/ martes 12 de diciembre de 2023

Tiempo | Cuán importante es hacer las cosas a tiempo

Románticamente lo expresaron R. Fuentes y Renato Leduc, un poema a como el tiempo es trascendente, a tiempo amar y desatarse a tiempo. Los tiempos son esenciales para hacer funcionar las cosas, que las acciones y los resultados sean visibles.

Hay lamento también por haber perdido el tiempo, y valorando que el tiempo es oro.

Y finalmente, reconocer el tiempo es oro y reconocer de la sabia virtud de conocer el tiempo.

En nuestras circunstancias, los tiempos son clave para poder hacer lo que requerimos para el futuro, para no arrepentirnos de hacer o no haber hecho lo necesario en tiempo.

Hemos permitido, primero que pase el tiempo, y que los abusos de un partido político preponderante, nos hiciera un País, dependiente de decisiones centrales, de abusos de autoridad para acallar la libre expresión y las protestas como el ‘68 y ‘71, corrupción, nepotismo y absolutismo. Donde los jóvenes de menos de 40 no saben lo que es padecer, de devaluaciones sexenales, de inflaciones galopantes como la del 85y 86 de mas del 100%; de robos indiscriminados, jefes policiacos como el “negro Durazo”, capo de capos en el DF, con absoluto control del crimen de la ciudad. No conocen de elecciones de candidato único a la presidencia, un absurdo de la democracia.

En fin, tiempos de haber podido ser una potencia exportadora de petróleo, pero sumergidos en una corrupción que pudo hacernos dependientes de países que procesaban nuestro petróleo, y aun importábamos algún crudo de otros países.

Una economía que dejaron en alfileres y se nos ocurrió pegarle un tirón para que nos tuvieran que subsidiar desde Estados Unidos con préstamos emergentes, para evitar el colapso total.

Y de ahí, surgen las alternancias, el hastío y la desaprobación, trajeron al PAN a gobernar el País, luego errores y problemas de seguridad, nos hicieron creer era necesario volver a las bases de todo el siglo XX, y nada mas lejano, ya que llegaron voraces corruptos que dejaron una amplísima puerta, una puerta que por supuesto fue aprovechada por quien se decía disociado de sus orígenes, un ahora presidente que había sido parte de muchos de los eventos que mencione al principio, como parte integral del aparato de gobierno, y que la gran mayoría de su sequito, también lo fueron en una u otra época, aquellos tiempos.

Y ahora nos dicen son diferentes, y lo que único que ha cambiado, es que es otro tiempo, pero son los mismos jugadores, y el tiempo y la paciencia, los llevaron ahora a un lugar deseado. Donde el pueblo, ha sido engañado y deslumbrado. Creyendo que el tiempo borraría su pasado, y que el tiempo los haría mejores, y no.

No fue así, son los mismos que el tiempo, solo los ha hecho, más diestros en cómo hacer sus fechorías, como engañar mejor.

Es tiempo, tiempo de tomar las riendas de nuestros destinos, tiempo de hacer lo conducente para tener verdaderamente una justicia social equilibrada, que propicie ser mejores, mas trabajadores, mas productivos, con mejor calidad de vida, oportunidades de mas y mejores empleos, sueldos que eviten esperemos un subsidio o una ayuda de gobierno, y así, el impuesto vaya a obras de servicio, a un servicio medico digno, a pensiones sustentables, en general. A un País digno de los mejores ciudadanos del mundo, seguro, bien educado, y con opciones para los jóvenes, esos que ya también mencioné, que no padecieron los causales de nuestra debacle actual.

Aprendamos con el tiempo, a aprovecharlo, a hacer a tiempo la elección correcta, a exigir a tiempo y a no dejar que el tiempo pase, y que las palabras sean el alimento diario en lugar de acciones efectivas. Y que nos respondan a los ciudadanos a tiempo, no como en guerrero después del huracán. Y así evitemos lamentarnos por haber perdido el tiempo.

¡Demos de nuestro tiempo de promover la participación social y actuar por el bien del país, y que mejores tiempos vengan para todos y nuestras futuras generaciones!


