El pasado jueves 10 de marzo se suscitó un acontecimiento en la Cámara de Diputados nunca antes visto. De manera sorpresiva, en la voz del diputado presidente y lacayo de quien despacha en Palacio Nacional, se presentó una iniciativa para la que solicitaron dispensa de trámites, es decir, omitir el proceso legislativo, por suponerse según Morena y sus aliados, de urgente u obvia resolución. Como era de esperarse la mayoría aceptó este atropello al proceso legislativo.
La iniciativa presentada más allá de su finalidad, violenta flagrantemente el Reglamento de la Cámara de Diputados, pues los artículos 62, 65, 79 y 100 establecen el procedimiento para solicitar asuntos de urgente u obvia resolución, es decir, que la Junta de la Mesa Directiva apruebe si se registra o no este tipo de asuntos, como su nombre indica. Al parecer para Morena la urgencia es poder salir a hacer propaganda para su circo del 10 de abril; obviamente el PAN votó en contra, pero con su mayoría ponderada, Morena lo subió al orden del día.
La iniciativa pretende emitir un decreto interpretativo, por parte del Poder Legislativo, sobre los alcances del concepto de propaganda gubernamental, buscando según los iniciadores, garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información; argumentan que sólo debe aplicar al uso de los recursos de las dependencias y no se extienda a los servidores públicos en su carácter de ciudadanos. Esta “interpretación”, viola el artículo 105 de nuestra constitución.
Los legisladores de Morena con tal descaro pasan por encima de las normas, para satisfacer las más amplias ambiciones de quien despacha en Palacio Nacional y evitar las sanciones que ya el INE le ha impuesto por violar la veda, sanciones que también se han extendido a la jefa de gobierno de la Ciudad de México.
Por supuesto que este tema está ampliamente regulado y juzgado por las autoridades competentes, específicamente en diversas interpretaciones del 134 Constitucional, además el artículo 105 señala que las modificaciones en materia electoral deberán hacerse hasta 90 días antes de alguna elección, pero sin pudor alguno, de manera tramposa, faltando 30 días para la el proceso que está en curso, presentan este bodrio legislativo.
Hoy sabemos que son capaces de no sólo ignorar y violentar la constitución, son capaces de destruirla. Quiero cerrar con la siguiente reflexión.
Considero que aún no hemos tocado fondo con Morena en el poder, estoy plenamente segura que tendremos en los próximos meses muchas más iniciativas y acciones desesperadas para tratar de ganar lo que ya saben perdido.
Pero sin duda los legisladores del PAN seguiremos dando la batalla, aunque perdamos en votos y nos aplasten con ellos, no dejaremos de señalar sus atropellos, su corrupción y el fracaso de su transformación.
