/ viernes 29 de septiembre de 2023

Antes que se nos olvide | Con pasión, los resultados florecen

El sábado pasado, integrantes de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua visitamos la Facultad de Ciencias Agrícolas y Forestales de la Universidad Autónoma de Chihuahua, institución que comenzó operaciones en 1967 en la capital, pero 10 años después fue establecida acertadamente en Cd. Delicias, la principal zona agrícola de nuestro estado. Actualmente es dirigida por el maestro Jorge Alberto Sánchez, quien con el Dr. César Guijón tuvieron la gentileza de invitar a nuestra asociación a sus instalaciones, que cuentan con todo lo necesario para que los estudiantes de las carreras de Ingeniero Agrónomo Fitotecnista, Ingeniero Forestal y Administración de Agronegocios, egresen con la mejor preparación académica, destacando 25 salones, 15 laboratorios, 133 hectáreas para cultivo, establo con becerros, vacas y vaquillas; auditorio, entre otros.

Fuimos recibidos por el director Jorge Sánchez, parte del personal docente y administrativo, entre ellos Cesar Guijón, Janet González y José Palma. Da gusto visitar este tipo de instituciones, pues se ve que les apasiona su trabajo, además se palpa armonía en el grupo, como que todos, o la mayoría, están en el mismo canal, comprometidos con su labor educativa, pero también con la comunidad en general, por ejemplo, los laboratorios de la facultad, gran herramienta de aprendizaje para los alumnos, prestan además servicio a los productores agrícolas de la región, otorgando análisis pluviales, de suelo y agua, así mismo, con el laboratorio de insectos benéficos, ayudan a combatir plagas, por medio de insectos que atacan a los bichos nocivos, reduciendo así, el uso de fertilizantes y por ende disminuyendo el impacto ambiental, pues algunos contienen químicos sumamente agresivos. La protección del medio ambiente es primordial, por lo cual los profesores inculcan el uso de productos biológicos, que enriquecen la tierra, en lugar de productos químicos, que en ocasiones no cuentan con una investigación bien fundamentada y sólo dañan el suelo, plantas, árboles como el mezquite, que hace tiempo era muy común ver en el campo, pero ahora está en peligro de extinción, también porque se tala y no se reforesta.

Además, la Facultad de Ciencias Agrícolas y Forestales, es la primera institución que cuenta con una parcela domesticada de sotol, normalmente para que la planta crezca y se pueda industrializar, tarda 36 años, pero con su método, lo acortaron a sólo seis años. Por lo cual, vinateros de la zona que desean establecer una parcela se acercan continuamente a la facultad, donde les brindan asistencia técnica, gracias a este apoyo, varios ya han logrado sembrar una importante cantidad de hectáreas, impulsando con esto la economía de la región.

Se está realizando un excelente trabajo en la Facultad de Ciencias Agrícolas, y es que cuando se hacen las cosas con pasión, tarde o temprano, los resultados florecen.


El sábado pasado, integrantes de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua visitamos la Facultad de Ciencias Agrícolas y Forestales de la Universidad Autónoma de Chihuahua, institución que comenzó operaciones en 1967 en la capital, pero 10 años después fue establecida acertadamente en Cd. Delicias, la principal zona agrícola de nuestro estado. Actualmente es dirigida por el maestro Jorge Alberto Sánchez, quien con el Dr. César Guijón tuvieron la gentileza de invitar a nuestra asociación a sus instalaciones, que cuentan con todo lo necesario para que los estudiantes de las carreras de Ingeniero Agrónomo Fitotecnista, Ingeniero Forestal y Administración de Agronegocios, egresen con la mejor preparación académica, destacando 25 salones, 15 laboratorios, 133 hectáreas para cultivo, establo con becerros, vacas y vaquillas; auditorio, entre otros.

Fuimos recibidos por el director Jorge Sánchez, parte del personal docente y administrativo, entre ellos Cesar Guijón, Janet González y José Palma. Da gusto visitar este tipo de instituciones, pues se ve que les apasiona su trabajo, además se palpa armonía en el grupo, como que todos, o la mayoría, están en el mismo canal, comprometidos con su labor educativa, pero también con la comunidad en general, por ejemplo, los laboratorios de la facultad, gran herramienta de aprendizaje para los alumnos, prestan además servicio a los productores agrícolas de la región, otorgando análisis pluviales, de suelo y agua, así mismo, con el laboratorio de insectos benéficos, ayudan a combatir plagas, por medio de insectos que atacan a los bichos nocivos, reduciendo así, el uso de fertilizantes y por ende disminuyendo el impacto ambiental, pues algunos contienen químicos sumamente agresivos. La protección del medio ambiente es primordial, por lo cual los profesores inculcan el uso de productos biológicos, que enriquecen la tierra, en lugar de productos químicos, que en ocasiones no cuentan con una investigación bien fundamentada y sólo dañan el suelo, plantas, árboles como el mezquite, que hace tiempo era muy común ver en el campo, pero ahora está en peligro de extinción, también porque se tala y no se reforesta.

Además, la Facultad de Ciencias Agrícolas y Forestales, es la primera institución que cuenta con una parcela domesticada de sotol, normalmente para que la planta crezca y se pueda industrializar, tarda 36 años, pero con su método, lo acortaron a sólo seis años. Por lo cual, vinateros de la zona que desean establecer una parcela se acercan continuamente a la facultad, donde les brindan asistencia técnica, gracias a este apoyo, varios ya han logrado sembrar una importante cantidad de hectáreas, impulsando con esto la economía de la región.

Se está realizando un excelente trabajo en la Facultad de Ciencias Agrícolas, y es que cuando se hacen las cosas con pasión, tarde o temprano, los resultados florecen.