Esa conspiración del gobierno federal contra Chihuahua, de la que hablé en mi colaboración anterior, que no le permiten a nuestra entidad un mayor desarrollo económico y social, hoy se evidencia claramente en el IMSS.
Este artículo se desprende de una inquietud genuina del presidente del CCE Chihuahua, Federico Baeza, quien puso el dedo en la llaga al señalar que los empresarios de Chihuahua somos de los más cumplidos en cuanto a contribuciones ante el Instituto, sin embargo, la administración federal no es recíproca con su delegación Chihuahua, lo que propicia deficiencias en el trato y servicio.
De acuerdo a los informes oficiales, al mes de septiembre, nuestro estado se posicionó en el primer lugar nacional en cuanto a afiliación y cobranza, con un promedio de efectividad del 97.9%, con lo que “Chihuahua es la mejor Área de Afiliación y Cobro en el País” …
Esto es un indicador claro de que los patrones chihuahuenses somos los más responsables con nuestras obligaciones fiscales, incluyendo la seguridad social, pero, ¿qué obtenemos a cambio de eso para nuestros trabajadores?
La situación es preocupante, porque desconocemos a dónde se va este recurso presupuestal, para qué se destina, con qué transparencia se distribuye, y de qué forma se le devuelve al Estado de Chihuahua. Entonces nos preguntamos, ¿qué está sucediendo con la administración federal actual?
Desafortunadamente, vemos con dolor y profunda tristeza que los hospitales del IMSS en la entidad están peor que nunca, con deficiencias en todas sus áreas. Tal es el caso que, mes con mes, los indicadores de abasto y surtimiento de recetas médicas han ido a la baja; es vergonzoso que el Instituto señale como un “logro” suministrar cerca del 80% de medicamentos, pero nos encontremos en el deshonroso treintavo lugar a nivel Nacional.
Esto evidentemente nadie lo palpa o mide, porque son los medicamentos de enfermedades crónico degenerativas, como la insulina, los que no se están surtiendo, no obstante, provoca deterioro a la salud y el riesgo inminente de que el costo de la atención médica en el futuro para esos pacientes supere cualquier presupuesto designado.
Sumémosle que el área administrativa del Instituto se encuentra en el último sitio del país, con un diferimiento excesivo de las citas, malos tratos, quejas e inoperancia, que le cuesta al patrón y al derechohabiente, ¡y mucho!
Un hecho relevante tiene que ver con que el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social en Chihuahua presentó un oficio en el que notifica la falta de recursos, equipamiento y material para que los trabajadores del IMSS puedan brindar atención segura, satisfactoria y efectiva.
Reportó 29 faltantes, entre ellos todo tipo de medicamentos, pañales, jeringas y sondas, e insuficiencias para la utilización de las bombas de infusión, tanques de oxígeno y camillas; fallas graves en máquinas de anestesia, entre otros. De estas carencias, los únicos responsables son las autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social a nivel nacional.
Ellos le deben a Chihuahua: infraestructura médica y hospitales dignos, trato oportuno y cálido, capacidad de resolución, empatía, sensibilización, equipamiento, medicamentos, pero, sobre todo, la garantía del principio básico que emana de nuestra Constitución: el derecho a la atención integral en materia de salud.
Ante tal situación, el empresariado chihuahuense, unido y orgulloso, exige reciprocidad ante el pago de impuestos. ¡Queremos medicamentos y atención médica integral, digna, para nuestros trabajadores!
Presidente de Desarrollo Económico de Chihuahua (DESEC)
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