/ martes 30 de enero de 2024

Aprendamos de Argentina

La semana pasada tuve la oportunidad de visitar Buenos Aires en Argentina, una ciudad moderna y dinámica, pero con unos problemas económicos y sociales fuertes. Después de varios gobiernos “populistas”, entra el nuevo gobierno, apoyado principalmente por los jóvenes que estaban cansados de la corrupción y de estar viviendo en una economía ficticia. Uno de los retos más notorios es la creciente inflación, la cual ha sido un problema crónico impactando el poder adquisitivo y afectado la estabilidad económica. Esto se da por el déficit fiscal, el financiamiento monetario y las políticas de gasto público insostenibles. La falta de un consenso político sobre medidas efectivas para abordar la inflación ha complicado aún más la situación. Otro factor clave es la deuda externa. Argentina ha tenido una carga significativa de deuda externa. La falta de inversión en infraestructura y tecnología también ha afectado la competitividad de Argentina. La inversión insuficiente en sectores clave, como la agricultura, la energía y la industria, ha limitado el potencial de crecimiento económico. La burocracia excesiva y la falta de incentivos para la inversión privada han obstaculizado aún más el desarrollo económico. Cambios de gobierno frecuentes y desacuerdos políticos han llevado a cambios en las políticas económicas y a la incertidumbre para los inversionistas. La falta de consenso sobre reformas estructurales necesarias ha obstaculizado la estabilidad a largo plazo.

El populismo ha desempeñado un papel significativo en la situación actual;

Se implementaron políticas de gasto público excesivo con la intención de aumentar la inversión en programas sociales y proyectos de infraestructura no prioritarios. Aunque estas políticas pueden tener beneficios a corto plazo, también pueden llevar a déficits fiscales insostenibles y a un aumento de la deuda pública.

Se otorgaron subsidios considerables a los precios de productos básicos y servicios públicos, como la electricidad y el gas. Esto resultó en una distorsión de los precios y en un aumento de los costos fiscales. Se llevaron a cabo intervenciones en el mercado de divisas para mantener artificialmente un tipo de cambio sobrevaluado. Esto afectó la competitividad de las exportaciones y generó problemas en la balanza comercial.

Se implementaron políticas de control de precios que limitaron la capacidad de las empresas para fijar precios de acuerdo con las fuerzas del mercado. Esto resultó en escasez de productos y una menor inversión en la producción.

Se aplicaron políticas monetarias expansionistas para financiar el gasto público a través de la emisión de dinero. Esto contribuyó a la inflación e impacto en la estabilidad de la moneda. Se llevaron a cabo nacionalizaciones de empresas en sectores estratégicos, lo que generó incertidumbre entre los inversores y disminuyó la inversión extranjera directa.

Se aplicaron políticas para controlar o influir en los medios de comunicación, lo que limitó la libertad de prensa y debilitó la rendición de cuentas.

Aíi, el presidente actual, entre muchas medidas, propone adoptar el dólar estadounidense como moneda legal en Argentina, reemplazando el peso argentino. También sugiere eliminar el Banco Central de Argentina, argumentando que esto reduciría la inflación y la emisión de dinero discrecional. Y un aspecto importante para el país es que plantea una reducción significativa del gasto público y la privatización de varias empresas estatales deficitarias. Realmente, en un gran porcentaje, escuche medidas que actualmente se están dando en nuestro país, y si no hacemos algo al respecto, bajo contextos diferentes, la tendencia es a una crisis económica y social como la que está viviendo Argentina. ¡Aguas!


La semana pasada tuve la oportunidad de visitar Buenos Aires en Argentina, una ciudad moderna y dinámica, pero con unos problemas económicos y sociales fuertes. Después de varios gobiernos “populistas”, entra el nuevo gobierno, apoyado principalmente por los jóvenes que estaban cansados de la corrupción y de estar viviendo en una economía ficticia. Uno de los retos más notorios es la creciente inflación, la cual ha sido un problema crónico impactando el poder adquisitivo y afectado la estabilidad económica. Esto se da por el déficit fiscal, el financiamiento monetario y las políticas de gasto público insostenibles. La falta de un consenso político sobre medidas efectivas para abordar la inflación ha complicado aún más la situación. Otro factor clave es la deuda externa. Argentina ha tenido una carga significativa de deuda externa. La falta de inversión en infraestructura y tecnología también ha afectado la competitividad de Argentina. La inversión insuficiente en sectores clave, como la agricultura, la energía y la industria, ha limitado el potencial de crecimiento económico. La burocracia excesiva y la falta de incentivos para la inversión privada han obstaculizado aún más el desarrollo económico. Cambios de gobierno frecuentes y desacuerdos políticos han llevado a cambios en las políticas económicas y a la incertidumbre para los inversionistas. La falta de consenso sobre reformas estructurales necesarias ha obstaculizado la estabilidad a largo plazo.

El populismo ha desempeñado un papel significativo en la situación actual;

Se implementaron políticas de gasto público excesivo con la intención de aumentar la inversión en programas sociales y proyectos de infraestructura no prioritarios. Aunque estas políticas pueden tener beneficios a corto plazo, también pueden llevar a déficits fiscales insostenibles y a un aumento de la deuda pública.

Se otorgaron subsidios considerables a los precios de productos básicos y servicios públicos, como la electricidad y el gas. Esto resultó en una distorsión de los precios y en un aumento de los costos fiscales. Se llevaron a cabo intervenciones en el mercado de divisas para mantener artificialmente un tipo de cambio sobrevaluado. Esto afectó la competitividad de las exportaciones y generó problemas en la balanza comercial.

Se implementaron políticas de control de precios que limitaron la capacidad de las empresas para fijar precios de acuerdo con las fuerzas del mercado. Esto resultó en escasez de productos y una menor inversión en la producción.

Se aplicaron políticas monetarias expansionistas para financiar el gasto público a través de la emisión de dinero. Esto contribuyó a la inflación e impacto en la estabilidad de la moneda. Se llevaron a cabo nacionalizaciones de empresas en sectores estratégicos, lo que generó incertidumbre entre los inversores y disminuyó la inversión extranjera directa.

Se aplicaron políticas para controlar o influir en los medios de comunicación, lo que limitó la libertad de prensa y debilitó la rendición de cuentas.

Aíi, el presidente actual, entre muchas medidas, propone adoptar el dólar estadounidense como moneda legal en Argentina, reemplazando el peso argentino. También sugiere eliminar el Banco Central de Argentina, argumentando que esto reduciría la inflación y la emisión de dinero discrecional. Y un aspecto importante para el país es que plantea una reducción significativa del gasto público y la privatización de varias empresas estatales deficitarias. Realmente, en un gran porcentaje, escuche medidas que actualmente se están dando en nuestro país, y si no hacemos algo al respecto, bajo contextos diferentes, la tendencia es a una crisis económica y social como la que está viviendo Argentina. ¡Aguas!