/ miércoles 1 de noviembre de 2023

Pequeñas empresas, presas de la corrupción

Cuando hablamos de corrupción empresarial inmediatamente se vienen a nuestra mente casos como el de ODEBRECHT y su red de sobornos en Latinoamérica, incluyendo a Pemex y otras paraestatales de nuestro país. Pero no todas las empresas cometen actos de corrupción, es más, la mayoría de nuestras empresas fueron creadas con un objeto social enfocado a producir, a generar empleos, a dar un crecimiento económico y social a sus accionistas, a sus colaboradores, a su cadena de valor, a su comunidad.


Lamentablemente, hay un sector de empresas que son más vulnerables a la corrupción, y no es porque así lo decidan los empresarios que las dirigen, sino que es por el estado de indefensión en el que se encuentran, aquí algunos motivos por lo que caen en corrupción:


- Aunque tengan una filosofía con ética empresarial, a nuestras Pymes les falta tener un código de ética donde establezcan claramente qué sí y qué no es permitido hacer en la empresa, tener claro las zonas de riesgo para caer en corrupción, y una vez que esté claro comunicarlo, a los miembros de la organización (Centro Persé te puede dar herramientas).


- La sobre regulación y el exceso de trámites que exigen los gobiernos a los emprendedores y a las empresas son un gran riesgo para que las personas puedan caer en este círculo vicioso. Cuando una empresa abre, tiene que cumplir con una gran cantidad de requisitos, muchos de ellos repetitivos o innecesarios, los tiempos de respuesta son sumamente largos. En la mayoría de los casos, los empresarios ya tienen una inversión para abrir la empresa, ya están pagando renta, salarios o intereses y cada día sin abrir es vital para ellos. Por supuesto que hay muchos funcionarios de carrera que quieren hacer las cosas bien y a tiempo, pero el temor a tomar una decisión que los pueda involucrar en una posible falta en las reglas tan complicadas y extensas, hace que prefieran no actuar, lo que significa alargar el trámite.


- También existe una sobre fiscalización que asfixia a las empresas y que ponen en riesgo su integridad y los lleva a caer en temas de corrupción, tal es el caso de los obligatorios aumentos en las cuotas del IMSS por riesgos de trabajo, las constantes revisiones y auditorías por parte del SAT, la tardanza en los trámites de la CFE, lo complicado que es cumplir con los diferentes criterios que aplica protección civil, tránsito en carreteras, etc.


Las grandes empresas no son inmunes a estos riesgos, sin embargo, tienen personal enfocado con departamentos fiscales, legales y de cumplimiento que pueden hacer frente a estas amenazas.


Entonces, ¿qué le queda a los pequeños empresarios para poder operar bajo principios de ética? Aliarse, sumarse a iniciativas colectivas, como cámaras empresariales, en donde puedan optimizarse recursos para apoyar en gestiones y trámites, y defender sus intereses ante las autoridades.


También es importante que se sumen a las iniciativas que se tengan disponibles para dar estructura y claridad a su postura frente a la integridad en los negocios, y que a su vez, les doten de herramientas prácticas que les permitan dar pequeños pasos, pero firmes, hacia la construcción del país que refleje la naturaleza que sí tenemos los mexicanos: personas honestas, trabajadoras y comprometidas con el desarrollo de nuestra comunidad.


Ing. Francisco Santini

Presidente de Centro PERSÉ

f.santini@ripipsa.com


Cuando hablamos de corrupción empresarial inmediatamente se vienen a nuestra mente casos como el de ODEBRECHT y su red de sobornos en Latinoamérica, incluyendo a Pemex y otras paraestatales de nuestro país. Pero no todas las empresas cometen actos de corrupción, es más, la mayoría de nuestras empresas fueron creadas con un objeto social enfocado a producir, a generar empleos, a dar un crecimiento económico y social a sus accionistas, a sus colaboradores, a su cadena de valor, a su comunidad.


Lamentablemente, hay un sector de empresas que son más vulnerables a la corrupción, y no es porque así lo decidan los empresarios que las dirigen, sino que es por el estado de indefensión en el que se encuentran, aquí algunos motivos por lo que caen en corrupción:


- Aunque tengan una filosofía con ética empresarial, a nuestras Pymes les falta tener un código de ética donde establezcan claramente qué sí y qué no es permitido hacer en la empresa, tener claro las zonas de riesgo para caer en corrupción, y una vez que esté claro comunicarlo, a los miembros de la organización (Centro Persé te puede dar herramientas).


- La sobre regulación y el exceso de trámites que exigen los gobiernos a los emprendedores y a las empresas son un gran riesgo para que las personas puedan caer en este círculo vicioso. Cuando una empresa abre, tiene que cumplir con una gran cantidad de requisitos, muchos de ellos repetitivos o innecesarios, los tiempos de respuesta son sumamente largos. En la mayoría de los casos, los empresarios ya tienen una inversión para abrir la empresa, ya están pagando renta, salarios o intereses y cada día sin abrir es vital para ellos. Por supuesto que hay muchos funcionarios de carrera que quieren hacer las cosas bien y a tiempo, pero el temor a tomar una decisión que los pueda involucrar en una posible falta en las reglas tan complicadas y extensas, hace que prefieran no actuar, lo que significa alargar el trámite.


- También existe una sobre fiscalización que asfixia a las empresas y que ponen en riesgo su integridad y los lleva a caer en temas de corrupción, tal es el caso de los obligatorios aumentos en las cuotas del IMSS por riesgos de trabajo, las constantes revisiones y auditorías por parte del SAT, la tardanza en los trámites de la CFE, lo complicado que es cumplir con los diferentes criterios que aplica protección civil, tránsito en carreteras, etc.


Las grandes empresas no son inmunes a estos riesgos, sin embargo, tienen personal enfocado con departamentos fiscales, legales y de cumplimiento que pueden hacer frente a estas amenazas.


Entonces, ¿qué le queda a los pequeños empresarios para poder operar bajo principios de ética? Aliarse, sumarse a iniciativas colectivas, como cámaras empresariales, en donde puedan optimizarse recursos para apoyar en gestiones y trámites, y defender sus intereses ante las autoridades.


También es importante que se sumen a las iniciativas que se tengan disponibles para dar estructura y claridad a su postura frente a la integridad en los negocios, y que a su vez, les doten de herramientas prácticas que les permitan dar pequeños pasos, pero firmes, hacia la construcción del país que refleje la naturaleza que sí tenemos los mexicanos: personas honestas, trabajadoras y comprometidas con el desarrollo de nuestra comunidad.


Ing. Francisco Santini

Presidente de Centro PERSÉ

f.santini@ripipsa.com