/ lunes 17 de enero de 2022

A 50 años del Comité de Defensa Popular

Por: Lilia Aguilar Gil

En 1972 la fundación del Comité de Defensa Popular (CDP) se fundaba buscando que los obreros, campesinos, mujeres jefas de familia, maestros y cientos de trabajadores tuvieran acceso a una vivienda digna, a la educación y a un trabajo que compensara el esfuerzo que todos los días realizaban, pero que de ninguna forma se veía retribuido de forma justa. Hoy, después de 50 años, aquella lucha la continuamos otras y otros, reconociendo la lucha de los fundadores del CDP.

Tomando los principios de luchadores sociales como Francisco Villa, Emiliano Zapata, los hermanos Flores Magón, Génaro Vázquez, Lucio Cabañas, Pablo Gómez, Diego Lucero y Avelina Gallegos, el CDP englobó a organizaciones políticas y sociales como: el Movimiento Sindical Ferrocarrilero de la sección 5 del STFRM, la Sección Octava del SNTE, el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad, el Sindicato de Aceros de Chihuahua, la Sección 25 del STERM, el Frente Auténtico del Trabajo, el Movimiento Revolucionario del Magisterio y el Consejo Estudiantil de Lucha, todas buscando dar solución a las carencias de los sectores más pobres de todo el estado.

Huelgas, represión a las protestas, injusticias sociales, condiciones laborales insostenibles y derechos reconocidos en la Constitución a través de la Reforma Agraria que nunca llegaron fueron la semilla que originó el CDP, un movimiento, un órgano que “defendiera” al pueblo, que hiciera frente a las injusticias que el gobierno estatal y demás autoridades mantenían a los chihuahuenses. La unidad fue entonces la respuesta, y lo sigue siendo ahora.

Este movimiento se extiende rápidamente a otras ciudades, Ciudad Juárez, Meoqui, Delicias, Camargo, Jiménez, Parral, Guadalupe, Cuauhtémoc, Nuevo Casas Grandes, Madera, Guadalupe y Calvo, entre otros municipios que se unieron replicando las acciones que el CDP realizaba en Chihuahua.

La invasión de terrenos, con la única intención de proporcionar vivienda a quienes más la necesitaban, terminó fundando más de 200 colonias tan sólo en Chihuahua. Lo que parecía una acción espontánea, se convirtió en una forma de organización y cooperación que dio no sólo vivienda a miles de familias chihuahuenses, sino servicios básicos y educación, pues se conformaron escuelas, las cuales eran mantenidas por los mismos colonos.

En la capital, Chihuahua, el CDP fundó colonias como: 17 de Junio, 2 de Octubre, CDP, Cumbres del Sur, Cerro de la Cruz, Chulavista, Deportistas, Diego Lucero, División del Norte, Genaro Vázquez, Lázaro Cárdenas, Lealtad, entre otras.

Líderes como mi señor padre, Rubén Aguilar, Jesús Manuel Leyva, el profesor Gamboa, Adán Sigala, el profesor Liborio Arellanes, profesores como mi madre, Matilde Gil, Bertha Vega, Pedro Matus, hombres y mujeres, junto con todo aquel que necesitara una vivienda, fundaron colonias y por ello fueron perseguidos, gobernador tras gobernador buscaron desaparecerlos y con ello acabar con este movimiento.

El discurso y principios de mi padre en 1972, y ahora sigue siendo el mismo: luchar por los derechos de los trabajadores y mejorar las condiciones de vida de las y los chihuahuenses que más lo necesitan. Después de 50 años, la consigna es la misma, con el CDP y en la 4T.

Por: Lilia Aguilar Gil

En 1972 la fundación del Comité de Defensa Popular (CDP) se fundaba buscando que los obreros, campesinos, mujeres jefas de familia, maestros y cientos de trabajadores tuvieran acceso a una vivienda digna, a la educación y a un trabajo que compensara el esfuerzo que todos los días realizaban, pero que de ninguna forma se veía retribuido de forma justa. Hoy, después de 50 años, aquella lucha la continuamos otras y otros, reconociendo la lucha de los fundadores del CDP.

Tomando los principios de luchadores sociales como Francisco Villa, Emiliano Zapata, los hermanos Flores Magón, Génaro Vázquez, Lucio Cabañas, Pablo Gómez, Diego Lucero y Avelina Gallegos, el CDP englobó a organizaciones políticas y sociales como: el Movimiento Sindical Ferrocarrilero de la sección 5 del STFRM, la Sección Octava del SNTE, el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad, el Sindicato de Aceros de Chihuahua, la Sección 25 del STERM, el Frente Auténtico del Trabajo, el Movimiento Revolucionario del Magisterio y el Consejo Estudiantil de Lucha, todas buscando dar solución a las carencias de los sectores más pobres de todo el estado.

Huelgas, represión a las protestas, injusticias sociales, condiciones laborales insostenibles y derechos reconocidos en la Constitución a través de la Reforma Agraria que nunca llegaron fueron la semilla que originó el CDP, un movimiento, un órgano que “defendiera” al pueblo, que hiciera frente a las injusticias que el gobierno estatal y demás autoridades mantenían a los chihuahuenses. La unidad fue entonces la respuesta, y lo sigue siendo ahora.

Este movimiento se extiende rápidamente a otras ciudades, Ciudad Juárez, Meoqui, Delicias, Camargo, Jiménez, Parral, Guadalupe, Cuauhtémoc, Nuevo Casas Grandes, Madera, Guadalupe y Calvo, entre otros municipios que se unieron replicando las acciones que el CDP realizaba en Chihuahua.

La invasión de terrenos, con la única intención de proporcionar vivienda a quienes más la necesitaban, terminó fundando más de 200 colonias tan sólo en Chihuahua. Lo que parecía una acción espontánea, se convirtió en una forma de organización y cooperación que dio no sólo vivienda a miles de familias chihuahuenses, sino servicios básicos y educación, pues se conformaron escuelas, las cuales eran mantenidas por los mismos colonos.

En la capital, Chihuahua, el CDP fundó colonias como: 17 de Junio, 2 de Octubre, CDP, Cumbres del Sur, Cerro de la Cruz, Chulavista, Deportistas, Diego Lucero, División del Norte, Genaro Vázquez, Lázaro Cárdenas, Lealtad, entre otras.

Líderes como mi señor padre, Rubén Aguilar, Jesús Manuel Leyva, el profesor Gamboa, Adán Sigala, el profesor Liborio Arellanes, profesores como mi madre, Matilde Gil, Bertha Vega, Pedro Matus, hombres y mujeres, junto con todo aquel que necesitara una vivienda, fundaron colonias y por ello fueron perseguidos, gobernador tras gobernador buscaron desaparecerlos y con ello acabar con este movimiento.

El discurso y principios de mi padre en 1972, y ahora sigue siendo el mismo: luchar por los derechos de los trabajadores y mejorar las condiciones de vida de las y los chihuahuenses que más lo necesitan. Después de 50 años, la consigna es la misma, con el CDP y en la 4T.