/ sábado 4 de septiembre de 2021

La prudencia

Por María de los Ángeles Ruiz

Estimado lector de El Heraldo de Chihuahua, es un gusto enorme para mí poder compartir estas letras con usted, agradezco a Dios poder encontrarnos.

Hoy quiero que platiquemos de la prudencia, sí, escucha bien, esta capacidad que puede llegar a tener el ser humano de medir las posibles consecuencias de los actos y el hecho de poder actuar responsablemente, esto implica actuar de manera justa y con cautela, respetando la vida y la libertad de los demás.

La prudencia es considerada por el catolicismo como una de las cuatro virtudes cardinales, y es conocida como la “madre de todas las virtudes”; el catolicismo la define como la capacidad de razonar con buen juicio para juzgar las acciones como buenas o malas, y poder discernir qué camino tomar en cada circunstancia concreta.

La prudencia supone tener memoria para usar las experiencias del pasado, docilidad para aceptar los consejos de otros; previsión e intuición.

Es decir, manejarse con mesura y hacer las cosas considerando a los demás, bien, pues prudencia creo que es lo que menos hemos visto en estos días en nuestro país, de abajo para arriba, le comento de la brutal golpiza que les propinan los guardias nacionales a los migrantes para evitar que éstos ingresen y avancen hacia la frontera, evoco aquel video del primer mandatario cuando recién llegaba enunciando que todos los migrantes podían venir a nuestro país y gozar de una visa de trabajo y lugar para vivir, “3 doritos después” vemos a la Guardia Nacional constituida para la seguridad apostada de portero para evitar el paso de estas personas que tristemente viven tragedias en sus países como lo son los haitianos, que cuando no les llueve les graniza.

Luego nos vamos al informe presidencial, creo que lo más relevante fue el momento de Geraldine y la doctora buscando el lugar que le correspondía.

Y llegando al hogar, pues qué le puedo decir, si fuera escena de película tendría lágrimas en los ojos y mis manos cubriéndolos, y no sé si reiría o lloraría como el meme de ese señor de caricatura que ríe sin parar, así es, lo que hemos visto esta semana sobre las declaraciones del próximo exgóber con respecto al dinero que se supone ya ejerció y de la carta que le manda su antecesor, pues dan todo el contexto para una película dantesca.

Es pues que lo que yo veo es que la prudencia es una cualidad que nuestros gobernantes no poseen, es triste ver que los ciudadanos votemos por personas con discursos incendiarios creyendo que con su mágico discurso arreglarán las cosas.


Pues no hay tal, señoras y señores, arreglar a los estados toma tiempo, se requiere trabajo continuo, y de todos los miembros del equipo, una voz que marque el ritmo, pero una sociedad que participe y que actúe.

Los valores ya tan desechados algo tienen de ciertos, la prudencia es una virtud, y creo que debemos de buscar y fomentarla en todos los seres humanos.

Un gusto habernos encontrado, AECH. Hasta la próxima


Por María de los Ángeles Ruiz

Estimado lector de El Heraldo de Chihuahua, es un gusto enorme para mí poder compartir estas letras con usted, agradezco a Dios poder encontrarnos.

Hoy quiero que platiquemos de la prudencia, sí, escucha bien, esta capacidad que puede llegar a tener el ser humano de medir las posibles consecuencias de los actos y el hecho de poder actuar responsablemente, esto implica actuar de manera justa y con cautela, respetando la vida y la libertad de los demás.

La prudencia es considerada por el catolicismo como una de las cuatro virtudes cardinales, y es conocida como la “madre de todas las virtudes”; el catolicismo la define como la capacidad de razonar con buen juicio para juzgar las acciones como buenas o malas, y poder discernir qué camino tomar en cada circunstancia concreta.

La prudencia supone tener memoria para usar las experiencias del pasado, docilidad para aceptar los consejos de otros; previsión e intuición.

Es decir, manejarse con mesura y hacer las cosas considerando a los demás, bien, pues prudencia creo que es lo que menos hemos visto en estos días en nuestro país, de abajo para arriba, le comento de la brutal golpiza que les propinan los guardias nacionales a los migrantes para evitar que éstos ingresen y avancen hacia la frontera, evoco aquel video del primer mandatario cuando recién llegaba enunciando que todos los migrantes podían venir a nuestro país y gozar de una visa de trabajo y lugar para vivir, “3 doritos después” vemos a la Guardia Nacional constituida para la seguridad apostada de portero para evitar el paso de estas personas que tristemente viven tragedias en sus países como lo son los haitianos, que cuando no les llueve les graniza.

Luego nos vamos al informe presidencial, creo que lo más relevante fue el momento de Geraldine y la doctora buscando el lugar que le correspondía.

Y llegando al hogar, pues qué le puedo decir, si fuera escena de película tendría lágrimas en los ojos y mis manos cubriéndolos, y no sé si reiría o lloraría como el meme de ese señor de caricatura que ríe sin parar, así es, lo que hemos visto esta semana sobre las declaraciones del próximo exgóber con respecto al dinero que se supone ya ejerció y de la carta que le manda su antecesor, pues dan todo el contexto para una película dantesca.

Es pues que lo que yo veo es que la prudencia es una cualidad que nuestros gobernantes no poseen, es triste ver que los ciudadanos votemos por personas con discursos incendiarios creyendo que con su mágico discurso arreglarán las cosas.


Pues no hay tal, señoras y señores, arreglar a los estados toma tiempo, se requiere trabajo continuo, y de todos los miembros del equipo, una voz que marque el ritmo, pero una sociedad que participe y que actúe.

Los valores ya tan desechados algo tienen de ciertos, la prudencia es una virtud, y creo que debemos de buscar y fomentarla en todos los seres humanos.

Un gusto habernos encontrado, AECH. Hasta la próxima