/ martes 9 de enero de 2024

La importancia de la lealtad

Existen en redes definiciones como lealtad:

“La lealtad es el cumplimiento de aquello que exigen las leyes de la fidelidad y el honor. Según ciertas convenciones, una persona de bien debe ser leal a los demás, a ciertas instituciones y organizaciones (como la empresa para la cual trabaja) y a su nación.”

“La lealtad es una virtud que se desarrolla en la conciencia y que implica cumplir con un compromiso aun frente a circunstancias cambiantes o adversas. Se trata de una obligación que uno tiene para con el prójimo.”

Los tiempos modernos han sido capaces de llevar las lealtades, de manera tremendamente veloz, a hacernos acomodaticios, rehuir responsabilidades, y a un sinfín de puntos de traición (siendo la traición el antónimo de lealtad).

Se reflejan en muchas facetas humanas, los negocios, donde se dejan marcas y se pondera por supuesto el valor económico al de probablemente la responsabilidad social, ecológica o moral.

En los deportes, los jugadores pasan de un equipo a otro,” defendiendo” los colores de los equipos, sin un corazón, un corazón como podríamos ser idealistas existiera en los jugadores para que la afición tuviera esa fe ciega en su competición.

Y bien, los políticos, otrora defensores de causas que nos hacían creer eran las propias, que decían defenderían hasta las ultimas consecuencias. Curioso es ahora, que las ultimas consecuencias se acortaran de manera abrupta, cuando se ven indefensos, débiles, o expuestos a ser denunciados. O hasta por el saber que su futuro será protegido ahora por otra bandera o causa. Flaca voluntad y poca monta, debilidad, deshonestidad, avaricia. En fin, circunstancias que se esconden detrás de una supuesta habilidad de haber descubierto “la verdad”, de encontrar que lo que antes era enemigo, son la mejor opción, son mejores que lo que ellos eran antes.

Es gracioso a veces, pero siempre será trágico para nuestra sociedad. Y trágico por el hecho de que las mentiras ponderan, la sociedad es sólo el ente a ser manipulado en el tiempo, la víctima y el que empodera de facto a los gobernantes. Pero de ahí en delante los intereses, los apalancamientos políticos, los “acuerdos” y prerrogativas, son monedas de cambio para todos hacer su botín. Dejando atrás muchas lealtades, pero sobre todo la mas grande; la lealtad a los votantes, a los ciudadanos, a los que les dieron su apoyo. Hacen que se pierda la fe, que se siga creyendo que la política es propia de quien no tiene fidelidades ni dignidad; y que la traición y el egoísmo son la herramienta diaria de trabajo. Personas que buscan el hueso, el poder por el poder, la oportunidad de hacer tranza o protegerse con el fuero del puesto contra alguna acción legal.

¿Como resarcir la fe? ¿Cómo creer y ser participativos?

Con sociedades vivas, sociedades que sean gestores de los planes de gobierno y vigilantes de su cumplimiento. Que sepan decir lo que necesitan, exigir el cumplimiento de compromisos, que dejen de ser promesas; limpieza y honestidad en el desempeño, y lealtad o cumplimiento de las leyes escritas y morales por parte de todos.

Las sociedades activas, como la de Chihuahua, han ido llevando nuestra ciudad a ser de las más competitivas, de gran emprendimiento, y ahora de las 5 mejores en calidad de vida. Poco a poco, con el alineamiento de autoridades locales y estatales, sociedad civil, empresarios y el sistema educativo, hemos ido desarrollando el trabajo de una sociedad responsable. NO dejemos que los engaños y deslealtades, las mentiras y falsas promesas nos ganen. Podemos seguir con un camino de verdadero desarrollo, de mejora en la calidad de vida de los que aquí habitamos. No perdamos de vista que la acción y corresponsabilidad son fundamentales. Congratulémonos del avance, seamos orgullosos y ahora mas activos en crecer el efecto positivo y defender lo que tanto trabajo ha costado. Nada ha sido regalado, en la construcción de sociedades avanzadas, el esfuerzo va por encima de la dádiva, los impuestos deberán ser usados para desarrollos perennes, no para subsidios insostenibles, eso es la lealtad también.


