/ miércoles 28 de junio de 2023

Desenergizados

Por: Román Rivas Hong


Es realmente preocupante ver la cantidad de cortes de energía que hemos tenido en las últimas dos semanas; las pérdidas para la industria son fenomenales y desafortunadamente sabemos que no habrá una solución a corto plazo para esta situación, vaya, ni siquiera la habría aún cuando se estuviese invirtiendo en el rubro. Las estimaciones de la demanda eléctrica se han visto rebasadas debido a la extrema onda de calor que azota al país y la situación ha estado provocando apagones ante los cuales el empresariado, y principalmente la industria estamos demandando un plan que mitigue daños económicos y sociales. Para 2023, la demanda eléctrica máxima prevista para el Sistema Interconectado Nacional (SIN) era de 49 mil 495 megawatts; sin embargo, la semana pasada se registró una demanda superior que llegó hasta los 53 mil megawatts conforme a los registros del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace). En algunos días de este mes de junio, la demanda ha superado la generación de electricidad y este hecho es sumamente peligroso. Si bien la Comisión Federal de Electricidad (CFE) asegura que no hay riesgos de fallas en el suministro debido a que se tiene una capacidad de casi 90 mil megawatts, debemos entender que no es lo mismo tener la capacidad instalada de las centrales que están en el país, a tenerlas disponibles para generar electricidad en el momento que se presenta una contingencia. No todas las tecnologías de generación están disponibles en un mismo momento, las renovables por ejemplo operan sólo en ciertos periodos del día y ni siquiera las termoeléctricas tienen una disponibilidad del 100 por ciento. La eficiencia de estas centrales es muy similar a los procesos productivos que tenemos en la industria; es imposible imaginárselos operando con un 100 por ciento de eficiencia y, aunque estuvieran disponibles todo el tiempo, el sistema eléctrico está también dividido en regiones, algunas deficitarias y otras superavitarias, de forma que esos 90 mil megawatts no se aplican por completo y siempre habrá algunas regiones a las que les falte energía y otras a las que les sobre. El martes de la semana pasada se registró un reporte de estado operativo de alerta debido a que el margen de reserva del Sistema Interconectado Nacional estuvo por debajo del 6 por ciento, que es el valor mínimo para que el mismo pueda operar sin contingencias, a lo cual Cenace señaló que “fue sólo por dos horas” pero, “haiga sido como haiga sido” esto es sumamente peligroso ya que cuando se trabaja debajo del margen de reserva operativo el sistema queda sumamente vulnerable y Cenace puede realizar tiros de carga programados por zonas para responder ante emergencias. La reserva operativa consiste en dejar un 6 por ciento de la capacidad de generación disponible y lista para entrar en el momento en que ocurra un evento inesperado, como la caída de una línea de transmisión o la salida inesperada de alguna central eléctrica. Aquí la pregunta es… ¿Cómo vamos a poder seguir atrayendo industria si con las condiciones que vimos este par de semanas ya experimentamos que estamos al tope? ¿Es esta nuestra carta de presentación para continuar con el “nearshoring”? La generación de energía eléctrica y la facilitación a las empresas que invirtieron en el sector en años pasados no es la prioridad del gobierno federal. Si no hay disponibilidad de energía, será muy difícil que la industria siga llegando ya que ésta se comporta como si fuera materia prima; sin ella, es imposible el poder producir aún cuando tengamos toda la maquinaria y equipo para hacerlo. Las prioridades del gobierno federal continúan siendo obras faraónicas como el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas y a las cuales se suma ahora el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el cual actualmente cuenta con poca energía y nula capacidad de transmisión eléctrica. El presidente anunció recientemente la creación de nuevos parques eólicos localizados sobre el Istmo para facilitar la atracción de inversión, pero el ejecutar estos proyectos no será de la noche a la mañana y sin energía disponible será muy complicado el atraer empresas que quieran invertir allí aún cuando tengan todos los incentivos del mundo. Estamos en el preludio de un gran problema; se invierte en generación en un área en la que actualmente no hay demanda bajo el argumento de atraer inversión, y se descuida a todo el norte, en donde ya hay inversión y que con tan sólo dos semanas de extremo calor nos ha exhibido cuán vulnerables somos ante la disponibilidad o indisponibilidad de energía. ¿Y ahora quién podrá ayudarnos? Necesitamos a un mejor superhéroe que el del “chipote chillón”…

