/ lunes 31 de mayo de 2021

Vencer la brecha económico-social y el capitalismo del Estado

Por: Jorge Cruz Camberos

(Parte 2)

En la anterior edición los invitamos a leer esta segunda parte, en la que hablaremos cómo el modelo económico de la Cuarta Transformación se ha convertido prácticamente en un “capitalismo de Estado”. En ese sentido tenemos que hacer amplias reflexiones de lo acontecido en los últimos tres años. Sabemos que, sobre todo en países asiáticos, este modelo ha sido muy fructífero, no obstante en Latinoamérica ha traído el fracaso, misma ruta que México está siguiendo, por la forma en que nuestro presidente lo ha querido implementar.

Primero tenemos que entender que el “capitalismo de Estado” es el que controla la distribución de recursos y oportunidades, ese que puede intervenir en cualquier industria y que dirige la economía, la infraestructura, la inversión y el desarrollo, educación, salud y vivienda.

Todo esto -en teoría- suena bien, el gran problema es que esta definición siempre viene acompañada, a mediano plazo, de una gran corrupción, favoritismo y la carencia de un Estado de Derecho sólido, ya que no contempla la presencia de lo que denominamos “contrapesos”. Ante ello terminan ganando los intereses personales sobre los colectivos, aunado a un marcado centralismo en el que Chihuahua siempre ha salido desfavorecido por la gran distancia que hay entre la capital del país y nuestro estado; no se diga la intervención negativa del gobierno federal en turno sobre temas estratégicos como el energético.

¿Qué propuesta hacer?, creo que hay cosas en las que quienes dirigen los destinos del país han sido acertados, por ejemplo en dar un cambio de timón para generar más oportunidades a los más necesitados; el gran problema está en que el resto de los segmentos o sectores han sido desprotegidos y en su caso atacados.

En ese sentido, no podemos olvidarnos del resto de la población, pues la riqueza (inversionistas) es esencial para la generación del empleo que hace que millones de mexicanos lleven comida a las mesas de sus hogares.

En esa tesitura debe haber también oportunidades para los empleadores, un gobierno que regule y empareje el terreno, que haga sinergia con el sector privado

para que se cosechen más y mejores condiciones económicas y sociales en el país.

Centrémonos pues en la persona y el planeta, en trabajar humanamente de la mano, me refiero a la empresa socialmente responsable, los gobiernos cumpliendo con el propósito y misión para los que fueron creados, y la ciudadanía siendo un segmento comprometido y participativo. Todo esto, obviamente, respetando la presencia de instituciones que generen contrapeso, sin tratar de desaparecerlas como se ha intentado en los últimos años en contra del INE, Inegi, Trife, sólo por mencionar unas.

El rol del gobierno, considero, debe ser catapultar las mismas oportunidades para todos en educación, salud, vivienda y conectividad digital; además no permitir los monopolios, ni privados ni públicos; ser también el regulador de las empresas y permitir que se desarrollen en un mercado libre; que sea el guardián del futuro, cuidando el medio ambiente y promoviendo energías limpias.

En ese sentido los empresarios de Chihuahua, de la mano con el gobierno municipal, hemos trabajado conjuntamente en una estrategia sólida, con propuestas e iniciativas elaboradas a través de la Plataforma de Inteligencia Competitiva del Sector Privado (PICsp), del Consejo de Desarrollo Económico Regional Chihuahua Centro (Coder), y que están plasmadas en un documento que sería firmado al terminar los Debates Ciudadanos que organizó la Coparmex, para la Alcaldía el 19 de mayo y la Gubernatura el día 26 del mismo mes. Así dejamos claro que nos estamos ocupando de lo nuestro, pero es necesario que los gobiernos hagan lo suyo.

Por: Jorge Cruz Camberos

(Parte 2)

En la anterior edición los invitamos a leer esta segunda parte, en la que hablaremos cómo el modelo económico de la Cuarta Transformación se ha convertido prácticamente en un “capitalismo de Estado”. En ese sentido tenemos que hacer amplias reflexiones de lo acontecido en los últimos tres años. Sabemos que, sobre todo en países asiáticos, este modelo ha sido muy fructífero, no obstante en Latinoamérica ha traído el fracaso, misma ruta que México está siguiendo, por la forma en que nuestro presidente lo ha querido implementar.

Primero tenemos que entender que el “capitalismo de Estado” es el que controla la distribución de recursos y oportunidades, ese que puede intervenir en cualquier industria y que dirige la economía, la infraestructura, la inversión y el desarrollo, educación, salud y vivienda.

Todo esto -en teoría- suena bien, el gran problema es que esta definición siempre viene acompañada, a mediano plazo, de una gran corrupción, favoritismo y la carencia de un Estado de Derecho sólido, ya que no contempla la presencia de lo que denominamos “contrapesos”. Ante ello terminan ganando los intereses personales sobre los colectivos, aunado a un marcado centralismo en el que Chihuahua siempre ha salido desfavorecido por la gran distancia que hay entre la capital del país y nuestro estado; no se diga la intervención negativa del gobierno federal en turno sobre temas estratégicos como el energético.

¿Qué propuesta hacer?, creo que hay cosas en las que quienes dirigen los destinos del país han sido acertados, por ejemplo en dar un cambio de timón para generar más oportunidades a los más necesitados; el gran problema está en que el resto de los segmentos o sectores han sido desprotegidos y en su caso atacados.

En ese sentido, no podemos olvidarnos del resto de la población, pues la riqueza (inversionistas) es esencial para la generación del empleo que hace que millones de mexicanos lleven comida a las mesas de sus hogares.

En esa tesitura debe haber también oportunidades para los empleadores, un gobierno que regule y empareje el terreno, que haga sinergia con el sector privado

para que se cosechen más y mejores condiciones económicas y sociales en el país.

Centrémonos pues en la persona y el planeta, en trabajar humanamente de la mano, me refiero a la empresa socialmente responsable, los gobiernos cumpliendo con el propósito y misión para los que fueron creados, y la ciudadanía siendo un segmento comprometido y participativo. Todo esto, obviamente, respetando la presencia de instituciones que generen contrapeso, sin tratar de desaparecerlas como se ha intentado en los últimos años en contra del INE, Inegi, Trife, sólo por mencionar unas.

El rol del gobierno, considero, debe ser catapultar las mismas oportunidades para todos en educación, salud, vivienda y conectividad digital; además no permitir los monopolios, ni privados ni públicos; ser también el regulador de las empresas y permitir que se desarrollen en un mercado libre; que sea el guardián del futuro, cuidando el medio ambiente y promoviendo energías limpias.

En ese sentido los empresarios de Chihuahua, de la mano con el gobierno municipal, hemos trabajado conjuntamente en una estrategia sólida, con propuestas e iniciativas elaboradas a través de la Plataforma de Inteligencia Competitiva del Sector Privado (PICsp), del Consejo de Desarrollo Económico Regional Chihuahua Centro (Coder), y que están plasmadas en un documento que sería firmado al terminar los Debates Ciudadanos que organizó la Coparmex, para la Alcaldía el 19 de mayo y la Gubernatura el día 26 del mismo mes. Así dejamos claro que nos estamos ocupando de lo nuestro, pero es necesario que los gobiernos hagan lo suyo.