Por: María de los Ángeles Ruíz
El clima se pone caliente, y así poco a poco nos acostumbramos (porque los humanos tenemos esa mala costumbre de adaptarnos a todo) pero el termómetro avanza y esto se siente y se ve cada vez más complejo.
El año pasado la NASA publicaba un reporte acerca de nuestro país.
Decía así el artículo:
México está viviendo una de las sequías más generalizadas e intensas en décadas, al 15 de abril de 2021, casi el 85% del país enfrenta condiciones de sequía, grandes presas en todo México se encuentran en niveles excepcionalmente bajos, lo que agota los recursos hídricos para beber, cultivar y regar.
Cerca de 60 presas grandes, principalmente en el norte y centro de México, están por debajo del 25% de su capacidad, debido al bajo suministro los gobiernos han tenido que reducir el suministro de agua desde los embalses, algunas personas se han quedado sin agua corriente.
Mediante mediciones se ha observado el índice de estrés evaporativo y se revela que sólo el sur del país tiene agua.
Según el Servicio Meteorológico Nacional de México, el noroeste y noreste han pasado por una dura sequía que se ha convertido en extrema.
En la temporada del 1 de octubre de 2020 al 18 de abril de 2021 la temporada seca registró un decremento de 20% menos de precipitaciones
Aseguran que México se está acercando a una de las peores sequías generalizadas que se hayan podido registrar, en el 2011, las condiciones de sequía abarcaron el 95% del país y provocaron hambrunas en el estado de Chihuahua, en 1996, el país vivió la peor sequía registrada y sufrió enormes pérdidas de cosechas.
Pues así las cosas con este momento seco que estamos viviendo, será momento de rezar, de pensar cómo podemos innovar en el cuidado del agua y también en la conservación del planeta, porque parece que sí fuera verdad lo que dicen del cambio climático.
Un gusto haberlo saludado, cuídese mucho e hidrátese más, ya que esto está muy muy muy caliente. Literal.
Hasta la próxima. AECH
