/ sábado 18 de noviembre de 2023

La Teoría de la Flexibilidad Evolutiva como una alternativa para promover el logro de metas personales y profesionales (Primera parte)

Por: Pedro Barrera Valdivia (*)

Se ha definido la flexibilidad evolutiva como la capacidad para adaptarse a las diversas circunstancias utilizando de manera creativa los recursos disponibles y conforme a las normas relevantes en una determinada situación o necesidad. El concepto ha sido utilizado para explicar los mecanismos que utilizan los organismos para adaptarse de manera funcional con su entorno al tomar la dirección que les permite afrontar las demandas ambientales (Fournier-Level, 2020).

La flexibilidad que observan los individuos para elegir la dirección que toman ante las demandas del entorno, establece su capacidad adaptativa, entendida como las condiciones que le permite prosperar de acuerdo a los escenarios particulares de su medio (Wilczek, 2018). El antecedente primordial de la flexibilidad evolutiva surge de los trabajos sobre los procesos de evolución biológica de Charles Darwin (1809-1882). En su obra clásica “El origen de las especies” publicada en 1859, se sustenta la teoría de la evolución por medio de la selección natural y la preservación de las razas que mejor se adaptan en la lucha por la vida.

Otros autores, como L. Miguel (2017), sustentaron que los seres humanos, así como otros organismos, están en continua evolución, tanto en el plano biológico como en el psicológico y social. Al primero, corresponden al desarrollo somático, el segundo alude a los sistemas de creencias, el intelecto y peculiaridades emocionales, todo lo cual, le permite lograr integrarse a los diversos contextos sociales. En todos estos ámbitos las personas experimentan cambios constantes y, ocasionalmente, saltos cualitativos en la manera de ver, pensar y sentir el mundo, es decir, los eventos experimentados llevan a la persona a transformar su relación con el entorno y consigo mismo.

Por su parte, Iturbe (2010), expuso que existe una tendencia natural en los organismos para tomar diversos caminos, lo cual, tiene implicaciones en su capacidad adaptativa. La capacidad para lograr el desarrollo y evolución adaptativas, se observa en las disposiciones que muestran las personas durante la vida. Sobre este aspecto, Watzek, J., Pope, S.M. & Brosnan, S.F. (2019) señalaron que la ciencia reconoce que en el ser humano existen dos tipos de disposiciones: La tendencia a hacer las cosas de la misma manera, expresando las mismas ideas y manteniendo, día a día, las rutinas de la vida. La segunda refiere la tendencia para aprender, adquirir nuevas habilidades e intentar diversos caminos para lograr las metas propuestas. Esta tendencia, caracterizada por la flexibilidad evolutiva, estimula los aprendizajes innovadores y divergentes y, por tanto, favorece el desarrollo personal, potencia el aprendizaje y mejora los resultados evolutivos.

Derivado de los anteriores, se concluye, que cada individuo tiene la libertad de elegir afrontar de manera convergente o divergente sus acciones y el esfuerzo que aplicará en ello. Esta condición de libertad, da por resultado un desarrollo variable en la evolución biológica, psicológica y social, la cual se observa, en los resultados en todas las áreas del desarrollo personal y social. De esta manera, la persona elige entre permanecer en una sola dirección o esforzarse para buscar múltiples alternativas para afrontar las demandas de su entorno.

Dimensiones de la flexibilidad evolutiva: Conforme a los planteamientos expuestos, la “flexibilidad evolutiva” se expresa en los diversos contextos de la vida de manera variable. La forma cómo reaccionan las personas ante los problemas, el enfoque utilizado para interpretar las dificultades y el comportamiento expresado para afrontar las situaciones cotidianas, es diverso, variable y aprendido a través de las interacciones entre la persona y su ambiente.

La diversidad en las interacciones que se observan entre los sujetos y los objetos de conocimiento, expresan la flexibilidad que muestran todos los actores en los procesos individuales y sociales. Esta diversidad no es inocua, sino por el contrario, tiene consecuencias primordiales en el logro de las metas y trayectorias profesionales. Enseguida se abordan diversos constructos que consideramos esenciales en la vida profesional.

