Por: Luis Carlos Ramírez
Esta semana pasada, tuvimos la oportunidad Jorge Charles, del clúster automotriz, y un servidor de compartir el pan y la sal con el cónsul norteamericano Eric Cohan y parte de su equipo, Sandrine Goffard y Juan Pablo Santana.
Pudimos constatar cómo la compañía de personas preparadas, experimentadas y con interés por su labor hacen un momento relativamente breve, sumamente enriquecedor.
El cónsul expresó cómo buscó regresar por estas tierras, cuando había sido miembro del equipo de un antecesor suyo hace algunos años, lo cual llena el amor y el ego que tenemos los locales por nuestra entidad, cuando alguien encuentra aquí el gusto por permanecer o regresar.
Pero, además, pudimos platicar de ideas de progreso y crecimiento para la entidad, y colaboración con los Estados Unidos, programas de desarrollo de talentos, de educación, intercambios, nuevos negocios y opciones comerciales, son elementos que el equipo consular tiene muy claros en sus objetivos y tareas.
De este encuentro, puedo reflexionar cosas muy importantes de la función diplomática, y de representación de ocupaciones como nuestros interlocutores.
Cuán importante es que los puestos sean ocupados por personas con los perfiles adecuados, con una preparación profunda y de habilidades de relaciones humanas, que hacen de su labor una relación de confianza, de profundidad y búsqueda de relaciones de largo plazo entre las naciones.
Dentro de la reflexión, hube de comparar cuando nuestro país ha utilizado las funciones diplomáticas como premios políticos, compensaciones o protección a políticos que poco o nada de experiencia en la función hubieron de tener en su pasado profesional o de preparación.
¿Cómo poder desarrollar nuevas vías de contacto, de negocios, de crecimiento, de intercambios culturales, de educación, de ciencia y tecnología, etc.? ¿Cómo si los que han de gestarlo no saben hacerlo y luego sus recursos son cada vez más limitados?
Los países cada vez entienden mejor cómo la colaboración y las interrelaciones son más importantes para el desarrollo y finalmente la paz.
Puedo apreciar cada vez más cómo nuestra entidad mantiene ventajas competitivas que hay que aprovechar. Nuestras relaciones y el alineamiento de las autoridades, sistema educativo, empresariado y la sociedad civil son las hélices que mueven su futuro, estamos todos alineados y manteniendo nuestro trabajo incluso directamente con las autoridades de otros países, podemos mostrar nuestras capacidades y valía.
Estas reuniones son y serán siempre vías de comunicación y de propensión de intercambios con la versión “ganar-ganar”.
Un placer haber participado en esta reunión, siempre conversar con personas con sencillez, pero ese gran acervo de conocimiento y cultura, como nuestros amigos del consulado, es enriquecedor y una gran lección.
Seguiremos los clústeres y Chihuahua Futura enfocando nuestros esfuerzos por encontrar mejores condiciones de vida y prosperidad para los chihuahuenses, con el firme objetivo de que a pesar de quienes tengan otras visiones retrógradas, seguiremos avanzando y viendo por ese deseado futuro.
Maestro en Administración de Negocios. Expresidente de Index Chihuahua
