/ martes 13 de marzo de 2018

¿Qué es la cultura de paz?

En lógica, la paz es lo contrario a la guerra, pero más allá, es la eliminación de la violencia estructural y  directa (los fregazos), que va en aumento cotidianamente. Sobre la guerra tenemos ideas y precisiones; sobre la paz pensamientos etéreos. Para hablar de paz es menester nombrar al conflicto, que se origina por inequidades, pobreza, falta de democracia y justicia social, violaciones a Derechos Humanos, represión de minorías, entre otros. En nuestra sociedad, vivimos una paz imperfecta, ya que observamos la desfragmentación del tejido social originada por esas desigualdades, pues las diferencias aún no son bien aceptadas.

La cultura de paz fue definida y aprobada por la ONU, y se define como:… fin de la violencia; arreglo pacífico de los conflictos; respeto y promoción de todos los Derechos Humanos, libertades fundamentales; igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres, así como la libertad de expresión, opinión e información, entre otras.

La paz depende de la buena voluntad de líderes, gobiernos y de la paz individual de cada persona, por ello es menester un cambio de actitud ante la problemática de la violencia en todas sus manifestaciones, y transformarla para lograr una población más equitativa y justa sin distinción alguna.  Según Galtung, la paz positiva conlleva un encuentro con la igualdad para fortalecer lazos orientados a construir una sociedad justa y democrática, y  transformar las causas estructurales originadoras del conflicto. Es la paz que buscamos. La paz es hegemónica y los mexicanos queremos vivir en un mundo de armonía y para ello es importante establecer pautas para la integración del ser humano, reconociéndonos como legítimos iguales en dignidad, esencia y derechos, sin importar la religión,  estatus, sexo, color o preferencias.

La paz no puede ser selectiva, incluye a todos, no sólo a un “cierto grupo de personas”. De esta forma, se hace más latente la necesidad de concientizar la armonía como una herramienta de paz, como ente de transformación de conflictos y trabajar para lograrla. La transformación es permanente y continua, y debemos generar conciencia  a través de valores comunes a la humanidad como la humildad, compasión, respeto y sobre todo amor, hacia cualquier ser humano, independientemente de sus diferencias.

yanez_flor@hotmail.com                                                                                                    www.floryanez.com

 

En lógica, la paz es lo contrario a la guerra, pero más allá, es la eliminación de la violencia estructural y  directa (los fregazos), que va en aumento cotidianamente. Sobre la guerra tenemos ideas y precisiones; sobre la paz pensamientos etéreos. Para hablar de paz es menester nombrar al conflicto, que se origina por inequidades, pobreza, falta de democracia y justicia social, violaciones a Derechos Humanos, represión de minorías, entre otros. En nuestra sociedad, vivimos una paz imperfecta, ya que observamos la desfragmentación del tejido social originada por esas desigualdades, pues las diferencias aún no son bien aceptadas.

La cultura de paz fue definida y aprobada por la ONU, y se define como:… fin de la violencia; arreglo pacífico de los conflictos; respeto y promoción de todos los Derechos Humanos, libertades fundamentales; igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres, así como la libertad de expresión, opinión e información, entre otras.

La paz depende de la buena voluntad de líderes, gobiernos y de la paz individual de cada persona, por ello es menester un cambio de actitud ante la problemática de la violencia en todas sus manifestaciones, y transformarla para lograr una población más equitativa y justa sin distinción alguna.  Según Galtung, la paz positiva conlleva un encuentro con la igualdad para fortalecer lazos orientados a construir una sociedad justa y democrática, y  transformar las causas estructurales originadoras del conflicto. Es la paz que buscamos. La paz es hegemónica y los mexicanos queremos vivir en un mundo de armonía y para ello es importante establecer pautas para la integración del ser humano, reconociéndonos como legítimos iguales en dignidad, esencia y derechos, sin importar la religión,  estatus, sexo, color o preferencias.

La paz no puede ser selectiva, incluye a todos, no sólo a un “cierto grupo de personas”. De esta forma, se hace más latente la necesidad de concientizar la armonía como una herramienta de paz, como ente de transformación de conflictos y trabajar para lograrla. La transformación es permanente y continua, y debemos generar conciencia  a través de valores comunes a la humanidad como la humildad, compasión, respeto y sobre todo amor, hacia cualquier ser humano, independientemente de sus diferencias.

yanez_flor@hotmail.com                                                                                                    www.floryanez.com