Maestro en Administración. Presidente de Index Chihuahua

roman.rivas@mgsmfg.com


Por: Román Rivas Hong


Es realmente preocupante ver la cantidad de cortes de energía que hemos tenido en las últimas dos semanas; las pérdidas para la industria son fenomenales y desafortunadamente sabemos que no habrá una solución a corto plazo para esta situación, vaya, ni siquiera la habría aún cuando se estuviese invirtiendo en el rubro. Las estimaciones de la demanda eléctrica se han visto rebasadas debido a la extrema onda de calor que azota al país y la situación ha estado provocando apagones ante los cuales el empresariado, y principalmente la industria estamos demandando un plan que mitigue daños económicos y sociales. Para 2023, la demanda eléctrica máxima prevista para el Sistema Interconectado Nacional (SIN) era de 49 mil 495 megawatts; sin embargo, la semana pasada se registró una demanda superior que llegó hasta los 53 mil megawatts conforme a los registros del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace). En algunos días de este mes de junio, la demanda ha superado la generación de electricidad y este hecho es sumamente peligroso. Si bien la Comisión Federal de Electricidad (CFE) asegura que no hay riesgos de fallas en el suministro debido a que se tiene una capacidad de casi 90 mil megawatts, debemos entender que no es lo mismo tener la capacidad instalada de las centrales que están en el país, a tenerlas disponibles para generar electricidad en el momento que se presenta una contingencia. No todas las tecnologías de generación están disponibles en un mismo momento, las renovables por ejemplo operan sólo en ciertos periodos del día y ni siquiera las termoeléctricas tienen una disponibilidad del 100 por ciento. La eficiencia de estas centrales es muy similar a los procesos productivos que tenemos en la industria; es imposible imaginárselos operando con un 100 por ciento de eficiencia y, aunque estuvieran disponibles todo el tiempo, el sistema eléctrico está también dividido en regiones, algunas deficitarias y otras superavitarias, de forma que esos 90 mil megawatts no se aplican por completo y siempre habrá algunas regiones a las que les falte energía y otras a las que les sobre. El martes de la semana pasada se registró un reporte de estado operativo de alerta debido a que el margen de reserva del Sistema Interconectado Nacional estuvo por debajo del 6 por ciento, que es el valor mínimo para que el mismo pueda operar sin contingencias, a lo cual Cenace señaló que “fue sólo por dos horas” pero, “haiga sido como haiga sido” esto es sumamente peligroso ya que cuando se trabaja debajo del margen de reserva operativo el sistema queda sumamente vulnerable y Cenace puede realizar tiros de carga programados por zonas para responder ante emergencias. La reserva operativa consiste en dejar un 6 por ciento de la capacidad de generación disponible y lista para entrar en el momento en que ocurra un evento inesperado, como la caída de una línea de transmisión o la salida inesperada de alguna central eléctrica. Aquí la pregunta es… ¿Cómo vamos a poder seguir atrayendo industria si con las condiciones que vimos este par de semanas ya experimentamos que estamos al tope? ¿Es esta nuestra carta de presentación para continuar con el “nearshoring”? La generación de energía eléctrica y la facilitación a las empresas que invirtieron en el sector en años pasados no es la prioridad del gobierno federal. Si no hay disponibilidad de energía, será muy difícil que la industria siga llegando ya que ésta se comporta como si fuera materia prima; sin ella, es imposible el poder producir aún cuando tengamos toda la maquinaria y equipo para hacerlo. Las prioridades del gobierno federal continúan siendo obras faraónicas como el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas y a las cuales se suma ahora el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el cual actualmente cuenta con poca energía y nula capacidad de transmisión eléctrica. El presidente anunció recientemente la creación de nuevos parques eólicos localizados sobre el Istmo para facilitar la atracción de inversión, pero el ejecutar estos proyectos no será de la noche a la mañana y sin energía disponible será muy complicado el atraer empresas que quieran invertir allí aún cuando tengan todos los incentivos del mundo. Estamos en el preludio de un gran problema; se invierte en generación en un área en la que actualmente no hay demanda bajo el argumento de atraer inversión, y se descuida a todo el norte, en donde ya hay inversión y que con tan sólo dos semanas de extremo calor nos ha exhibido cuán vulnerables somos ante la disponibilidad o indisponibilidad de energía. ¿Y ahora quién podrá ayudarnos? Necesitamos a un mejor superhéroe que el del “chipote chillón”…

Maestro en Administración. Presidente de Index Chihuahua

roman.rivas@mgsmfg.com