César M. Fernández
Uno de los aliados más peligrosos de la cuarta transformación, es Manuel Bartlett, actual director general de la Comisión Federal de Electricidad quien está ligado al asesinato del periodista Manuel Buendía. Buendía fue un reconocido periodista mexicano cuya columna "Red Privada" era ampliamente leída y reproducida por numerosos periódicos en México. Era considerado el periodista de mayor influencia en el panorama de prensa escrita en México durante la segunda mitad del siglo XX.
Los principales temas que Buendía abordaba en su columna eran la presencia de la CIA en México, la ultraderecha, el narcotráfico y la corrupción gubernamental. Su investigación y denuncia de estos temas tocaban intereses poderosos y esto, lamentablemente, pudo haber contribuido a su trágico asesinato. Según la información disponible, el asesinato del periodista fue planeado durante una reunión en abril de 1984, supuestamente convocada por el entonces secretario de Defensa, Juan Arévalo Gardoqui. Buendía había realizado denuncias sobre corrupción en los altos círculos de poder de México y su relación con el tráfico de drogas ilegales en su columna "Red Privada".
En la reunión, se afirma que también estuvieron presentes el entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz y varios comandantes. Después de su asesinato, el periodista fue sepultado en el Panteón Jardines del Recuerdo en Tlalnepantla de Baz, Estado de México.
Este suceso es solo uno de los muchos ejemplos de la violencia y los peligros a los que se enfrentan los periodistas en México. La falta de seguridad y justicia en estos casos genera un clima de impunidad que dificulta el ejercicio libre y seguro del periodismo en el país.
Es importante destacar que la libertad de expresión y el derecho a la información son fundamentales para una democracia sana. Los periodistas desempeñan un papel crucial en la sociedad al investigar y reportar noticias de interés público. Proteger su integridad y permitirles trabajar de manera justa y sin miedo es un desafío que debe abordarse de manera urgente y eficaz.
Las organizaciones de periodistas y defensoras de los derechos humanos continúan alzando la voz y exigiendo justicia para aquellos que han sido víctimas de violencia y represión. También se han implementado medidas para fortalecer la protección de los periodistas y garantizar su seguridad, pero queda mucho por hacer.
Como sociedad, es fundamental valorar y apoyar el trabajo de los periodistas, promoviendo la diversidad de voces, el acceso a la información y la transparencia en todos los niveles gubernamentales. El periodismo independiente y libre es una herramienta vital para el buen funcionamiento de la democracia y el avance de una sociedad informada y participativa.
Es preocupante que figuras como Manuel Bartlett estén ligadas a escándalos como el asesinato del periodista Manuel Buendía y a casos de fraude electoral. Estos acontecimientos generan dudas sobre la integridad y la transparencia de nuestro sistema político y ponen en entredicho la confianza de la ciudadanía en sus líderes y en las instituciones.
El asesinato de un periodista, representa un ataque a la libertad de prensa y a la democracia. La implicación de Bartlett en este caso, si se demuestra cierta, es preocupante, ya que se espera que los funcionarios públicos sean ejemplo de honestidad y respeto hacia los derechos fundamentales.
Por otro lado, el fraude electoral que ocurrió durante las elecciones en las que Salinas de Gortari salió electo también es motivo de preocupación. La manipulación del sistema electoral y la falta de transparencia en los procesos electorales socavan la confianza de la ciudadanía en la democracia y en la capacidad de los líderes para representar de manera justa a la población.
