/ miércoles 27 de diciembre de 2023

Censo Agropecuario

En días pasados, en la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Senado de la República, nos fueron presentados por personal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los resultados definitivos validados del Censo Agropecuario 2022, que es la fuente de información económica, agropecuaria y forestal más completa y detallada de México, necesaria para la toma de decisiones de actores públicos y privados, formulación de políticas públicas, análisis e investigación.

México cuenta con datos estadísticos de la producción agrícola y ganadera del país desde 1930, en pleno periodo conocido como el “Maximato”, bajo la presidencia de Pascual Ortiz Rubio, fecha en la que se levantó el primer censo ejidal. El propósito era dar cuenta a aquella fecha de la situación del reparto y dotación de tierras a los pueblos como lo ordenaba la Ley Agraria de 1915. Desde esa fecha se han levantado nueve censos agropecuarios en México hasta este último de 2022.

El censo ofrece información con altos niveles de desagregación y con diversos enfoques; por tamaño de la unidad de producción, por municipio, regiones y microrregiones, por productos como cultivos, especies pecuarias y forestales, por ciclo agrícola o por tipo de agricultura entre otras clasificaciones.

Con los datos de éste se contribuye a lograr los objetivos de desarrollo sostenible, las empresas definen sus políticas de mercado, las organizaciones productoras pueden conocer con mayor precisión las características de sus asociados, los productores saben qué, cuánto y cómo se produce en el campo y a los investigadores les facilita el realizar estudios de las actividades del campo.

El censo proporciona el mosaico rural de los terrenos rurales, lo que permite se realiza partiendo de una base geográfica sólida. Combina datos estadísticos con geográficos e identifica en el país la producción agrícola, ganadera y forestal, al tiempo que muestra el uso de suelo, la frontera agrícola y las zonas de riego entre otros temas.

Existen en el país un total de 196.3 millones de hectáreas, de las cuales 191.7 se consideran área rural y el resto, o sea 4.6 millones de hectáreas son centros de población, caminos o cuerpos de agua, entre otros rasgos geográficos.

Del total de la superficie rural, 87.9 millones de hectáreas (45.9%) tienen actualmente uso o vocación agropecuaria, 15.6 millones de hectáreas (8.2%) son susceptibles de aprovechamiento forestal y las restantes 88.1 millones de hectáreas (45.9%), carecen de uso o vocación agropecuaria y tampoco son aprovechables como bosques.

El censo arroja datos muy interesantes como la producción y superficie sembrada de los principales cultivos anuales del país, destacando el maíz blanco con casi 22 millones de toneladas, en una superficie ligeramente superior a los 6 millones de hectáreas, siguiéndole el sorgo, el maíz amarillo, el trigo, la papa y el frijol.

En cuanto a los cultivos perennes resalta la caña de azúcar, con una producción de casi 60 millones de toneladas en poco más de un millón de hectáreas; seguida de la alfalfa con poco más de 33.5 millones de toneladas de producción en 425, 357 hectáreas y ya más abajo la naranja, el limón, el agave y el plátano.

Derivado de la información del Censo Agropecuario 2022, merece mención especial el papel del estado de Chihuahua en el cultivo de hortalizas como cebolla, chile, sandía y calabaza; en la producción de cultivos industriales como algodón y soya, en su contribución a que se haya mantenido la producción de granos en los últimos 15 años. También en el incremento de la agricultura protegida, ya que en tan sólo 77,417 hectáreas, actualmente se producen en México con este método y las diversas tecnologías, el 62.7% del total de tomate rojo, el 74.5% de pepino, el 24.3% de chile, el 36.9% de fresa, el 40.3% de manzana, casi exclusivamente en Chihuahua, el 19.7% de zarzamora y el 92.4% de arándano.

En fin, es muy vasta y sobre todo útil la información proporcionada por el Censo Agropecuario 2022 del INEGI a los distintos actores relacionados con las actividades agrícolas, ganaderas y forestales en el país. Encomiable el esfuerzo y también muy deseables los trabajos de medición para las diversas áreas de actividad económica en el país.