Aristóteles discutió la diferencia entre entidad y evento. El primer constructo, lo concibió como un objeto que posee atributos y límites espaciales, por lo que se pueden desplazar, tiene continuidad temporal, existe por sí mismo, poseen propiedades estables y se puede observar en la memoria del sujeto. En cambio, el evento es algo que pasa, que sucede en el tiempo, tiene límites e intermitencia temporal, no se puede desplazar y refiere la interacción entre entidades.

La teoría de la Flexibilidad Evolutiva pretende conocer los eventos particulares, que pueden explicar el desarrollo de los individuos, partiendo de las acciones que realiza para lograr sus aspiraciones profesionales. Para comprender este modelo, dirijamos nuestra mirada a las aportaciones clásicas de Heins Von Foersester (1972) y Ernst Glasersfeld (1989), los cuales crearon un sistema teórico que nos ha permitido esclarecer el fenómeno de la calidad en el logro de las metas y la manera como se construyen los caminos para mejorar los procesos de los colectivos profesionales.

Los citados autores postularon que hay dos realidades de la vida humana. La de primer orden, consiste en la capacidad de percibir por medio de los órganos de los sentidos objetos del entorno y, la de segundo orden, se refiere a la facultad de atribuir sentido, significado y valor a lo que se percibe. Es decir, cada individuo es libre y también responsable en la construcción de la propia realidad. En este planteamiento se destacan dos cuestiones fundamentales, la primera es que cada persona construye su propia entelequia y, la segunda, que esta realidad puede ser compartida y modificada. Esta peculiaridad humana explica las diferencias observadas en los resultados que cada individuo logra aun cuando comparta con otras personas escenarios y recursos similares.

La capacidad de construir diversas realidades evidencia que la persona elige la manera para significar y afrontar los eventos en todo contexto. Cada individuo construye su propia historia cuando desarrolla las tendencias propias de su estilo personal. Esas características personales se desarrollan paulatinamente y se construyen durante la formación y el ejercicio de su profesión o actividad laboral. De esta manera las escuelas, asociaciones y organizaciones, que forman o integran el esfuerzo colectivo profesional, asumen que uno de los propósitos esenciales de toda entidad es ayudar a la persona a que desarrolle, mediante las experiencias formativas apropiadas, el logro psicosocial cultural y la realización profesional, a la que aspiran las personas, grupos e instituciones.

16 de noviembre de 2023.

* Catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua. pbarrera@uach.mx

Por: Pedro Barrera Valdivia (*)

Se ha definido la flexibilidad evolutiva como la capacidad para adaptarse a las diversas circunstancias utilizando de manera creativa los recursos disponibles y conforme a las normas relevantes en una determinada situación o necesidad. El concepto ha sido utilizado para explicar los mecanismos que utilizan los organismos para adaptarse de manera funcional con su entorno al tomar la dirección que les permite afrontar las demandas ambientales (Fournier-Level, 2020).

La flexibilidad que observan los individuos para elegir la dirección que toman ante las demandas del entorno, establece su capacidad adaptativa, entendida como las condiciones que le permite prosperar de acuerdo a los escenarios particulares de su medio (Wilczek, 2018). El antecedente primordial de la flexibilidad evolutiva surge de los trabajos sobre los procesos de evolución biológica de Charles Darwin (1809-1882). En su obra clásica “El origen de las especies” publicada en 1859, se sustenta la teoría de la evolución por medio de la selección natural y la preservación de las razas que mejor se adaptan en la lucha por la vida.

Otros autores, como L. Miguel (2017), sustentaron que los seres humanos, así como otros organismos, están en continua evolución, tanto en el plano biológico como en el psicológico y social. Al primero, corresponden al desarrollo somático, el segundo alude a los sistemas de creencias, el intelecto y peculiaridades emocionales, todo lo cual, le permite lograr integrarse a los diversos contextos sociales. En todos estos ámbitos las personas experimentan cambios constantes y, ocasionalmente, saltos cualitativos en la manera de ver, pensar y sentir el mundo, es decir, los eventos experimentados llevan a la persona a transformar su relación con el entorno y consigo mismo.

