/ lunes 19 de abril de 2021

Merengues y Culés

Por: Mario Ramírez Chávez

Definitivamente el partido más importante del planeta a nivel de clubes en el fútbol y probablemente la rivalidad deportiva más grande del mundo: Real Madrid vs Barcelona. Sin demeritar las otras rivalidades de cualquier deporte, el clásico español tiene un alcance y una potencia difícil de comparar. Dejando de lado que se paraliza el mundo entero con millones y millones de seguidores por equipo, nos enfocamos específicamente en el nivel de intensidad que se vive en su núcleo dentro de la misma España, pues son ya bastantes años en los que la región de Cataluña tiene fricción con la nación Española, país al que pertenece. El choque de ideologías políticas y sociales ha provocado el deseo de Cataluña de ser una nación independiente, pero para lo cual necesita del consentimiento legal de España por ser parte de su territorio, este deseo se ha ido intensificando durante los últimos años y la relación entre estos bandos está al borde de la explosión.

Madrid: La capital y principal joya de la corona española.

Barcelona: El brazo fuerte de Cataluña que insiste en independizarse.

Los días de clásico español no se tratan simplemente de un juego de fútbol, es toda una guerra política que solamente puede darse lugar en un estadio debido a estos tiempos civilizados de siglo XXI donde la guerra literal no es una opción. Quizá muchos pensaran que se está exagerando, pero la realidad es que el trasfondo político que lleva este encuentro deportivo es sumamente profundo y el roce entre ciudades puede traducirse únicamente a un idioma: El fútbol. El estadio muta y se transforma en un campo de batalla en este feudo llamado España vs Cataluña.

Ahí yace la importancia y relevancia de este partido, es la oportunidad de desahogo de todo un pueblo, la oportunidad de sentir satisfacción de toda una ciudad, la oportunidad de paralizar a todo un país y la oportunidad de llamar la atención de todo el mundo. Este deporte se ha convertido en el filtro de esta guerra, el fútbol es el hombre que se lanzó sobre la granada para minimizar la explosión, y todavía hay quienes restan mérito al impacto social que el deporte puede tener, se nos olvida que el fútbol fue capaz de literalmente detener una guerra mundial en el pasado, aunque sea por unos días.

Volviendo a temas deportivos, el pasado fin de semana fue el Real Madrid quien se alzó con la victoria ante el Barcelona en uno de los mejores clásicos de los últimos años, un partido que puso esta rivalidad en el nivel que se merece, un encuentro con estrategias muy claras y con emociones al por mayor de principio a fin, dejando la mesa servida para uno de los mejores cierres en la historia de la liga española, agregando un tercer invitado que no desentona para nada en el cotejo: el Atlético de Madrid. Quedan ocho partidos y absolutamente cualquier cosa puede pasar... en la liga de las estrellas.

Mario Ramírez

Por: Mario Ramírez Chávez

Definitivamente el partido más importante del planeta a nivel de clubes en el fútbol y probablemente la rivalidad deportiva más grande del mundo: Real Madrid vs Barcelona. Sin demeritar las otras rivalidades de cualquier deporte, el clásico español tiene un alcance y una potencia difícil de comparar. Dejando de lado que se paraliza el mundo entero con millones y millones de seguidores por equipo, nos enfocamos específicamente en el nivel de intensidad que se vive en su núcleo dentro de la misma España, pues son ya bastantes años en los que la región de Cataluña tiene fricción con la nación Española, país al que pertenece. El choque de ideologías políticas y sociales ha provocado el deseo de Cataluña de ser una nación independiente, pero para lo cual necesita del consentimiento legal de España por ser parte de su territorio, este deseo se ha ido intensificando durante los últimos años y la relación entre estos bandos está al borde de la explosión.

Madrid: La capital y principal joya de la corona española.

Barcelona: El brazo fuerte de Cataluña que insiste en independizarse.

Los días de clásico español no se tratan simplemente de un juego de fútbol, es toda una guerra política que solamente puede darse lugar en un estadio debido a estos tiempos civilizados de siglo XXI donde la guerra literal no es una opción. Quizá muchos pensaran que se está exagerando, pero la realidad es que el trasfondo político que lleva este encuentro deportivo es sumamente profundo y el roce entre ciudades puede traducirse únicamente a un idioma: El fútbol. El estadio muta y se transforma en un campo de batalla en este feudo llamado España vs Cataluña.

Ahí yace la importancia y relevancia de este partido, es la oportunidad de desahogo de todo un pueblo, la oportunidad de sentir satisfacción de toda una ciudad, la oportunidad de paralizar a todo un país y la oportunidad de llamar la atención de todo el mundo. Este deporte se ha convertido en el filtro de esta guerra, el fútbol es el hombre que se lanzó sobre la granada para minimizar la explosión, y todavía hay quienes restan mérito al impacto social que el deporte puede tener, se nos olvida que el fútbol fue capaz de literalmente detener una guerra mundial en el pasado, aunque sea por unos días.

Volviendo a temas deportivos, el pasado fin de semana fue el Real Madrid quien se alzó con la victoria ante el Barcelona en uno de los mejores clásicos de los últimos años, un partido que puso esta rivalidad en el nivel que se merece, un encuentro con estrategias muy claras y con emociones al por mayor de principio a fin, dejando la mesa servida para uno de los mejores cierres en la historia de la liga española, agregando un tercer invitado que no desentona para nada en el cotejo: el Atlético de Madrid. Quedan ocho partidos y absolutamente cualquier cosa puede pasar... en la liga de las estrellas.

Mario Ramírez