Existen en redes definiciones como lealtad:

“La lealtad es el cumplimiento de aquello que exigen las leyes de la fidelidad y el honor. Según ciertas convenciones, una persona de bien debe ser leal a los demás, a ciertas instituciones y organizaciones (como la empresa para la cual trabaja) y a su nación.”

“La lealtad es una virtud que se desarrolla en la conciencia y que implica cumplir con un compromiso aun frente a circunstancias cambiantes o adversas. Se trata de una obligación que uno tiene para con el prójimo.”

Los tiempos modernos han sido capaces de llevar las lealtades, de manera tremendamente veloz, a hacernos acomodaticios, rehuir responsabilidades, y a un sinfín de puntos de traición (siendo la traición el antónimo de lealtad).

Se reflejan en muchas facetas humanas, los negocios, donde se dejan marcas y se pondera por supuesto el valor económico al de probablemente la responsabilidad social, ecológica o moral.

En los deportes, los jugadores pasan de un equipo a otro,” defendiendo” los colores de los equipos, sin un corazón, un corazón como podríamos ser idealistas existiera en los jugadores para que la afición tuviera esa fe ciega en su competición.

Y bien, los políticos, otrora defensores de causas que nos hacían creer eran las propias, que decían defenderían hasta las ultimas consecuencias. Curioso es ahora, que las ultimas consecuencias se acortaran de manera abrupta, cuando se ven indefensos, débiles, o expuestos a ser denunciados. O hasta por el saber que su futuro será protegido ahora por otra bandera o causa. Flaca voluntad y poca monta, debilidad, deshonestidad, avaricia. En fin, circunstancias que se esconden detrás de una supuesta habilidad de haber descubierto “la verdad”, de encontrar que lo que antes era enemigo, son la mejor opción, son mejores que lo que ellos eran antes.

Es gracioso a veces, pero siempre será trágico para nuestra sociedad. Y trágico por el hecho de que las mentiras ponderan, la sociedad es sólo el ente a ser manipulado en el tiempo, la víctima y el que empodera de facto a los gobernantes. Pero de ahí en delante los intereses, los apalancamientos políticos, los “acuerdos” y prerrogativas, son monedas de cambio para todos hacer su botín. Dejando atrás muchas lealtades, pero sobre todo la mas grande; la lealtad a los votantes, a los ciudadanos, a los que les dieron su apoyo. Hacen que se pierda la fe, que se siga creyendo que la política es propia de quien no tiene fidelidades ni dignidad; y que la traición y el egoísmo son la herramienta diaria de trabajo. Personas que buscan el hueso, el poder por el poder, la oportunidad de hacer tranza o protegerse con el fuero del puesto contra alguna acción legal.

¿Como resarcir la fe? ¿Cómo creer y ser participativos?

Con sociedades vivas, sociedades que sean gestores de los planes de gobierno y vigilantes de su cumplimiento. Que sepan decir lo que necesitan, exigir el cumplimiento de compromisos, que dejen de ser promesas; limpieza y honestidad en el desempeño, y lealtad o cumplimiento de las leyes escritas y morales por parte de todos.

Las sociedades activas, como la de Chihuahua, han ido llevando nuestra ciudad a ser de las más competitivas, de gran emprendimiento, y ahora de las 5 mejores en calidad de vida. Poco a poco, con el alineamiento de autoridades locales y estatales, sociedad civil, empresarios y el sistema educativo, hemos ido desarrollando el trabajo de una sociedad responsable. NO dejemos que los engaños y deslealtades, las mentiras y falsas promesas nos ganen. Podemos seguir con un camino de verdadero desarrollo, de mejora en la calidad de vida de los que aquí habitamos. No perdamos de vista que la acción y corresponsabilidad son fundamentales. Congratulémonos del avance, seamos orgullosos y ahora mas activos en crecer el efecto positivo y defender lo que tanto trabajo ha costado. Nada ha sido regalado, en la construcción de sociedades avanzadas, el esfuerzo va por encima de la dádiva, los impuestos deberán ser usados para desarrollos perennes, no para subsidios insostenibles, eso es la lealtad también.