/ martes 23 de noviembre de 2021

¿Cómo detener el desarrollo de la universidad?

Por: Antonio Ríos Ramírez

La nueva realidad y el mundo moderno exigen a sus centros educativos la modernización, la adaptación a un entorno cambiante y la formación de las nuevas generaciones. Es triste y lamentable que ante los grandes retos de las universidades todavía se esté pensando y actuando la manipulación política dentro de estas instituciones. Hace ya algunos años escuchaba al rector de la universidad hablar de los sueños, de los planes para modernizar los esquemas de estudio. Lo veía emocionado cada vez que hablaba del tema y comentaba los retos que tenía que sobrepasar, así como los grandes beneficios de un nuevo modelo que estaría a la vanguardia de la educación universitaria.

Querer implementar una educación de calidad y flexible donde cada universitario, basado en los requerimientos mínimos de conocimiento, habilidades y valores para obtener un título, pueda construir su programa con el apoyo de expertos y abriendo las posibilidades de esquemas de enseñanza-aprendizaje, eso es integrar a la visión, necesidad y demanda del entorno, al estudiante. Detener este esquema es detener el desarrollo de la universidad.

Querer ofrecer salidas laterales de un estudiante en el transcurso de sus estudios donde la formación y reconocimiento de los aprendizajes requeridos y las competencias desarrolladas pueden entrar al campo laboral, para poder adquirir experiencia y desarrollar habilidades en los ambientes reales desde periodos del inicio de sus estudios. Detener este esquema es detener el desarrollo de la universidad.

Querer introducir a los universitarios a nuevos esquemas de enseñanza-aprendizaje como las comunidades de aprendizaje con la participación de estudiantes, profesores, actores sociales como empresas, gobierno, asociaciones, etc. no solamente permite la sensibilidad del entorno, sino integra a los diferentes grupos de la sociedad en la formación de las nuevas generaciones. Detener este esquema es detener el desarrollo de la universidad frente a los problemas actuales de su comunidad.

Querer estructurar el desarrollo universitario a través de ciclos, de formación multidisciplinaria, identificar la vocación de cada estudiante y desarrollar compromiso con los problemas sociales. De formación divisional donde enfrentas al estudiante a problemas complejos, técnicos y metodológicos de un área seleccionada. De formación general profesional a través de competencias y aprendizajes de una disciplina. Y cerrar el ciclo universitario con rutas diferenciadas. Detener este esquema es detener el desarrollo de la universidad hacia estructuras de vanguardia mundial.

Estas son sólo algunos de los esquemas que hoy por hoy, un grupo de opositores cerrados al desarrollo de la universidad con intenciones de manipulación y con una visión política corta sin considerar a la sociedad están deteniendo un esquema de transformación universitaria. Y ahora también, aunado al proceso de los gobiernos de imponer “personas” en posiciones clave para estratégicamente romper con la “autonomía” de la universidad. Así mismo presionar, presupuestal y mediáticamente a los directivos de la institución para mantener el estado actual y permitir su manipulación. Parecería que el objetivo de estos opositores es detener el desarrollo de la universidad. Y lo peor del caso: lo están logrando. Ahora es el momento de que las organizaciones de la sociedad civil debemos pronunciarnos por no detener el desarrollo. Recordemos que en el talento universitario está el futuro de las sociedades. ¡Y como diría un amigo: “Que no nos vuelva a suceder”!

email: antonio.rios@tec.mx, miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua

Por: Antonio Ríos Ramírez

La nueva realidad y el mundo moderno exigen a sus centros educativos la modernización, la adaptación a un entorno cambiante y la formación de las nuevas generaciones. Es triste y lamentable que ante los grandes retos de las universidades todavía se esté pensando y actuando la manipulación política dentro de estas instituciones. Hace ya algunos años escuchaba al rector de la universidad hablar de los sueños, de los planes para modernizar los esquemas de estudio. Lo veía emocionado cada vez que hablaba del tema y comentaba los retos que tenía que sobrepasar, así como los grandes beneficios de un nuevo modelo que estaría a la vanguardia de la educación universitaria.

Querer implementar una educación de calidad y flexible donde cada universitario, basado en los requerimientos mínimos de conocimiento, habilidades y valores para obtener un título, pueda construir su programa con el apoyo de expertos y abriendo las posibilidades de esquemas de enseñanza-aprendizaje, eso es integrar a la visión, necesidad y demanda del entorno, al estudiante. Detener este esquema es detener el desarrollo de la universidad.

Querer ofrecer salidas laterales de un estudiante en el transcurso de sus estudios donde la formación y reconocimiento de los aprendizajes requeridos y las competencias desarrolladas pueden entrar al campo laboral, para poder adquirir experiencia y desarrollar habilidades en los ambientes reales desde periodos del inicio de sus estudios. Detener este esquema es detener el desarrollo de la universidad.

Querer introducir a los universitarios a nuevos esquemas de enseñanza-aprendizaje como las comunidades de aprendizaje con la participación de estudiantes, profesores, actores sociales como empresas, gobierno, asociaciones, etc. no solamente permite la sensibilidad del entorno, sino integra a los diferentes grupos de la sociedad en la formación de las nuevas generaciones. Detener este esquema es detener el desarrollo de la universidad frente a los problemas actuales de su comunidad.

Querer estructurar el desarrollo universitario a través de ciclos, de formación multidisciplinaria, identificar la vocación de cada estudiante y desarrollar compromiso con los problemas sociales. De formación divisional donde enfrentas al estudiante a problemas complejos, técnicos y metodológicos de un área seleccionada. De formación general profesional a través de competencias y aprendizajes de una disciplina. Y cerrar el ciclo universitario con rutas diferenciadas. Detener este esquema es detener el desarrollo de la universidad hacia estructuras de vanguardia mundial.

Estas son sólo algunos de los esquemas que hoy por hoy, un grupo de opositores cerrados al desarrollo de la universidad con intenciones de manipulación y con una visión política corta sin considerar a la sociedad están deteniendo un esquema de transformación universitaria. Y ahora también, aunado al proceso de los gobiernos de imponer “personas” en posiciones clave para estratégicamente romper con la “autonomía” de la universidad. Así mismo presionar, presupuestal y mediáticamente a los directivos de la institución para mantener el estado actual y permitir su manipulación. Parecería que el objetivo de estos opositores es detener el desarrollo de la universidad. Y lo peor del caso: lo están logrando. Ahora es el momento de que las organizaciones de la sociedad civil debemos pronunciarnos por no detener el desarrollo. Recordemos que en el talento universitario está el futuro de las sociedades. ¡Y como diría un amigo: “Que no nos vuelva a suceder”!

email: antonio.rios@tec.mx, miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua