/ lunes 30 de diciembre de 2019

UN EXTRAÑO ENEMIGO

“Más si osare un extraño enemigo, profanar con su planta tu suelo, pienso oh Patria querida que el cielo, un soldado en cada hijo te dio”

Himno Nacional Mexicano


En algunos de muchos twitazos, el payaso peligroso de Donald Trump ha dicho que Andrés Manuel es socialista, pero le cae bien, por su parte, Andrés Manuel siempre se refiere al presidente Trump agradeciéndole su respeto a la soberanía nacional.

En el fondo, ambos presidentes saben que representan y defienden 2 modelos de país antagónicos: uno neoliberal de capitalismo salvaje, que Trump quiere conservar así, y el de AMLO de la 4-T, que sin ser socialista sí pretende separar el poder económico de la oligarquía nacional y su aliada imperialista, del poder del Estado mexicano, que por lo pronto representa AMLO en la Presidencia de la República.

Esta contradicción fue –provisionalmente-, resuelta en el plano nacional, al ser inminente la ratificación por el Congreso norteamericano del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, ahora rebautizado como T-MEC.

En el plano internacional, la contradicción se expresa más abiertamente, el imperialismo yanqui no le perdona a AMLO 4-T la osadía de salvarle la vida a Evo, presidente de la hermana República de Bolivia, no tanto por Evo como persona, sino por lo que representa Bolivia en los últimos 13 años, bajo la presidencia de Evo: un modelo diferente y mejor al del capitalismo salvaje.

Maximiliano Reyes, subsecretario de la SRE, denunció el secuestro policiaco y militar contra las instalaciones diplomáticas mexicanas en La Paz, Bolivia, por parte del gobierno golpista que despojó de la presidencia a Evo Morales, pretenden ingresar por la fuerza a la Embajada mexicana, incrementando la custodia policiaca normal de 3 elementos a más de 100, el objetivo declarado es capturar para encarcelar a los 9 asilados políticos, que se encuentran en la sede diplomática mexicana.

La sola amenaza ya es una violación flagrante, de los principios fundamentales del derecho internacional, que establecen que las embajadas son para efectos jurídicos, territorio soberano del país que representan, y por lo tanto, ninguna autoridad del país sede, por ningún motivo y bajo ninguna circunstancia, tiene permitido el ingreso sin autorización diplomática expresa.

10 mil mexicanos viven en Bolivia, Andrés Manuel y el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, han dado instrucciones precisas a la Embajada para no permitir que la amenaza se concretice.

En defensa jurídica, el Gobierno de México ya acudió formalmente a la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Holanda, que es el principal tribunal de la ONU, para resolver los conflictos entre diversos estados, como es el caso de México y Bolivia.

En la Cuba prerrevolucionaria del títere del imperio yanqui, Fulgencio Batista, en los 50 se dio un hecho similar: el diplomático mexicano ejemplar don Gilberto Bosques asiló a diversos altos funcionarios del gobierno derrocado, mediante el golpe de estado de Fulgencio Batista en 1952.

Un capitán de la dictadura batistiana de apellido Ventura amenazó de muerte a don Gilberto, y le informó que ingresaría por la fuerza a la Embajada mexicana, a apresar a los asilados políticos.

Graciela de Garay, doctora en Historia por la Universidad Iberoamericana, en su libro: “Gilberto Bosques, el oficio de gran negociador”, nos cuenta que ante esta amenaza, don Gilberto contestó: Aquí te espero, no será fácil que entres, estoy armado y sé tirar bastante bien. El capitán no se atrevió a entrar, en esos mismos días, en la Embajada de Haití ingresó por la fuerza un grupo armado, comandados por el jefe policiaco de La Habana, con la misma intención de capturar a los asilados y ocupar la embajada, uno de los asilados estaba armado y mató al jefe policiaco.

Esperemos que esos hechos de barbarie sean cosa del pasado, que la política y la Corte Internacional de Justicia de la ONU resuelva por la vía del derecho y no de la fuerza, como lo pretende el gobierno boliviano golpista.

P.d. agradezco a mi hijo Viet Juan Félix la referencia histórica del libro citado, parte de su tesis doctoral sobre don Gilberto.

