/ jueves 29 de febrero de 2024

Corral… de la simulación al cinismo


“Que me odien con tal de que me teman”

Calígula (12 a.C. – 41 d.C.)


En la historia reciente de Chihuahua no recordamos un gobernador que durante su mandato fuera tan omiso en sus obligaciones, deshonesto en el manejo de las finanzas públicas y por si fuera poco, con un registro de la tasa de homicidios dolosos casi triplicados. Si el daño de Duarte al erario se consideró mayúsculo, el perjurio de Corral fue un descomunal descalabro a la estabilidad y credibilidad de las instituciones.


Este político vividor que sin ganar elecciones por 21 años “sin empacho” disfrutó del jugoso manantial parlamentario, engendrándose en un ambiente de frivolidad sin límite. Insaciable y astuto a la vez, pero avezado para conciliar entre propios y extraños, imponiendo su personalidad dentro de sus complejos de gran tribuno emulando ser el -Churchill mexicano-, para ahora prostituirse sin pudor alguno ante quienes “presumiblemente” combatió, y que hoy se suma a la 4T. Es precisamente en ese inmundo lodazal donde vuelve a emerger como vulgar camaleón. ¡Qué barbaridad!.

Adoptar un criterio de censura frente a su patraña e indecencia política, no es cosa fácil, porque políticos como Corral están curtidos en la desvergüenza y la carencia de escrúpulos, donde cualquier calificativo de los ciudadanos que votaron por él, lo ha tenido siempre sin el menor desvelo.

Desde su temprana edad en la política supo aprender a subir cada peldaño de esta comedia. Sus desafíos, traiciones y desamores, pero sobre todo la volatilidad para evitar ser atrapado en la mentira, es decir, escurridizo. Porque al menor incidente sabía que caería en las fauces de sus enemigos. Corral ha sabido masticar sin náuseas una masa efervescente de política inmoral. Seguramente en sus lecturas llegó a conocer a Gonzalo M. Santos, aquel cacique potosino postrevolucionario que decía: “La Moral es un árbol que da Moras”, inolvidable frase irónica que seguramente quedó acuñada en su cinismo.

Pobre Chihuahua, habiendo tenido un gobernador que presumió encabezar una emblemática “Caravana Nacional por la Dignidad y Contra la Corrupción” y que ahora se entrega incondicionalmente a Morena. Hoy Corral en su excelsa frivolidad sin importarle el juicio político de los chihuahuenses, parece haber contraído el Síndrome de Hubris o enfermedad del poder, como un trastorno que ocurre a quienes al alcanzar posiciones de poder a cualquier costo y humillación. Pero qué pensarán ahora aquellos intelectuales libres que convocaba en la Ciudad de México, incluyendo a Carmen Aristegui, Agustín Basave, etc. Estamos seguros que también recuerda aquellas declaraciones sobre el asunto de la Boquilla que pronunciara con Ciro Gómez Leyva el 25 de septiembre del 2020. Cito: “…un presidente que siembra el odio, que manipula y falta a la verdad, y ese es López Obrador” “A sus colaboradores les pide obediencia ciega y a los gobernadores los quiere sometidos, callados, nunca acepta su responsabilidad …) (Con nosotros se va a topar con pared…).

Que lástima, tanto leer para nada, tanta mentira para llegar tan lejos, tanto engañar para conseguir votos, para que hoy la comunidad te vea como un “hombrecillo” traicionero y sin valores. Es el búmeran que tarde o temprano cobrará la vida por tu soberbia e insensatez que habiendo tenido la oportunidad de servir a Chihuahua te envolviste en una burbuja de festín de poder. Cada quien cosecha lo que siembra, ¿no crees?



“Que me odien con tal de que me teman”

Calígula (12 a.C. – 41 d.C.)


En la historia reciente de Chihuahua no recordamos un gobernador que durante su mandato fuera tan omiso en sus obligaciones, deshonesto en el manejo de las finanzas públicas y por si fuera poco, con un registro de la tasa de homicidios dolosos casi triplicados. Si el daño de Duarte al erario se consideró mayúsculo, el perjurio de Corral fue un descomunal descalabro a la estabilidad y credibilidad de las instituciones.


Este político vividor que sin ganar elecciones por 21 años “sin empacho” disfrutó del jugoso manantial parlamentario, engendrándose en un ambiente de frivolidad sin límite. Insaciable y astuto a la vez, pero avezado para conciliar entre propios y extraños, imponiendo su personalidad dentro de sus complejos de gran tribuno emulando ser el -Churchill mexicano-, para ahora prostituirse sin pudor alguno ante quienes “presumiblemente” combatió, y que hoy se suma a la 4T. Es precisamente en ese inmundo lodazal donde vuelve a emerger como vulgar camaleón. ¡Qué barbaridad!.

Adoptar un criterio de censura frente a su patraña e indecencia política, no es cosa fácil, porque políticos como Corral están curtidos en la desvergüenza y la carencia de escrúpulos, donde cualquier calificativo de los ciudadanos que votaron por él, lo ha tenido siempre sin el menor desvelo.

Desde su temprana edad en la política supo aprender a subir cada peldaño de esta comedia. Sus desafíos, traiciones y desamores, pero sobre todo la volatilidad para evitar ser atrapado en la mentira, es decir, escurridizo. Porque al menor incidente sabía que caería en las fauces de sus enemigos. Corral ha sabido masticar sin náuseas una masa efervescente de política inmoral. Seguramente en sus lecturas llegó a conocer a Gonzalo M. Santos, aquel cacique potosino postrevolucionario que decía: “La Moral es un árbol que da Moras”, inolvidable frase irónica que seguramente quedó acuñada en su cinismo.

Pobre Chihuahua, habiendo tenido un gobernador que presumió encabezar una emblemática “Caravana Nacional por la Dignidad y Contra la Corrupción” y que ahora se entrega incondicionalmente a Morena. Hoy Corral en su excelsa frivolidad sin importarle el juicio político de los chihuahuenses, parece haber contraído el Síndrome de Hubris o enfermedad del poder, como un trastorno que ocurre a quienes al alcanzar posiciones de poder a cualquier costo y humillación. Pero qué pensarán ahora aquellos intelectuales libres que convocaba en la Ciudad de México, incluyendo a Carmen Aristegui, Agustín Basave, etc. Estamos seguros que también recuerda aquellas declaraciones sobre el asunto de la Boquilla que pronunciara con Ciro Gómez Leyva el 25 de septiembre del 2020. Cito: “…un presidente que siembra el odio, que manipula y falta a la verdad, y ese es López Obrador” “A sus colaboradores les pide obediencia ciega y a los gobernadores los quiere sometidos, callados, nunca acepta su responsabilidad …) (Con nosotros se va a topar con pared…).

Que lástima, tanto leer para nada, tanta mentira para llegar tan lejos, tanto engañar para conseguir votos, para que hoy la comunidad te vea como un “hombrecillo” traicionero y sin valores. Es el búmeran que tarde o temprano cobrará la vida por tu soberbia e insensatez que habiendo tenido la oportunidad de servir a Chihuahua te envolviste en una burbuja de festín de poder. Cada quien cosecha lo que siembra, ¿no crees?