/ domingo 12 de noviembre de 2023

Procesos de selección y rendición de cuentas

Por Gisela A. Rodríguez Burciaga

Integrante del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción del Estado de Chihuahua.

La rendición de cuentas es un factor fundamental e indispensable tanto en la gestión pública como en la privada, que conlleva la obligación y responsabilidad de aquellos que toman decisiones o administran recursos públicos de explicar y justificar sus acciones ante los ciudadanos, esto incluye informar de manera transparente sobre el uso de fondos públicos, la toma de decisiones, los resultados obtenidos, su seguimiento, medición y avances.

En el ámbito público, la rendición de cuentas atiende a que las personas servidoras públicas deben dar cuentas claras y abiertas así como responsabilizarse de sus acciones, garantizando la transparencia, la integridad y la confianza en las instituciones gubernamentales, y todo esto es posible hacerlo del conocimiento público a través de informes de actividades, auditorías de control y otros mecanismos y acciones que permitan a la ciudadanía en general y partes interesadas en evaluar el desempeño de quienes ocupan cargos públicos.

Así pues, la rendición de cuentas es entonces un elemento clave para garantizar la transparencia y la responsabilidad en la toma de decisiones, la gestión de recursos públicos y proteger la confianza de las personas en las instituciones públicas.

Ahora bien, la rendición de cuentas durante un proceso de selección para ocupar un cargo público juega un papel fundamental para la construcción de una democracia sólida y transparente. Esto implica que todas las personas aspirantes a ocupar un cargo deben actuar con responsabilidad y ética en todas y cada una de las etapas del proceso, desde la emisión de la convocatoria, en cada una de sus fases y hasta la toma de decisiones y desempeño una vez ya en el cargo.

Las personas aspirantes deben presentar claramente sus conocimientos en los temas que son requeridos para el puesto, su formación académica, habilidades, experiencia en el desempeño de cargos anteriores, la toma de decisiones, entre otros, ya que con esto se proporciona a quienes habrán de realizar la selección información clave para evaluar a cada una de las personas candidatas fortaleciendo así la integridad del proceso y tomar la decisión correcta basada en el análisis de los datos proporcionados para elegir al perfil idóneo, previendo la opacidad y la corrupción.

Aunado a esto, no olvidemos que la ética está intrínsecamente relacionada con la rendición de cuentas, debido a que los servidores públicos deben ser responsables de sus acciones, mostrando integridad y ética profesional en el desempeño de sus funciones día a día, ya que de lo contrario se puede ver dañada considerablemente la confianza de la ciudadanía en las instituciones gubernamentales y a la vez quebrantar la legitimidad de éstas.

Como conclusión se desprende que la rendición de cuentas en un proceso de selección para ocupar un cargo público es necesaria para lograr y mantener viva una sana democracia, ya que está garantiza el acceso a la información de los procesos, la transparencia de éstos, a la vez fomenta la participación ciudadana y la integridad de la gestión pública, elementos que son fundamentales para el óptimo desarrollo y estabilidad de toda sociedad.

Por Gisela A. Rodríguez Burciaga

Integrante del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción del Estado de Chihuahua.

La rendición de cuentas es un factor fundamental e indispensable tanto en la gestión pública como en la privada, que conlleva la obligación y responsabilidad de aquellos que toman decisiones o administran recursos públicos de explicar y justificar sus acciones ante los ciudadanos, esto incluye informar de manera transparente sobre el uso de fondos públicos, la toma de decisiones, los resultados obtenidos, su seguimiento, medición y avances.

En el ámbito público, la rendición de cuentas atiende a que las personas servidoras públicas deben dar cuentas claras y abiertas así como responsabilizarse de sus acciones, garantizando la transparencia, la integridad y la confianza en las instituciones gubernamentales, y todo esto es posible hacerlo del conocimiento público a través de informes de actividades, auditorías de control y otros mecanismos y acciones que permitan a la ciudadanía en general y partes interesadas en evaluar el desempeño de quienes ocupan cargos públicos.

Así pues, la rendición de cuentas es entonces un elemento clave para garantizar la transparencia y la responsabilidad en la toma de decisiones, la gestión de recursos públicos y proteger la confianza de las personas en las instituciones públicas.

Ahora bien, la rendición de cuentas durante un proceso de selección para ocupar un cargo público juega un papel fundamental para la construcción de una democracia sólida y transparente. Esto implica que todas las personas aspirantes a ocupar un cargo deben actuar con responsabilidad y ética en todas y cada una de las etapas del proceso, desde la emisión de la convocatoria, en cada una de sus fases y hasta la toma de decisiones y desempeño una vez ya en el cargo.

Las personas aspirantes deben presentar claramente sus conocimientos en los temas que son requeridos para el puesto, su formación académica, habilidades, experiencia en el desempeño de cargos anteriores, la toma de decisiones, entre otros, ya que con esto se proporciona a quienes habrán de realizar la selección información clave para evaluar a cada una de las personas candidatas fortaleciendo así la integridad del proceso y tomar la decisión correcta basada en el análisis de los datos proporcionados para elegir al perfil idóneo, previendo la opacidad y la corrupción.

Aunado a esto, no olvidemos que la ética está intrínsecamente relacionada con la rendición de cuentas, debido a que los servidores públicos deben ser responsables de sus acciones, mostrando integridad y ética profesional en el desempeño de sus funciones día a día, ya que de lo contrario se puede ver dañada considerablemente la confianza de la ciudadanía en las instituciones gubernamentales y a la vez quebrantar la legitimidad de éstas.

Como conclusión se desprende que la rendición de cuentas en un proceso de selección para ocupar un cargo público es necesaria para lograr y mantener viva una sana democracia, ya que está garantiza el acceso a la información de los procesos, la transparencia de éstos, a la vez fomenta la participación ciudadana y la integridad de la gestión pública, elementos que son fundamentales para el óptimo desarrollo y estabilidad de toda sociedad.