/ sábado 30 de diciembre de 2023

Decir Adiós

Los seres vivos tanto humanos como animales buscamos despedirnos cuando un miembro del grupo apaga su luz, el invierno se vuelve un momento muy común en donde esto sucede, el decirle adiós a alguien humano o animal, ayuda a los que se quedan a empezar un ciclo de recuperación psicológica, emocional, así como jerárquica y social en donde poco a poco, todo vuelve a tener un poco de orden, después del caos que crea el vacío de alguien.

Cabe decir que en ocasiones no es posible superar el vacío, y sucede que la tristeza consume a los que se quedan hasta llevarlos al mismo destino del que se extraña.

Es difícil vivirlo, pero es lo único seguro que tenemos los que estamos vivos, solo tenemos la seguridad de que un día ya no lo estaremos.

Personalmente estos meses son complejos de transitar, ya que el recuerdo y la vivencia de los que se van y de los que se han ido, hace que la garganta se engrose y que sea fácil que las lágrimas salgan de los ojos, y el corazón se encoja dentro del pecho.

Hace un año, escribía en este espacio, el cual agradezco mucho poder conectarme con Ud, y en ese último texto del ciclo anterior, le platicaba acerca del destino que están teniendo nuestros jóvenes y nuestros niños, hacía referencia al complejo panorama que les está tocando vivir, y la cultura a la que están expuestos, así como sus riesgos.

Un año después, contra lo que yo hubiera querido, solo puedo volver a escribir acerca de esta situación, y recordar, que este 2023, nos dejó tristemente, el testimonio de eventos violentos, en los cuales a nuestros jóvenes se les arrancó la vida, y la oportunidad de ser adultos y desarrollarse.

Me toca revisar la información diariamente, y puedo decirle que es algo pesado, darte cuenta de todo lo que les sucede a nuestros niños y jóvenes, es altamente doloroso, solo le puedo compartir, la observación, de que este año, por lo menos, podemos contar cuatro acontecimientos a nivel nacional en donde grupos de mexicanos menores a 30 años, han sido privados de la vida en forma violenta, y en varias ocasiones, sus familiares no pueden decirles adiós, como socialmente estamos acostumbrados a hacerlo.

Jalisco, Celaya, Salvatierra, ayer Cajeme, el efecto se vuelve a repetir, y no existe alguien que diga YA BASTA, HASTA AQUÍ.

Reitero, los nuevos miembros de la manada, es el mayor tesoro que tiene un grupo social, si a este se le extingue, no habrá continuidad.

Mucho se dice que, en este año, son 18 ya, de que empezó la denominada “Guerra Vs el Narco”, muchos análisis de investigadores sociales y periodistas especializados, nos hacen ver, que estos jóvenes, que nacieron en el 2006, son ahora mayores de edad, lo cual significa, que toda su vida, han crecido en la cultura de la violencia que genera esta actividad y sus consecuencias.

Para los que somos mayores de cuarenta, nos damos cuenta de que esta situación no es lo normal, pero para ellos, es lo más común de la vida que las cosas sean así, pero no por eso deja de ser estrujante a lo que nos estamos acostumbrando.

Diremos, ¿Qué puedo hacer yo?, pues por lo pronto, el año que entra, puede ejercer su voto, y analizar cuáles son las opciones para nuestro México y nuestros niños y jóvenes, porque son lo más valioso que tenemos, y una vez que se los llevan, muchas veces, ya no podemos decirles Adiós.

Le mando un abrazo, y a los familiares de todos los que esta temporada nos han abandonado, les deseo que pronto la paz llegue a su alma y a su familia. Buen inicio de 2024, y trabajemos para rescatar lo más valioso que tenemos. AECH.

Los seres vivos tanto humanos como animales buscamos despedirnos cuando un miembro del grupo apaga su luz, el invierno se vuelve un momento muy común en donde esto sucede, el decirle adiós a alguien humano o animal, ayuda a los que se quedan a empezar un ciclo de recuperación psicológica, emocional, así como jerárquica y social en donde poco a poco, todo vuelve a tener un poco de orden, después del caos que crea el vacío de alguien.

Cabe decir que en ocasiones no es posible superar el vacío, y sucede que la tristeza consume a los que se quedan hasta llevarlos al mismo destino del que se extraña.

Es difícil vivirlo, pero es lo único seguro que tenemos los que estamos vivos, solo tenemos la seguridad de que un día ya no lo estaremos.

Personalmente estos meses son complejos de transitar, ya que el recuerdo y la vivencia de los que se van y de los que se han ido, hace que la garganta se engrose y que sea fácil que las lágrimas salgan de los ojos, y el corazón se encoja dentro del pecho.

Hace un año, escribía en este espacio, el cual agradezco mucho poder conectarme con Ud, y en ese último texto del ciclo anterior, le platicaba acerca del destino que están teniendo nuestros jóvenes y nuestros niños, hacía referencia al complejo panorama que les está tocando vivir, y la cultura a la que están expuestos, así como sus riesgos.

Un año después, contra lo que yo hubiera querido, solo puedo volver a escribir acerca de esta situación, y recordar, que este 2023, nos dejó tristemente, el testimonio de eventos violentos, en los cuales a nuestros jóvenes se les arrancó la vida, y la oportunidad de ser adultos y desarrollarse.

Me toca revisar la información diariamente, y puedo decirle que es algo pesado, darte cuenta de todo lo que les sucede a nuestros niños y jóvenes, es altamente doloroso, solo le puedo compartir, la observación, de que este año, por lo menos, podemos contar cuatro acontecimientos a nivel nacional en donde grupos de mexicanos menores a 30 años, han sido privados de la vida en forma violenta, y en varias ocasiones, sus familiares no pueden decirles adiós, como socialmente estamos acostumbrados a hacerlo.

Jalisco, Celaya, Salvatierra, ayer Cajeme, el efecto se vuelve a repetir, y no existe alguien que diga YA BASTA, HASTA AQUÍ.

Reitero, los nuevos miembros de la manada, es el mayor tesoro que tiene un grupo social, si a este se le extingue, no habrá continuidad.

Mucho se dice que, en este año, son 18 ya, de que empezó la denominada “Guerra Vs el Narco”, muchos análisis de investigadores sociales y periodistas especializados, nos hacen ver, que estos jóvenes, que nacieron en el 2006, son ahora mayores de edad, lo cual significa, que toda su vida, han crecido en la cultura de la violencia que genera esta actividad y sus consecuencias.

Para los que somos mayores de cuarenta, nos damos cuenta de que esta situación no es lo normal, pero para ellos, es lo más común de la vida que las cosas sean así, pero no por eso deja de ser estrujante a lo que nos estamos acostumbrando.

Diremos, ¿Qué puedo hacer yo?, pues por lo pronto, el año que entra, puede ejercer su voto, y analizar cuáles son las opciones para nuestro México y nuestros niños y jóvenes, porque son lo más valioso que tenemos, y una vez que se los llevan, muchas veces, ya no podemos decirles Adiós.

Le mando un abrazo, y a los familiares de todos los que esta temporada nos han abandonado, les deseo que pronto la paz llegue a su alma y a su familia. Buen inicio de 2024, y trabajemos para rescatar lo más valioso que tenemos. AECH.