/ jueves 22 de abril de 2021

Voltea a verme… no me he ido

Por Miguel Ángel Durán

La raíz de la familia, quienes no dejan que su descendencia se detenga, para que siga progresando de la mejor manera. La fuente de la experiencia, que no desaparece, únicamente se transforma, El adulto mayor o mejor dicho, “Los abuelos” pilar de la vivencia y aventura, motivo de felicidad y de ímpetu para realizar acciones. por eso y muchas cosas más, la energía de la punta de la ascendencia, nos conmueve y nos da el valor más importante para nunca olvidarlos; Amor.

Voltearlos a ver, no se han ido y siguen aquí conservando la cordura que conmueve a los jóvenes, quienes nos tuvimos que apartar de ellos por una pandemia y que aún así hicimos la mejor de las adecuaciones para poder llevarlos con nosotros durante este largo tiempo, no dejarlos de lado, extrañarlos y quererlos más que nunca. aprende, considera lo bueno de ellos y aplica los buenos consejos, están aquí y aún hay veces que no nos damos cuenta de tenerlos.

¿Qué tan complicado es para ellos el cambio a la nueva normalidad?

Un gran ser humano lo comento:

“El cambio en mi vida, es un motivo de frustración, porque no puedo adaptarme de una manera correcta a la nueva normalidad, dejar de ver a mi familia en el más complejo de los casos, pero hasta ir a un parque a caminar, con la inseguridad de enfermarse bien, de mantener mi cara tapada, sin poder respirar el aire que te brinda el parque, esta misma es la causa negativa para el cual el adaptarse ha sido complicado”.

Los abuelos llevan una conciencia llena de sabiduría, conocimiento y paciencia. un gran corazón se queda con nosotros cuando ellos no están, y de la misma manera, al no poder tenerlos cerca, y sabiendo lo mucho que a ellos también les afecta el no poder ver a sus familias, puedo confirmar que la mejor muestra de amor en estos tiempos, es cuidarlos al aplicar el distanciamiento social, y no dejarles de recordar, lo importante que son ellos para nosotros.

Juntos en las situaciones de caos, y en la conciliación de los problemas, no dejaremos de voltear a verlos, pues no nos dejarían en ningún caso especial, gracias por estar ahí. Recordemos que siempre está la luz al final del túnel, y los tiempos para poder disfrutar llegarán pronto.

Por Miguel Ángel Durán

La raíz de la familia, quienes no dejan que su descendencia se detenga, para que siga progresando de la mejor manera. La fuente de la experiencia, que no desaparece, únicamente se transforma, El adulto mayor o mejor dicho, “Los abuelos” pilar de la vivencia y aventura, motivo de felicidad y de ímpetu para realizar acciones. por eso y muchas cosas más, la energía de la punta de la ascendencia, nos conmueve y nos da el valor más importante para nunca olvidarlos; Amor.

Voltearlos a ver, no se han ido y siguen aquí conservando la cordura que conmueve a los jóvenes, quienes nos tuvimos que apartar de ellos por una pandemia y que aún así hicimos la mejor de las adecuaciones para poder llevarlos con nosotros durante este largo tiempo, no dejarlos de lado, extrañarlos y quererlos más que nunca. aprende, considera lo bueno de ellos y aplica los buenos consejos, están aquí y aún hay veces que no nos damos cuenta de tenerlos.

¿Qué tan complicado es para ellos el cambio a la nueva normalidad?

Un gran ser humano lo comento:

“El cambio en mi vida, es un motivo de frustración, porque no puedo adaptarme de una manera correcta a la nueva normalidad, dejar de ver a mi familia en el más complejo de los casos, pero hasta ir a un parque a caminar, con la inseguridad de enfermarse bien, de mantener mi cara tapada, sin poder respirar el aire que te brinda el parque, esta misma es la causa negativa para el cual el adaptarse ha sido complicado”.

Los abuelos llevan una conciencia llena de sabiduría, conocimiento y paciencia. un gran corazón se queda con nosotros cuando ellos no están, y de la misma manera, al no poder tenerlos cerca, y sabiendo lo mucho que a ellos también les afecta el no poder ver a sus familias, puedo confirmar que la mejor muestra de amor en estos tiempos, es cuidarlos al aplicar el distanciamiento social, y no dejarles de recordar, lo importante que son ellos para nosotros.

Juntos en las situaciones de caos, y en la conciliación de los problemas, no dejaremos de voltear a verlos, pues no nos dejarían en ningún caso especial, gracias por estar ahí. Recordemos que siempre está la luz al final del túnel, y los tiempos para poder disfrutar llegarán pronto.