/ miércoles 13 de diciembre de 2023

Las empresas clave para la sostenibilidad de Chihuahua

Por naturaleza las empresas son más sociales que lucrativas, aunque en su origen muchas de ellas fueron formadas para generar negocios y riqueza, su propio funcionamiento tiene una gran parte de social, ya que generan empleo, capacitan y hacen crecer a las personas, abren oportunidades en su comunidad y generan y reparten valor económico.

Gran parte de estos empresarios no dimensionan la labor social que realizan al tener una empresa, no dimensionan que su gran esfuerzo por mantener la empresa funcionando y arriesgando su patrimonio, le está dando la oportunidad a sus colaboradores para que, con su trabajo, lleven un sustento a sus familias, no dimensionan que mientras trabajan impactan económico, social y ambientalmente a su comunidad.

En Chihuahua desde los años 50s hemos tenido empresarios, visionarios, que ya pensaban como una empresa socialmente responsable, tal es el ejemplo de “Grupo Chihuahua” que en 1954 inició en Anáhuac la empresa “Celulosa de Chihuahua”, un complejo industrial forestal que logró crear toda una comunidad para sus colaboradores a través de la creación de viviendas, servicios básicos de luz, agua y gas; así como escuelas, banco, tiendas, hotel, carreteras, y pistas de aterrizaje. Esto permitió el sano desarrollo integral no solo de los colaboradores, si no de sus familias y de la comunidad en general.

Al ser un complejo industrial forestal, el principal recurso a usar era la madera, misma que lograron utilizar hasta en un 80% (cuando usualmente en esa época se usaba solamente el 25% de este recurso), usando madera vieja para hacer celulosa -y así crear papel-, aserrín convertido en aglomerados, madera en triplay, etc. Además, por cada árbol que cortaban sembraban 10 nuevos, dando la oportunidad a una reforestación sustentable que siguiera alimentando las labores de la comunidad.

De igual manera, lograron generar un gran desarrollo industrial, dando pie a la creación a nuevas empresas como Viscosa de Chihuahua, Bosques de Chihuahua, Plywood Ponderosa, Paneles Ponderosa e industrias papeleras… En palabras de Fuentes Mares: “este conjunto empresarial silvícola era el oro verde de Chihuahua”.

Con estos antecedentes no es de extrañarse que esta semana fueron reconocidas 73 empresas en nuestro estado con el Distintivo ESR (Empresa Socialmente Responsable), otorgado por CEMEFI en alianza con FECHAC y PERSÉ, las cuales impactan directamente en 137 mil colaboradores y sus familias. En el ámbito laboral, sus colaboradores se ven impactados en educación y constante capacitación, en salud, en su economía a través de un ingreso digno, lo que nos lleva a un mayor crecimiento social en cada una de las personas. En el ámbito ambiental miden y buscan reducir su huella de carbono, y aumentar el uso de energías verdes, uso de agua morada y promover el reciclar, así como un consumo consciente y sostenible.

A partir de este año, las PyMEs que obtuvieron el distintivo trabajaron fuertemente en temas de gobernanza dentro de sus empresas, donde se incluyen temas de integridad, cumplimiento, debida diligencia, derechos humanos y gobierno corporativo; estos temas son sumamente importantes para que las pequeñas y medianas empresas puedan trascender a la segunda o tercera generación, así como para trabajar en la sucesión de sus fundadores.

A pesar de que aún nos queda mucho por hacer, gracias a empresas como Celulosa en su momento, gracias a empresas como las reconocidas por el Distintivo ESR esta semana, podemos trabajar en tener ciudades competitivas y comunidades sostenibles económica y ambientalmente.


Notas tomadas de “La Industria que transformó a Chihuahua” (2015), E. Ibáñez.


Ing. Francisco Santini

Presidente Centro PERSÉ

f.santini@ripipsa.com


Por naturaleza las empresas son más sociales que lucrativas, aunque en su origen muchas de ellas fueron formadas para generar negocios y riqueza, su propio funcionamiento tiene una gran parte de social, ya que generan empleo, capacitan y hacen crecer a las personas, abren oportunidades en su comunidad y generan y reparten valor económico.

Gran parte de estos empresarios no dimensionan la labor social que realizan al tener una empresa, no dimensionan que su gran esfuerzo por mantener la empresa funcionando y arriesgando su patrimonio, le está dando la oportunidad a sus colaboradores para que, con su trabajo, lleven un sustento a sus familias, no dimensionan que mientras trabajan impactan económico, social y ambientalmente a su comunidad.

En Chihuahua desde los años 50s hemos tenido empresarios, visionarios, que ya pensaban como una empresa socialmente responsable, tal es el ejemplo de “Grupo Chihuahua” que en 1954 inició en Anáhuac la empresa “Celulosa de Chihuahua”, un complejo industrial forestal que logró crear toda una comunidad para sus colaboradores a través de la creación de viviendas, servicios básicos de luz, agua y gas; así como escuelas, banco, tiendas, hotel, carreteras, y pistas de aterrizaje. Esto permitió el sano desarrollo integral no solo de los colaboradores, si no de sus familias y de la comunidad en general.

Al ser un complejo industrial forestal, el principal recurso a usar era la madera, misma que lograron utilizar hasta en un 80% (cuando usualmente en esa época se usaba solamente el 25% de este recurso), usando madera vieja para hacer celulosa -y así crear papel-, aserrín convertido en aglomerados, madera en triplay, etc. Además, por cada árbol que cortaban sembraban 10 nuevos, dando la oportunidad a una reforestación sustentable que siguiera alimentando las labores de la comunidad.

De igual manera, lograron generar un gran desarrollo industrial, dando pie a la creación a nuevas empresas como Viscosa de Chihuahua, Bosques de Chihuahua, Plywood Ponderosa, Paneles Ponderosa e industrias papeleras… En palabras de Fuentes Mares: “este conjunto empresarial silvícola era el oro verde de Chihuahua”.

Con estos antecedentes no es de extrañarse que esta semana fueron reconocidas 73 empresas en nuestro estado con el Distintivo ESR (Empresa Socialmente Responsable), otorgado por CEMEFI en alianza con FECHAC y PERSÉ, las cuales impactan directamente en 137 mil colaboradores y sus familias. En el ámbito laboral, sus colaboradores se ven impactados en educación y constante capacitación, en salud, en su economía a través de un ingreso digno, lo que nos lleva a un mayor crecimiento social en cada una de las personas. En el ámbito ambiental miden y buscan reducir su huella de carbono, y aumentar el uso de energías verdes, uso de agua morada y promover el reciclar, así como un consumo consciente y sostenible.

A partir de este año, las PyMEs que obtuvieron el distintivo trabajaron fuertemente en temas de gobernanza dentro de sus empresas, donde se incluyen temas de integridad, cumplimiento, debida diligencia, derechos humanos y gobierno corporativo; estos temas son sumamente importantes para que las pequeñas y medianas empresas puedan trascender a la segunda o tercera generación, así como para trabajar en la sucesión de sus fundadores.

A pesar de que aún nos queda mucho por hacer, gracias a empresas como Celulosa en su momento, gracias a empresas como las reconocidas por el Distintivo ESR esta semana, podemos trabajar en tener ciudades competitivas y comunidades sostenibles económica y ambientalmente.


Notas tomadas de “La Industria que transformó a Chihuahua” (2015), E. Ibáñez.


Ing. Francisco Santini

Presidente Centro PERSÉ

f.santini@ripipsa.com