/ miércoles 6 de octubre de 2021

La educación en tiempos de Covid

Por: Javier Leyva R.

¿Las formas de aprender han cambiado desde que empezó la pandemia? ¿La educación en línea, llegó para quedarse? ¿Qué tan resistente fue nuestro modelo educativo a una emergencia como la que hoy vivimos?

La pandemia que actualmente atravesamos evidenció muchas debilidades que tenemos como país, por ejemplo: el sistema de salud, la actual crisis económica, la educación, etc.

Los métodos para el aprendizaje se modificaron de golpe y comenzó en nuestro país la era de la educación en línea, esto trajo consigo beneficios y problemas que solucionar. Nos adaptamos a nuevos retos, los estudiantes nos volvimos autodidactas, empezamos a buscar nuevas fuentes para obtener conocimientos, a aprender como usar distintas herramientas que para muchos eran nuevas.

Luego, poco a poco, todo se fue haciendo más monótono, muchos entregamos tareas en las diversas plataformas solo por cumplir, sin ningún aprendizaje real o significativo. La educación se limitó a entregar tareas y estar “presente” en las clases virtuales, empezaron a surgir problemas psicológicos, y desde mi punto de vista, el resultado general, fue un enorme rezago académico, pero pareciera que entre todo esto, había algo bueno, la educación al menos había obtenido nuevas herramientas que se quedarían de forma permanente, cómo lo es el sistema híbrido.

Pero al anunciar el regreso a clases presenciales, (y es aquí donde doy respuesta a la segunda pregunta planteada al inicio de este artículo) muchos creímos que se seguirán usando las herramientas que realmente nos ayudaban en el aprendizaje, pero en muchas ocasiones no fue así, simplemente se desecharon y se ignoró que la escuela ya no puede, ni tiene que volver a ser la misma.

La pandemia evidenció un modelo educativo muy frágil y con muchas áreas de oportunidad.

Debemos, al menos, aprender algo de esta pandemia y que tenga un beneficio, entre tantas consecuencias que trajo a nuestro país, hay mucho por qué trabajar, hay mucho en qué mejorar.

Quiero cerrar con una frase de Eliot Ma, que refleja profundamente la realidad educativa que vivimos:

“El e-learning está cambiando. Veremos nuevos modelos y surgirán nuevas tecnologías y nuevos diseños. Entonces dejemos atrás la educación, o al menos le daremos una definición nueva y más amplia.”

En resumen, la clave para el progreso está en darle a la educación una nueva y más amplia definición.

Por: Javier Leyva R.

¿Las formas de aprender han cambiado desde que empezó la pandemia? ¿La educación en línea, llegó para quedarse? ¿Qué tan resistente fue nuestro modelo educativo a una emergencia como la que hoy vivimos?

La pandemia que actualmente atravesamos evidenció muchas debilidades que tenemos como país, por ejemplo: el sistema de salud, la actual crisis económica, la educación, etc.

Los métodos para el aprendizaje se modificaron de golpe y comenzó en nuestro país la era de la educación en línea, esto trajo consigo beneficios y problemas que solucionar. Nos adaptamos a nuevos retos, los estudiantes nos volvimos autodidactas, empezamos a buscar nuevas fuentes para obtener conocimientos, a aprender como usar distintas herramientas que para muchos eran nuevas.

Luego, poco a poco, todo se fue haciendo más monótono, muchos entregamos tareas en las diversas plataformas solo por cumplir, sin ningún aprendizaje real o significativo. La educación se limitó a entregar tareas y estar “presente” en las clases virtuales, empezaron a surgir problemas psicológicos, y desde mi punto de vista, el resultado general, fue un enorme rezago académico, pero pareciera que entre todo esto, había algo bueno, la educación al menos había obtenido nuevas herramientas que se quedarían de forma permanente, cómo lo es el sistema híbrido.

Pero al anunciar el regreso a clases presenciales, (y es aquí donde doy respuesta a la segunda pregunta planteada al inicio de este artículo) muchos creímos que se seguirán usando las herramientas que realmente nos ayudaban en el aprendizaje, pero en muchas ocasiones no fue así, simplemente se desecharon y se ignoró que la escuela ya no puede, ni tiene que volver a ser la misma.

La pandemia evidenció un modelo educativo muy frágil y con muchas áreas de oportunidad.

Debemos, al menos, aprender algo de esta pandemia y que tenga un beneficio, entre tantas consecuencias que trajo a nuestro país, hay mucho por qué trabajar, hay mucho en qué mejorar.

Quiero cerrar con una frase de Eliot Ma, que refleja profundamente la realidad educativa que vivimos:

“El e-learning está cambiando. Veremos nuevos modelos y surgirán nuevas tecnologías y nuevos diseños. Entonces dejemos atrás la educación, o al menos le daremos una definición nueva y más amplia.”

En resumen, la clave para el progreso está en darle a la educación una nueva y más amplia definición.