b) Régimen de violencia instaurado por un Gobierno. Diccionario Larousse.

Creo que la segunda acepción viene a ser la más adecuada al caso; como anillo al dedo. Pero por favor no lo divulguen, porque por andar “creyendo” me pueden quitar el pasaporte, luego dónde compro mis calzoncitos. Porque eso sí, yo uso calzones de “El Paso, Tex”. Así cuando mis nietos hablen de El Paso, dirán: “Ah sí, ahí donde mi abuelo se compraba sus calzones”.

“Pos aí” tiene ustedes, que el mero día de la balacera, mi mujer y yo estábamos en Walmart; sí pero en Walmart, cerca del puente Zaragoza, afortunadamente.

Y déjenme platicarles que mi señora madre, habiendo quedada huérfana muy niña, quedó al cuidado de una tía con seis hijas pequeñas, siendo mi madre la mayor, y a los pocos años la tía (madre adoptiva) quedó viuda con un “jején” de niñas, en la mera sierra de Zacatecas. Mi madre estudió comercio en Durango y junto con la más grande de sus hermanas -prima-, viajaron a Cd. Juárez, donde mi madre trabajó como secretaria de la Presidencia Municipal; cuando la presidencia de Villarreal, de trágica muerte; poco, a poco, ambas fueron trayendo a todas sus hermanas y a mi abuela -tía abuela- a Cd. Juárez, y por eso además a mí me tocó nacer en esa metrópoli. Mi familia inmediata en unos meses se mudaría a Chihuahua, y para 1960, todas mis tías se habrían casado y convertido primero en residentes y luego en ciudadanas de El Paso. Sólo tres de ellas sobreviven y son mis viejitas muy queridas, que mi mujer y yo visitamos con relativa frecuencia. Sin embargo las malas lenguas que todo distorsionan han llegado a decir… “que han visto al Dr. Visconti en compañía de tres viejotas 80-60-90, paseando en El Paso, Texas”; méndigos maledicentes, son dos de mis viejitas de 80 y 90 años, no son medidas anatómicas, y mi mujer que es una “chava” sesenteañera; bueno ya casi setenteañera.

Retrotrayendo la plática al día del atentado, cuando llegamos a la casa, la tía Mague estaba teléfono en mano diciendo a un hijo que llamó de Chicago, que nosotros estábamos bien y que íbamos llegando. Dos de mis hijos se habían reportado diciendo que las noticias manejaban varios atentados simultáneos, “fake news” (?). Me llevé luego a comer a mis viejitas –menos a una- y casi todos los restaurantes estaban cerrados, El Paso se paralizó; encontramos un restaurante chino, donde las noticias televisivas hablaban ya de veinte muertos y diez heridos. Un comensal vecino exclamó… “son mentiras, yo estuve en Cielo Vista y nos retuvo casi dos horas la policía, nos acaban de permitir salir, pero hay más de cincuenta muertos y el atentado fue en varios lugares”.

Al siguiente día el diario local sólo decía lo que ya sabíamos y que las funerarias con espontaneidad humanitaria pagarían los sepelios. Tanta generosidad me pareció camuflaje.

Creo que el Gobierno ocultó los hechos verdaderos; la niña de Mario de Alba –familia agredida- afirma haber visto a cuatro atacantes, según relato de uno de mis hijos, que los fue a visitar por su amistad. Y las diversas agresiones de los siguientes días nos sugieren un complot orquestado a nivel nacional. Los supremacistas blancos ¿acabarán así con todos los latinos, o es una estrategia de algún grupo gubernamental con mentalidad, método y conciencia retorcida? Se los dejo a su criterio. Pero seguro hay más de lo que vemos y nos pretenden hacer creer.

Lea mi libro “El Güero Doroteo Arango”, de venta en C. Cedro #1307 –precio autor- informes al teléfono 614-198-3941, o en librerías La Prensa. No se lo pierda. Para que no ande contando puras mentiras, cuando hable de Francisco Villa.