Románticamente lo expresaron R. Fuentes y Renato Leduc, un poema a como el tiempo es trascendente, a tiempo amar y desatarse a tiempo. Los tiempos son esenciales para hacer funcionar las cosas, que las acciones y los resultados sean visibles.

Hay lamento también por haber perdido el tiempo, y valorando que el tiempo es oro.

Y finalmente, reconocer el tiempo es oro y reconocer de la sabia virtud de conocer el tiempo.

En nuestras circunstancias, los tiempos son clave para poder hacer lo que requerimos para el futuro, para no arrepentirnos de hacer o no haber hecho lo necesario en tiempo.

Hemos permitido, primero que pase el tiempo, y que los abusos de un partido político preponderante, nos hiciera un País, dependiente de decisiones centrales, de abusos de autoridad para acallar la libre expresión y las protestas como el ‘68 y ‘71, corrupción, nepotismo y absolutismo. Donde los jóvenes de menos de 40 no saben lo que es padecer, de devaluaciones sexenales, de inflaciones galopantes como la del 85y 86 de mas del 100%; de robos indiscriminados, jefes policiacos como el “negro Durazo”, capo de capos en el DF, con absoluto control del crimen de la ciudad. No conocen de elecciones de candidato único a la presidencia, un absurdo de la democracia.

En fin, tiempos de haber podido ser una potencia exportadora de petróleo, pero sumergidos en una corrupción que pudo hacernos dependientes de países que procesaban nuestro petróleo, y aun importábamos algún crudo de otros países.

Una economía que dejaron en alfileres y se nos ocurrió pegarle un tirón para que nos tuvieran que subsidiar desde Estados Unidos con préstamos emergentes, para evitar el colapso total.

Y de ahí, surgen las alternancias, el hastío y la desaprobación, trajeron al PAN a gobernar el País, luego errores y problemas de seguridad, nos hicieron creer era necesario volver a las bases de todo el siglo XX, y nada mas lejano, ya que llegaron voraces corruptos que dejaron una amplísima puerta, una puerta que por supuesto fue aprovechada por quien se decía disociado de sus orígenes, un ahora presidente que había sido parte de muchos de los eventos que mencione al principio, como parte integral del aparato de gobierno, y que la gran mayoría de su sequito, también lo fueron en una u otra época, aquellos tiempos.

Y ahora nos dicen son diferentes, y lo que único que ha cambiado, es que es otro tiempo, pero son los mismos jugadores, y el tiempo y la paciencia, los llevaron ahora a un lugar deseado. Donde el pueblo, ha sido engañado y deslumbrado. Creyendo que el tiempo borraría su pasado, y que el tiempo los haría mejores, y no.

No fue así, son los mismos que el tiempo, solo los ha hecho, más diestros en cómo hacer sus fechorías, como engañar mejor.

Es tiempo, tiempo de tomar las riendas de nuestros destinos, tiempo de hacer lo conducente para tener verdaderamente una justicia social equilibrada, que propicie ser mejores, mas trabajadores, mas productivos, con mejor calidad de vida, oportunidades de mas y mejores empleos, sueldos que eviten esperemos un subsidio o una ayuda de gobierno, y así, el impuesto vaya a obras de servicio, a un servicio medico digno, a pensiones sustentables, en general. A un País digno de los mejores ciudadanos del mundo, seguro, bien educado, y con opciones para los jóvenes, esos que ya también mencioné, que no padecieron los causales de nuestra debacle actual.

Aprendamos con el tiempo, a aprovecharlo, a hacer a tiempo la elección correcta, a exigir a tiempo y a no dejar que el tiempo pase, y que las palabras sean el alimento diario en lugar de acciones efectivas. Y que nos respondan a los ciudadanos a tiempo, no como en guerrero después del huracán. Y así evitemos lamentarnos por haber perdido el tiempo.

¡Demos de nuestro tiempo de promover la participación social y actuar por el bien del país, y que mejores tiempos vengan para todos y nuestras futuras generaciones!