Por su parte, Iturbe (2010), expuso que existe una tendencia natural en los organismos para tomar diversos caminos, lo cual, tiene implicaciones en su capacidad adaptativa. La capacidad para lograr el desarrollo y evolución adaptativas, se observa en las disposiciones que muestran las personas durante la vida. Sobre este aspecto, Watzek, J., Pope, S.M. & Brosnan, S.F. (2019) señalaron que la ciencia reconoce que en el ser humano existen dos tipos de disposiciones: La tendencia a hacer las cosas de la misma manera, expresando las mismas ideas y manteniendo, día a día, las rutinas de la vida. La segunda refiere la tendencia para aprender, adquirir nuevas habilidades e intentar diversos caminos para lograr las metas propuestas. Esta tendencia, caracterizada por la flexibilidad evolutiva, estimula los aprendizajes innovadores y divergentes y, por tanto, favorece el desarrollo personal, potencia el aprendizaje y mejora los resultados evolutivos.

Derivado de los anteriores, se concluye, que cada individuo tiene la libertad de elegir afrontar de manera convergente o divergente sus acciones y el esfuerzo que aplicará en ello. Esta condición de libertad, da por resultado un desarrollo variable en la evolución biológica, psicológica y social, la cual se observa, en los resultados en todas las áreas del desarrollo personal y social. De esta manera, la persona elige entre permanecer en una sola dirección o esforzarse para buscar múltiples alternativas para afrontar las demandas de su entorno.

Dimensiones de la flexibilidad evolutiva: Conforme a los planteamientos expuestos, la “flexibilidad evolutiva” se expresa en los diversos contextos de la vida de manera variable. La forma cómo reaccionan las personas ante los problemas, el enfoque utilizado para interpretar las dificultades y el comportamiento expresado para afrontar las situaciones cotidianas, es diverso, variable y aprendido a través de las interacciones entre la persona y su ambiente.

La diversidad en las interacciones que se observan entre los sujetos y los objetos de conocimiento, expresan la flexibilidad que muestran todos los actores en los procesos individuales y sociales. Esta diversidad no es inocua, sino por el contrario, tiene consecuencias primordiales en el logro de las metas y trayectorias profesionales. Enseguida se abordan diversos constructos que consideramos esenciales en la vida profesional.

Aristóteles discutió la diferencia entre entidad y evento. El primer constructo, lo concibió como un objeto que posee atributos y límites espaciales, por lo que se pueden desplazar, tiene continuidad temporal, existe por sí mismo, poseen propiedades estables y se puede observar en la memoria del sujeto. En cambio, el evento es algo que pasa, que sucede en el tiempo, tiene límites e intermitencia temporal, no se puede desplazar y refiere la interacción entre entidades.

La teoría de la Flexibilidad Evolutiva pretende conocer los eventos particulares, que pueden explicar el desarrollo de los individuos, partiendo de las acciones que realiza para lograr sus aspiraciones profesionales. Para comprender este modelo, dirijamos nuestra mirada a las aportaciones clásicas de Heins Von Foersester (1972) y Ernst Glasersfeld (1989), los cuales crearon un sistema teórico que nos ha permitido esclarecer el fenómeno de la calidad en el logro de las metas y la manera como se construyen los caminos para mejorar los procesos de los colectivos profesionales.

Los citados autores postularon que hay dos realidades de la vida humana. La de primer orden, consiste en la capacidad de percibir por medio de los órganos de los sentidos objetos del entorno y, la de segundo orden, se refiere a la facultad de atribuir sentido, significado y valor a lo que se percibe. Es decir, cada individuo es libre y también responsable en la construcción de la propia realidad. En este planteamiento se destacan dos cuestiones fundamentales, la primera es que cada persona construye su propia entelequia y, la segunda, que esta realidad puede ser compartida y modificada. Esta peculiaridad humana explica las diferencias observadas en los resultados que cada individuo logra aun cuando comparta con otras personas escenarios y recursos similares.

La capacidad de construir diversas realidades evidencia que la persona elige la manera para significar y afrontar los eventos en todo contexto. Cada individuo construye su propia historia cuando desarrolla las tendencias propias de su estilo personal. Esas características personales se desarrollan paulatinamente y se construyen durante la formación y el ejercicio de su profesión o actividad laboral. De esta manera las escuelas, asociaciones y organizaciones, que forman o integran el esfuerzo colectivo profesional, asumen que uno de los propósitos esenciales de toda entidad es ayudar a la persona a que desarrolle, mediante las experiencias formativas apropiadas, el logro psicosocial cultural y la realización profesional, a la que aspiran las personas, grupos e instituciones.

16 de noviembre de 2023.

* Catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua. pbarrera@uach.mx