/ martes 27 de marzo de 2018

¿Cómo va la vida?

Cada estación del año tiene su encanto y evolución espiritual, y así, recién llegamos a la primavera, cuyo simbolismo es la resurrección de la vida en la naturaleza. En muchas culturas hay mitos relacionados a esta época, centrándose en la fuerza de la renovación y esperanza, tendientes a crear un mejor futuro.

A veces, por más anhelos y sueños de renovación que tengamos, nos paraliza el miedo de cambiar, y arriesgarnos a dejar lo “conocido rutinario” por aquello que realmente deseamos, sumiéndonos en un conformismo social e individual. Reflexionando sobre ello, llegué a algunos libros y artículos muy interesantes, acorde a lo que se pretende en este nuevo ciclo.

Natan Sharansky, académico y activista de Derechos Humanos, se preguntó qué es lo que alejaba a una persona de su verdadero ser individualmente y en la sociedad. Su respuesta fue: el miedo, representado en formas como: perder la vida, poder, dinero y el estatus que se tiene en la sociedad.

“El miedo a la libertad” es un excelente libro de Erich Fromm y menciona que el miedo de las personas es sacrificar su seguridad y lo que tiene claro, como sus rutinas, y entonces, necesario adquirir una nueva libertad. Bauman en su libro “Miedo líquido” refiere que “miedo” es el nombre que damos a nuestra incertidumbre:a nuestra ignoranciacon respecto a la amenaza y a lo que hay que hacer, a lo que puede y no puede hacerse para detenerla en seco, o para combatirla, si pararla es algo que está ya más allá de nuestro alcance.

El miedo es inherente a la persona y debemos aprender a convivir con él, enfrentándolo, confiando en nosotros mismos, no permitiendo que nos aparte de cristalizar nuestros sueños. En esta primavera, podemos reflexionar sobre cómo va nuestra vida y si realmente estamos cerca de lo que deseamos o si nos ha paralizado el miedo. Lo cierto es que el tiempo pasa y las estaciones siguen cambiando. Y citando al Talmud: ¿Si yo no hago por mí, quién hará por mí? Y si no es ahora, ¿cuándo? Recordemos que nosotros tenemos el poder de transformar nuestra realidad y convertirla en más hermosa y alcanzar nuestros anhelos, y qué mejor que la primavera para comenzar.


www.floryanez.com yanez_flor@hotmail.com



Cada estación del año tiene su encanto y evolución espiritual, y así, recién llegamos a la primavera, cuyo simbolismo es la resurrección de la vida en la naturaleza. En muchas culturas hay mitos relacionados a esta época, centrándose en la fuerza de la renovación y esperanza, tendientes a crear un mejor futuro.

A veces, por más anhelos y sueños de renovación que tengamos, nos paraliza el miedo de cambiar, y arriesgarnos a dejar lo “conocido rutinario” por aquello que realmente deseamos, sumiéndonos en un conformismo social e individual. Reflexionando sobre ello, llegué a algunos libros y artículos muy interesantes, acorde a lo que se pretende en este nuevo ciclo.

Natan Sharansky, académico y activista de Derechos Humanos, se preguntó qué es lo que alejaba a una persona de su verdadero ser individualmente y en la sociedad. Su respuesta fue: el miedo, representado en formas como: perder la vida, poder, dinero y el estatus que se tiene en la sociedad.

“El miedo a la libertad” es un excelente libro de Erich Fromm y menciona que el miedo de las personas es sacrificar su seguridad y lo que tiene claro, como sus rutinas, y entonces, necesario adquirir una nueva libertad. Bauman en su libro “Miedo líquido” refiere que “miedo” es el nombre que damos a nuestra incertidumbre:a nuestra ignoranciacon respecto a la amenaza y a lo que hay que hacer, a lo que puede y no puede hacerse para detenerla en seco, o para combatirla, si pararla es algo que está ya más allá de nuestro alcance.

El miedo es inherente a la persona y debemos aprender a convivir con él, enfrentándolo, confiando en nosotros mismos, no permitiendo que nos aparte de cristalizar nuestros sueños. En esta primavera, podemos reflexionar sobre cómo va nuestra vida y si realmente estamos cerca de lo que deseamos o si nos ha paralizado el miedo. Lo cierto es que el tiempo pasa y las estaciones siguen cambiando. Y citando al Talmud: ¿Si yo no hago por mí, quién hará por mí? Y si no es ahora, ¿cuándo? Recordemos que nosotros tenemos el poder de transformar nuestra realidad y convertirla en más hermosa y alcanzar nuestros anhelos, y qué mejor que la primavera para comenzar.


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