/ viernes 28 de diciembre de 2018

Un esperanzador año nuevo

Cartucheras al cañón…

La esperanza, la refrendas

con el plan obradorista;

y que el Señor nos asista,

pues son cambios sin prebendas


Este año nuevo no es como los demás; en que siempre habíamos tenido “más de lo mismo”; y con ello me refiero al ámbito sociopolítico nacional. Hay una verdadera esperanza si no de vencer... sí de paliar a tanto sátrapa y deshonesto gubernamental, y con ello promover la honorabilidad en el resto de la sociedad. Existen actualmente cretinos

-voceros de los partidos en derrota- que niegan y ponen en duda los buenos propósitos del nuevo gobierno. Así dice un opinador en “Cartas al director”… “El nuevo gobierno nos prometió mucho y hasta la fecha nada ha cumplido”; esta expresión fue hecha a los escasos diez días del cambio de gobierno; el minusválido cerebral que lo dijo exige que en diez días se realicen los cien puntos del proyecto “obradorista”; o por lo menos un gran porcentaje de ellos (?). Absurdo, incongruente, estúpido, ¿no les parece? Poniendo en su inverosímil análisis toda la mala fe del mundo, producto de su frustración personal.

Pero los que realizamos procesos mentales más o menos en límites normales entendemos que la sola llegada de AMLO al poder es el mayor y más significativo cambio para lograr un México nuevo, más limpio y más esperanzador.

Así hemos visto que inició la época de austeridad gubernamental; que se ofrecen a la venta los vehículos aeronáuticos de lujo; que se detiene por primera vez a huachicoleros, con treinta pipas que son incautadas; que se reducen sueldos estratosféricos a funcionarios públicos; que se limita por primera vez el dispendio de los salarios a jueces y magistrados; que se corrige el gasto indebido de guardias, a particulares amigos del régimen; que se anuló el oneroso Estado Mayor Presidencial; que se abrogaron las millonarias pensiones y servicios a expresidentes corruptos del país; que se decretó el alza a los apoyos económicos de las personas menesterosas de la tercera edad; que se detuvieron obras arquitectónicas que beneficiaban a los oligarcas nacionales; que se dio marcha atrás a la pseudoreforma Educativa; que se regularon los presupuestos estatales en atención al plan de austeridad; y otros asuntillo más, realizados en el primer mes de ejercicio presidencial.

¿Por qué entonces no habríamos de estar esperanzados a que cumplirá con su “proyecto de 100 puntos”?; las becas para los estudiantes de primaria, hasta escuelas técnicas; bachilleratos y universidades; la atención médica y farmacológica a la población con requerimientos prioritarios del país; el incremento a las pensiones de los adultos mayores, a nivel nacional; el apoyo económico a las personas con discapacidad; los apoyos a los pequeños productores del campo; los créditos a la palabra a ejidatarios, comuneros y artesanos; el beneficio a los municipios respectivos, de los impuestos de la explotación minera; el no incremento de los costos actuales de los energéticos; el no incremento de las tasas impositivas actuales; la reducción al 50% del gasto publicitario del gobierno; la abrogación del fuero presidencial y de otros servidores públicos; la rehabilitación de refinerías y la construcción de nuevas; la rehabilitación de la CFE; la prohibición de la introducción y uso de semillas transgénicas; la prohibición de la privatización del agua; etc., etc.

Pero no solamente abriguemos esperanza en los cambios del nuevo régimen: seamos parte de ellos, y colaboremos con entusiasmo a la regeneración nacional. Feliz año nuevo. Y un sentido pésame a la familia del Lic. Jorge Mazpúlez Pérez, inestimable amigo que recién nos dejó.

Cartucheras al cañón…

La esperanza, la refrendas

con el plan obradorista;

y que el Señor nos asista,

pues son cambios sin prebendas


Este año nuevo no es como los demás; en que siempre habíamos tenido “más de lo mismo”; y con ello me refiero al ámbito sociopolítico nacional. Hay una verdadera esperanza si no de vencer... sí de paliar a tanto sátrapa y deshonesto gubernamental, y con ello promover la honorabilidad en el resto de la sociedad. Existen actualmente cretinos

-voceros de los partidos en derrota- que niegan y ponen en duda los buenos propósitos del nuevo gobierno. Así dice un opinador en “Cartas al director”… “El nuevo gobierno nos prometió mucho y hasta la fecha nada ha cumplido”; esta expresión fue hecha a los escasos diez días del cambio de gobierno; el minusválido cerebral que lo dijo exige que en diez días se realicen los cien puntos del proyecto “obradorista”; o por lo menos un gran porcentaje de ellos (?). Absurdo, incongruente, estúpido, ¿no les parece? Poniendo en su inverosímil análisis toda la mala fe del mundo, producto de su frustración personal.

Pero los que realizamos procesos mentales más o menos en límites normales entendemos que la sola llegada de AMLO al poder es el mayor y más significativo cambio para lograr un México nuevo, más limpio y más esperanzador.

Así hemos visto que inició la época de austeridad gubernamental; que se ofrecen a la venta los vehículos aeronáuticos de lujo; que se detiene por primera vez a huachicoleros, con treinta pipas que son incautadas; que se reducen sueldos estratosféricos a funcionarios públicos; que se limita por primera vez el dispendio de los salarios a jueces y magistrados; que se corrige el gasto indebido de guardias, a particulares amigos del régimen; que se anuló el oneroso Estado Mayor Presidencial; que se abrogaron las millonarias pensiones y servicios a expresidentes corruptos del país; que se decretó el alza a los apoyos económicos de las personas menesterosas de la tercera edad; que se detuvieron obras arquitectónicas que beneficiaban a los oligarcas nacionales; que se dio marcha atrás a la pseudoreforma Educativa; que se regularon los presupuestos estatales en atención al plan de austeridad; y otros asuntillo más, realizados en el primer mes de ejercicio presidencial.

¿Por qué entonces no habríamos de estar esperanzados a que cumplirá con su “proyecto de 100 puntos”?; las becas para los estudiantes de primaria, hasta escuelas técnicas; bachilleratos y universidades; la atención médica y farmacológica a la población con requerimientos prioritarios del país; el incremento a las pensiones de los adultos mayores, a nivel nacional; el apoyo económico a las personas con discapacidad; los apoyos a los pequeños productores del campo; los créditos a la palabra a ejidatarios, comuneros y artesanos; el beneficio a los municipios respectivos, de los impuestos de la explotación minera; el no incremento de los costos actuales de los energéticos; el no incremento de las tasas impositivas actuales; la reducción al 50% del gasto publicitario del gobierno; la abrogación del fuero presidencial y de otros servidores públicos; la rehabilitación de refinerías y la construcción de nuevas; la rehabilitación de la CFE; la prohibición de la introducción y uso de semillas transgénicas; la prohibición de la privatización del agua; etc., etc.

Pero no solamente abriguemos esperanza en los cambios del nuevo régimen: seamos parte de ellos, y colaboremos con entusiasmo a la regeneración nacional. Feliz año nuevo. Y un sentido pésame a la familia del Lic. Jorge Mazpúlez Pérez, inestimable amigo que recién nos dejó.