Una sincera felicitación al INEGI por este trabajo.

En días pasados, en la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Senado de la República, nos fueron presentados por personal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los resultados definitivos validados del Censo Agropecuario 2022, que es la fuente de información económica, agropecuaria y forestal más completa y detallada de México, necesaria para la toma de decisiones de actores públicos y privados, formulación de políticas públicas, análisis e investigación.

México cuenta con datos estadísticos de la producción agrícola y ganadera del país desde 1930, en pleno periodo conocido como el “Maximato”, bajo la presidencia de Pascual Ortiz Rubio, fecha en la que se levantó el primer censo ejidal. El propósito era dar cuenta a aquella fecha de la situación del reparto y dotación de tierras a los pueblos como lo ordenaba la Ley Agraria de 1915. Desde esa fecha se han levantado nueve censos agropecuarios en México hasta este último de 2022.

El censo ofrece información con altos niveles de desagregación y con diversos enfoques; por tamaño de la unidad de producción, por municipio, regiones y microrregiones, por productos como cultivos, especies pecuarias y forestales, por ciclo agrícola o por tipo de agricultura entre otras clasificaciones.

Con los datos de éste se contribuye a lograr los objetivos de desarrollo sostenible, las empresas definen sus políticas de mercado, las organizaciones productoras pueden conocer con mayor precisión las características de sus asociados, los productores saben qué, cuánto y cómo se produce en el campo y a los investigadores les facilita el realizar estudios de las actividades del campo.

El censo proporciona el mosaico rural de los terrenos rurales, lo que permite se realiza partiendo de una base geográfica sólida. Combina datos estadísticos con geográficos e identifica en el país la producción agrícola, ganadera y forestal, al tiempo que muestra el uso de suelo, la frontera agrícola y las zonas de riego entre otros temas.

Existen en el país un total de 196.3 millones de hectáreas, de las cuales 191.7 se consideran área rural y el resto, o sea 4.6 millones de hectáreas son centros de población, caminos o cuerpos de agua, entre otros rasgos geográficos.

Del total de la superficie rural, 87.9 millones de hectáreas (45.9%) tienen actualmente uso o vocación agropecuaria, 15.6 millones de hectáreas (8.2%) son susceptibles de aprovechamiento forestal y las restantes 88.1 millones de hectáreas (45.9%), carecen de uso o vocación agropecuaria y tampoco son aprovechables como bosques.

El censo arroja datos muy interesantes como la producción y superficie sembrada de los principales cultivos anuales del país, destacando el maíz blanco con casi 22 millones de toneladas, en una superficie ligeramente superior a los 6 millones de hectáreas, siguiéndole el sorgo, el maíz amarillo, el trigo, la papa y el frijol.

En cuanto a los cultivos perennes resalta la caña de azúcar, con una producción de casi 60 millones de toneladas en poco más de un millón de hectáreas; seguida de la alfalfa con poco más de 33.5 millones de toneladas de producción en 425, 357 hectáreas y ya más abajo la naranja, el limón, el agave y el plátano.

Derivado de la información del Censo Agropecuario 2022, merece mención especial el papel del estado de Chihuahua en el cultivo de hortalizas como cebolla, chile, sandía y calabaza; en la producción de cultivos industriales como algodón y soya, en su contribución a que se haya mantenido la producción de granos en los últimos 15 años. También en el incremento de la agricultura protegida, ya que en tan sólo 77,417 hectáreas, actualmente se producen en México con este método y las diversas tecnologías, el 62.7% del total de tomate rojo, el 74.5% de pepino, el 24.3% de chile, el 36.9% de fresa, el 40.3% de manzana, casi exclusivamente en Chihuahua, el 19.7% de zarzamora y el 92.4% de arándano.

En fin, es muy vasta y sobre todo útil la información proporcionada por el Censo Agropecuario 2022 del INEGI a los distintos actores relacionados con las actividades agrícolas, ganaderas y forestales en el país. Encomiable el esfuerzo y también muy deseables los trabajos de medición para las diversas áreas de actividad económica en el país.

Una sincera felicitación al INEGI por este trabajo.