/ miércoles 3 de abril de 2024

Capitalismo Social I 

Desde los inicios del capitalismo en el mundo, se empezó a cuestionar la gran desigualdad que generaba este sistema, comparaba que los empresarios que arriesgaban su capital se quedaban con todas las ganancias, y los trabajadores solo recibían lo mínimo para subsistir.

Fue así que en 1840 inicia uno de los sistemas políticos y económicos más controversiales: “el comunismo”, sistema que proponía que el gobierno de los países tenía que ser centralizado con un control total sobre la economía y la sociedad, sin la existencia de la propiedad privada ya que la propiedad era de la comunidad, donde la igualdad económica tenía que ser absoluta, independientemente de quien produjera más, y, por lo tanto, les impedía la libertad individual a las personas.

Este sistema criticaba que el capitalismo era un sistema que generaba más pobreza, desigualdad y explotación a los trabajadores, iniciando una confrontación que hasta el día de hoy siguen aprovechando muy bien los políticos, entre opresores y oprimidos, pobres y ricos, empresarios y trabajadores.

Por los excesos que se dieron en la industrialización del siglo XIX, es que a inicios del siglo XX tomó fuerza “el socialismo”, defendiendo los derechos de los trabajadores, en este modelo la propiedad es pública o colectiva y con cierta propiedad privada, hay una distribución de la riqueza más equitativa, no absoluta, y el control de la economía la lleva el gobierno y toma las decisiones con representantes de los trabajadores.

Este sistema, que en 1920 se expandió en gran parte de Europa, tampoco funcionó, y terminó con la caída del Muro de Berlín en 1989.

Después de la Revolución Mexicana, en 1930 inicia en Monterrey una gran época industrial, retomando el crecimiento de grandes empresas como la Cervecería Cuauhtémoc, e iniciando otras grandes industrias en Nuevo León como lo son CEMEX, Bebidas Internacionales, Empaques de Cartón Titán, Industrias Monterrey (IMSA), Cigarrera la Moderna, Seguros Monterrey, Hojalata y Lámina (HYLSA), BEREL, Tubacero y al menos otras 20 más. Una de las principales características de esta etapa es que estas industrias fueron fundadas o dirigidas por una nueva generación empresarial, la de los “Empresarios Sociales”.

La manera de operar de estas empresas y la época en que se desarrollaron (1930-1970) se define como el “Capitalismo Social”, un modelo de libre mercado basado en la ética, el medio ambiente y el bien común, cuyo objetivo es obtener beneficios de manera sostenida y consciente para todos los grupos de interés de la empresa como lo son accionistas, colaboradores, clientes, proveedores, gobierno y comunidad.

Como lo ha demostrado la historia, no hay un modelo económico perfecto que funcione en nuestra sociedad, sin embargo y a pesar de sus carencias, es el capitalismo el único que sigue vigente. Tomando como base esto, podemos apostar por la evolución a un Capitalismo Social que pueda generar un verdadero impacto sobre los empresarios, sus colaboradores, clientes, proveedores, y comunidad en general.

En la próxima columna les hablaré más a fondo sobre los principios y modelo descritos en el libro de “Capitalismo Social” del Centro Eugenio Garza Sada.

Ing. Francisco Santini
Presidente del Centro PERSÉ
f.santini@ripipsa.com

Desde los inicios del capitalismo en el mundo, se empezó a cuestionar la gran desigualdad que generaba este sistema, comparaba que los empresarios que arriesgaban su capital se quedaban con todas las ganancias, y los trabajadores solo recibían lo mínimo para subsistir.

Fue así que en 1840 inicia uno de los sistemas políticos y económicos más controversiales: “el comunismo”, sistema que proponía que el gobierno de los países tenía que ser centralizado con un control total sobre la economía y la sociedad, sin la existencia de la propiedad privada ya que la propiedad era de la comunidad, donde la igualdad económica tenía que ser absoluta, independientemente de quien produjera más, y, por lo tanto, les impedía la libertad individual a las personas.

Este sistema criticaba que el capitalismo era un sistema que generaba más pobreza, desigualdad y explotación a los trabajadores, iniciando una confrontación que hasta el día de hoy siguen aprovechando muy bien los políticos, entre opresores y oprimidos, pobres y ricos, empresarios y trabajadores.

Por los excesos que se dieron en la industrialización del siglo XIX, es que a inicios del siglo XX tomó fuerza “el socialismo”, defendiendo los derechos de los trabajadores, en este modelo la propiedad es pública o colectiva y con cierta propiedad privada, hay una distribución de la riqueza más equitativa, no absoluta, y el control de la economía la lleva el gobierno y toma las decisiones con representantes de los trabajadores.

Este sistema, que en 1920 se expandió en gran parte de Europa, tampoco funcionó, y terminó con la caída del Muro de Berlín en 1989.

Después de la Revolución Mexicana, en 1930 inicia en Monterrey una gran época industrial, retomando el crecimiento de grandes empresas como la Cervecería Cuauhtémoc, e iniciando otras grandes industrias en Nuevo León como lo son CEMEX, Bebidas Internacionales, Empaques de Cartón Titán, Industrias Monterrey (IMSA), Cigarrera la Moderna, Seguros Monterrey, Hojalata y Lámina (HYLSA), BEREL, Tubacero y al menos otras 20 más. Una de las principales características de esta etapa es que estas industrias fueron fundadas o dirigidas por una nueva generación empresarial, la de los “Empresarios Sociales”.

La manera de operar de estas empresas y la época en que se desarrollaron (1930-1970) se define como el “Capitalismo Social”, un modelo de libre mercado basado en la ética, el medio ambiente y el bien común, cuyo objetivo es obtener beneficios de manera sostenida y consciente para todos los grupos de interés de la empresa como lo son accionistas, colaboradores, clientes, proveedores, gobierno y comunidad.

Como lo ha demostrado la historia, no hay un modelo económico perfecto que funcione en nuestra sociedad, sin embargo y a pesar de sus carencias, es el capitalismo el único que sigue vigente. Tomando como base esto, podemos apostar por la evolución a un Capitalismo Social que pueda generar un verdadero impacto sobre los empresarios, sus colaboradores, clientes, proveedores, y comunidad en general.

En la próxima columna les hablaré más a fondo sobre los principios y modelo descritos en el libro de “Capitalismo Social” del Centro Eugenio Garza Sada.

Ing. Francisco Santini
Presidente del Centro PERSÉ
f.santini@ripipsa.com