La Industria Manufacturera de Exportación ha tenido el cambio de mesa directiva la semana pasada. Tuve la fortuna por 3 años de ser presidente de este importante gremio basado en la enorme representatividad en empleos y exportaciones. La importancia va más allá de la cuestión numérica económica. Está en la responsabilidad social, el apoyo a los asociados y sus colaboradores a través de la fundación social Index, y de manera directa por las empresas; en su responsabilidad en el pago de impuestos, en cumplir las reglas ambientales, de cumplimiento laboral y recientemente las de salud ante la amenaza del Covid-19. Todo esto es muestra inequívoca de la efectividad, puntualidad y certeza de sus esfuerzos con resultados impecables.
Ahora, el Ing. Román Rivas Hong, un hombre talentoso y exitoso en su misión empresarial, será el líder de nuestra asociación. Enfrentará un año difícil y conflictivo ante la vacunación contra el virus Covid, los procesos electorales, además de las discusiones respecto a reglas y modificaciones a las leyes que parecen ser traspiés consecutivos a nuestro sector económico, que a nivel nacional, con 0.3% de los RFC, 3´000,000 de empleos, alrededor de 6,300 empresas, pagan, a diario, alrededor de 95 millones de dólares por día. Estas cifras son importantísimas para el país, habrá que ver cómo aprovecharlas mejor y cumplir con las expectativas de decenas de años, pero no aniquilarla. Román, con su gran habilidad y enorme sentido humano, sabemos logrará sobresalir en todo el camino, le deseamos mucho éxito.
Debemos ahora tener un gran enfoque en el proceso de las vacunas, si la IP y los gobiernos locales han sido aprobados para participar y comprar las vacunas; es imprescindible, el gobierno federal allane el camino con reglas claras, permisos tanto de importación como de aplicación y no tengamos insanas sorpresas en momentos críticos del camino.
Deberemos además cuidar que no se repitan eventos como el de vacunar a “acompañantes” de la campaña de vacunación que no agregan valor al proceso fundamental de vacunar, que no haya chaperones sino verdaderos jugadores efectivos en la campaña. Que la prepotencia, el abuso de autoridad y falta de ética sean eliminados y no repitamos lo que a nivel federal se ha mostrado al momento.
Deseo también expresar las preocupaciones que las empresas, no sólo las de manufactura de exportación, nos mantienen alertas.
Los cambios de reglas y opiniones, como Constellation Brands, las encuestas populares que cambian decisiones de negocio como en sociedades medievales. Las reformas a las leyes que sujetan fiscal, laboral y operacionalmente a las empresas que parece en muchas ocasiones se hacen sobre las rodillas, con visión limitada y populista. El hecho que el presidente exprese que “ganar mucho” es malo, no se debe aceptar, es la amenaza clara a que tener iniciativa privada no es parte de lo que él ve como “bueno” para México. ¡Y México somos todos!
Necesitamos un México que genere riquezas y se equilibre su distribución, no repartir lo que hay entre todos y matar las posibilidades de seguir creciendo y tener mejores posibilidades para todos. Dar una verdadera esperanza de mejorar nuestros niveles de vida y no sólo tener programas asistencialistas penosamente para mantener la dependencia subsidiaria de la población más necesitada que porcentualmente es la más importante del país. Vamos a enseñarles a pescar, a darles los arreos y tener lugares llenos de agua y peces donde lo puedan hacer. Hoy, como nuestras presas, estamos secos y sin peces y las personas reciben sólo ayudas que en sí son paupérrimas y sin certeza de poder mantenerse en el largo plazo.
Tenemos la esperanza de que la sensatez y el sentido común se sobrepongan a esta ola de ideas retrógradas y podamos tener un futuro más promisorio en años futuros.
¡Está en todos nosotros!