/ jueves 7 de marzo de 2024

Hacia una cultura de paz | Aborto constitucional en Francia

Con 780 votos a favor, 72 en contra y 50 abstenciones, Francia es el primer país del mundo en incluir explícitamente el derecho al aborto en el artículo 89 de su Carta Magna. Este avance histórico asegura escuchar a las mujeres y ver por su dignidad, sin importar su condición y con esta medida, se colocan a la vanguardia en la protección de derechos. Fue un momento trascendental, porque no sólo es una victoria en la lucha de décadas para reconocer los derechos de las mujeres, sino que también simboliza la unidad de la izquierda y de la derecha desde sus extremos en un apoyo mutuo. Incluso la líder de la derecha nacionalista y aspirante a suceder al presidente de Francia Emmanuel Macron, Marine Le Pen, votó a favor. En general fue una emotiva ceremonia llevada a cabo en el Palacio de Versalles donde la gente se levantó en aplausos y felicitaciones.

Aunque es un gran avance, la violencia contra la mujer sigue siendo trágica, y falta un recorrido tremendamente largo para lograr una verdadera igualdad y equidad entre los géneros. Yaël Braun-Pivet, presidenta de la Asamblea Nacional de Francia, expresó mientras conducía la asamblea para subir a rango constitucional el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo que: “Los derechos de las mujeres en todos lados estaban amenazados por el autoritarismo, el populismo y los deseos de poder de los partidos políticos oscurantistas, que pretenden imponer un orden moral retrógrado”.

Coincidentemente y casi a la par de esta noticia histórica, Milei, presidente de Argentina presentó a través de su partido político, un proyecto para derogar el aborto y borrar las políticas de igualdad alcanzadas en los últimos años. Con esto, busca instaurar una ley antiaborto que tipifique la interrupción voluntaria del embarazo como delito, y castigarlo hasta con tres años de prisión, incluso en casos de violación. Esto da marcha atrás a la ley que permite abortar desde el 2020 (también celebrada en una asamblea muy emotiva) que es más restrictiva que incluso el Código Penal que regía en 1921. Este personaje considera que las políticas con perspectiva de género han destruido valores, por tanto, hay que desaparecerlas. Por otro lado, Bukele, presidente de El Salvador anda por las mismas, mandó sacar la “Ideología de Género” de las escuelas, aun cuando ese país que tiene una tasa muy alta de violencia contra la mujer. En ese territorio, hay mujeres que compurgan una sentencia en prisión, porque tuvieron un legrado espontáneo. Así de terrible es la situación. Al igual que estos países, bastantes regiones de América Latina aún marchan por una “familia tradicional” en retroceso de los derechos de las féminas, donde imperen los valores de hace un siglo, que mandan a la mujer a la cocina y a la diversidad, al olvido.

“El lugar de las mujeres en el Congreso ha cambiado, porque Francia ha cambiado”, enfatizó Yaël Braun-Pivet. Estas palabras me hicieron recordar la película biográfica de Ruth Bader “La voz de la igualdad” quien a pesar de ser la mejor de su clase, sufrió discriminación para insertarse al mundo laboral, sólo por ser mujer. Cuando alega discriminación de género ante la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, exponte ante los ministros: “No les estoy pidiendo permiso para que el país cambie, eso ya está sucediendo sin su consentimiento, les estoy pidiendo que protejan el derecho del país a que cambie”.

Los tiempos cambian, la legalidad cambia y los derechos se imponen cada vez más en la sociedad y con ello, esperemos que imperen las nuevas ideas en pro de más protección a las personas. A ver cómo se ponen las marchas de este 8 de marzo con estas noticias.

Con 780 votos a favor, 72 en contra y 50 abstenciones, Francia es el primer país del mundo en incluir explícitamente el derecho al aborto en el artículo 89 de su Carta Magna. Este avance histórico asegura escuchar a las mujeres y ver por su dignidad, sin importar su condición y con esta medida, se colocan a la vanguardia en la protección de derechos. Fue un momento trascendental, porque no sólo es una victoria en la lucha de décadas para reconocer los derechos de las mujeres, sino que también simboliza la unidad de la izquierda y de la derecha desde sus extremos en un apoyo mutuo. Incluso la líder de la derecha nacionalista y aspirante a suceder al presidente de Francia Emmanuel Macron, Marine Le Pen, votó a favor. En general fue una emotiva ceremonia llevada a cabo en el Palacio de Versalles donde la gente se levantó en aplausos y felicitaciones.

Aunque es un gran avance, la violencia contra la mujer sigue siendo trágica, y falta un recorrido tremendamente largo para lograr una verdadera igualdad y equidad entre los géneros. Yaël Braun-Pivet, presidenta de la Asamblea Nacional de Francia, expresó mientras conducía la asamblea para subir a rango constitucional el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo que: “Los derechos de las mujeres en todos lados estaban amenazados por el autoritarismo, el populismo y los deseos de poder de los partidos políticos oscurantistas, que pretenden imponer un orden moral retrógrado”.

Coincidentemente y casi a la par de esta noticia histórica, Milei, presidente de Argentina presentó a través de su partido político, un proyecto para derogar el aborto y borrar las políticas de igualdad alcanzadas en los últimos años. Con esto, busca instaurar una ley antiaborto que tipifique la interrupción voluntaria del embarazo como delito, y castigarlo hasta con tres años de prisión, incluso en casos de violación. Esto da marcha atrás a la ley que permite abortar desde el 2020 (también celebrada en una asamblea muy emotiva) que es más restrictiva que incluso el Código Penal que regía en 1921. Este personaje considera que las políticas con perspectiva de género han destruido valores, por tanto, hay que desaparecerlas. Por otro lado, Bukele, presidente de El Salvador anda por las mismas, mandó sacar la “Ideología de Género” de las escuelas, aun cuando ese país que tiene una tasa muy alta de violencia contra la mujer. En ese territorio, hay mujeres que compurgan una sentencia en prisión, porque tuvieron un legrado espontáneo. Así de terrible es la situación. Al igual que estos países, bastantes regiones de América Latina aún marchan por una “familia tradicional” en retroceso de los derechos de las féminas, donde imperen los valores de hace un siglo, que mandan a la mujer a la cocina y a la diversidad, al olvido.

“El lugar de las mujeres en el Congreso ha cambiado, porque Francia ha cambiado”, enfatizó Yaël Braun-Pivet. Estas palabras me hicieron recordar la película biográfica de Ruth Bader “La voz de la igualdad” quien a pesar de ser la mejor de su clase, sufrió discriminación para insertarse al mundo laboral, sólo por ser mujer. Cuando alega discriminación de género ante la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, exponte ante los ministros: “No les estoy pidiendo permiso para que el país cambie, eso ya está sucediendo sin su consentimiento, les estoy pidiendo que protejan el derecho del país a que cambie”.

Los tiempos cambian, la legalidad cambia y los derechos se imponen cada vez más en la sociedad y con ello, esperemos que imperen las nuevas ideas en pro de más protección a las personas. A ver cómo se ponen las marchas de este 8 de marzo con estas noticias.