“Más si osare un extraño enemigo, profanar con su planta tu suelo, pienso oh Patria querida que el cielo, un soldado en cada hijo te dio”

Himno Nacional Mexicano


En algunos de muchos twitazos, el payaso peligroso de Donald Trump ha dicho que Andrés Manuel es socialista, pero le cae bien, por su parte, Andrés Manuel siempre se refiere al presidente Trump agradeciéndole su respeto a la soberanía nacional.

En el fondo, ambos presidentes saben que representan y defienden 2 modelos de país antagónicos: uno neoliberal de capitalismo salvaje, que Trump quiere conservar así, y el de AMLO de la 4-T, que sin ser socialista sí pretende separar el poder económico de la oligarquía nacional y su aliada imperialista, del poder del Estado mexicano, que por lo pronto representa AMLO en la Presidencia de la República.

Esta contradicción fue –provisionalmente-, resuelta en el plano nacional, al ser inminente la ratificación por el Congreso norteamericano del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, ahora rebautizado como T-MEC.

En el plano internacional, la contradicción se expresa más abiertamente, el imperialismo yanqui no le perdona a AMLO 4-T la osadía de salvarle la vida a Evo, presidente de la hermana República de Bolivia, no tanto por Evo como persona, sino por lo que representa Bolivia en los últimos 13 años, bajo la presidencia de Evo: un modelo diferente y mejor al del capitalismo salvaje.

Maximiliano Reyes, subsecretario de la SRE, denunció el secuestro policiaco y militar contra las instalaciones diplomáticas mexicanas en La Paz, Bolivia, por parte del gobierno golpista que despojó de la presidencia a Evo Morales, pretenden ingresar por la fuerza a la Embajada mexicana, incrementando la custodia policiaca normal de 3 elementos a más de 100, el objetivo declarado es capturar para encarcelar a los 9 asilados políticos, que se encuentran en la sede diplomática mexicana.

La sola amenaza ya es una violación flagrante, de los principios fundamentales del derecho internacional, que establecen que las embajadas son para efectos jurídicos, territorio soberano del país que representan, y por lo tanto, ninguna autoridad del país sede, por ningún motivo y bajo ninguna circunstancia, tiene permitido el ingreso sin autorización diplomática expresa.

10 mil mexicanos viven en Bolivia, Andrés Manuel y el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, han dado instrucciones precisas a la Embajada para no permitir que la amenaza se concretice.

En defensa jurídica, el Gobierno de México ya acudió formalmente a la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Holanda, que es el principal tribunal de la ONU, para resolver los conflictos entre diversos estados, como es el caso de México y Bolivia.

En la Cuba prerrevolucionaria del títere del imperio yanqui, Fulgencio Batista, en los 50 se dio un hecho similar: el diplomático mexicano ejemplar don Gilberto Bosques asiló a diversos altos funcionarios del gobierno derrocado, mediante el golpe de estado de Fulgencio Batista en 1952.

Un capitán de la dictadura batistiana de apellido Ventura amenazó de muerte a don Gilberto, y le informó que ingresaría por la fuerza a la Embajada mexicana, a apresar a los asilados políticos.

Graciela de Garay, doctora en Historia por la Universidad Iberoamericana, en su libro: “Gilberto Bosques, el oficio de gran negociador”, nos cuenta que ante esta amenaza, don Gilberto contestó: Aquí te espero, no será fácil que entres, estoy armado y sé tirar bastante bien. El capitán no se atrevió a entrar, en esos mismos días, en la Embajada de Haití ingresó por la fuerza un grupo armado, comandados por el jefe policiaco de La Habana, con la misma intención de capturar a los asilados y ocupar la embajada, uno de los asilados estaba armado y mató al jefe policiaco.

Esperemos que esos hechos de barbarie sean cosa del pasado, que la política y la Corte Internacional de Justicia de la ONU resuelva por la vía del derecho y no de la fuerza, como lo pretende el gobierno boliviano golpista.

P.d. agradezco a mi hijo Viet Juan Félix la referencia histórica del libro citado, parte de su tesis doctoral sobre don Gilberto.