/ lunes 11 de marzo de 2024

¡Qué vergüenza!…las paredes de Palacio 

Durante las conmemoraciones del 8M en Chihuahua quedó otra vez demostrado que importan mucho…mucho más las paredes del Palacio que la violencia en contra de las mujeres. Importa más un amanecer del 9 con las piedras limpias, como si nada hubiera ocurrido el día anterior. Al final, el mensaje es claro: en esta entidad pueden abusar, violentar y asesinar a niñas y mujeres impunemente, ¡aaah pero que nadie se meta con las paredes!, ahí van 40 millones de pesos para resguardarlas.

La barrera metálica que mando a poner la gobernadora no pudo ser más simbólica, porque es tan clara la distancia entre su gobierno y las chihuahuenses, esa barrera que denota el valor auténtico que le da a este fenómeno que todos los años arrebata la vida a las mujeres, y que quedó claramente demostrado: cero.

El trabajo en cuanto a la igualdad sustantiva de las mujeres desde el gobierno debe ser una estrategia transversal, con distintas aristas. Abarca desde la prevención (y aquí me refiero a educar y reeducar a niñas, niños y adolescentes con perspectiva de género) pasando por la capacitación de las autoridades, hasta una procuración de justicia eficiente. Y en todo esto hubieran ayudado 40 millones de pesos, que muy seguramente se multiplicarían pues esos recursos invertidos darían resultados a corto, mediano y largo plazo. Pero tal parece que el gobierno panista confundió el objetivo de la prevención y blindó sus edificios, ¿y las mujeres y niñas? “Aaah, esas…no importan”.

No importa que en dos años y medio de gestión se hayan asesinado a 525 mujeres en Chihuahua, incluyendo 107 feminicidios, de acuerdo con datos de la Fiscalía estatal y de la Secretaría de Seguridad Pública, todos ellos en completa impunidad. No importa tampoco que Chihuahua sea el estado número uno en llamadas de auxilio para denunciar actos de abuso y violencia en contra de las mujeres.

Más que indignar, este tipo de actos preocupan, porque solamente reflejan el este gobierno estatal y conservador de derecha, sigue sin entender la lucha que las mujeres hemos venido dando desde hace décadas. Preocupa que un gobierno de un estado que es icónico por casos como el vergonzantemente famoso de las muertas de Juárez, que marcó un precedente en el mundo respecto a la violencia y el feminicidio, siga errando en la estrategia, bueno, es más, que no tenga estrategia.

El gobierno de Chihuahua sigue cometiendo el error de “felicitar” a las mujeres en el 8M, no ubica lo que significa la conmemoración, lo que significa la visibilización de este fenómeno social que arrebata las vidas de miles de mujeres al año en este país. Que este día, las mujeres obligamos a vernos a quienes todos los días cierran los ojos y prefieren ignorarnos, a quienes ante un feminicidio dicen y piensan: “algo habrá hecho para que la mataran”, a quienes ante la violencia familiar dicen: “arregle las diferencias con su esposo en la casa”, a quienes dicen: “pero por qué son así, porque tienen que pintar las paredes, que se manifiesten con decencia”. A todas y todos aquellos a quienes les incomoda más una manifestación “desordenada” que una mujer violentada, como a la gobernadora, justo como a ella.

Que siga gastando 827 millones 899 mil 390 pesos en publicidad, tratando de convencer a las y los chihuahuenses que su gobierno va bien, igual en día, ¡un día!, esa idea se cae.


Durante las conmemoraciones del 8M en Chihuahua quedó otra vez demostrado que importan mucho…mucho más las paredes del Palacio que la violencia en contra de las mujeres. Importa más un amanecer del 9 con las piedras limpias, como si nada hubiera ocurrido el día anterior. Al final, el mensaje es claro: en esta entidad pueden abusar, violentar y asesinar a niñas y mujeres impunemente, ¡aaah pero que nadie se meta con las paredes!, ahí van 40 millones de pesos para resguardarlas.

La barrera metálica que mando a poner la gobernadora no pudo ser más simbólica, porque es tan clara la distancia entre su gobierno y las chihuahuenses, esa barrera que denota el valor auténtico que le da a este fenómeno que todos los años arrebata la vida a las mujeres, y que quedó claramente demostrado: cero.

El trabajo en cuanto a la igualdad sustantiva de las mujeres desde el gobierno debe ser una estrategia transversal, con distintas aristas. Abarca desde la prevención (y aquí me refiero a educar y reeducar a niñas, niños y adolescentes con perspectiva de género) pasando por la capacitación de las autoridades, hasta una procuración de justicia eficiente. Y en todo esto hubieran ayudado 40 millones de pesos, que muy seguramente se multiplicarían pues esos recursos invertidos darían resultados a corto, mediano y largo plazo. Pero tal parece que el gobierno panista confundió el objetivo de la prevención y blindó sus edificios, ¿y las mujeres y niñas? “Aaah, esas…no importan”.

No importa que en dos años y medio de gestión se hayan asesinado a 525 mujeres en Chihuahua, incluyendo 107 feminicidios, de acuerdo con datos de la Fiscalía estatal y de la Secretaría de Seguridad Pública, todos ellos en completa impunidad. No importa tampoco que Chihuahua sea el estado número uno en llamadas de auxilio para denunciar actos de abuso y violencia en contra de las mujeres.

Más que indignar, este tipo de actos preocupan, porque solamente reflejan el este gobierno estatal y conservador de derecha, sigue sin entender la lucha que las mujeres hemos venido dando desde hace décadas. Preocupa que un gobierno de un estado que es icónico por casos como el vergonzantemente famoso de las muertas de Juárez, que marcó un precedente en el mundo respecto a la violencia y el feminicidio, siga errando en la estrategia, bueno, es más, que no tenga estrategia.

El gobierno de Chihuahua sigue cometiendo el error de “felicitar” a las mujeres en el 8M, no ubica lo que significa la conmemoración, lo que significa la visibilización de este fenómeno social que arrebata las vidas de miles de mujeres al año en este país. Que este día, las mujeres obligamos a vernos a quienes todos los días cierran los ojos y prefieren ignorarnos, a quienes ante un feminicidio dicen y piensan: “algo habrá hecho para que la mataran”, a quienes ante la violencia familiar dicen: “arregle las diferencias con su esposo en la casa”, a quienes dicen: “pero por qué son así, porque tienen que pintar las paredes, que se manifiesten con decencia”. A todas y todos aquellos a quienes les incomoda más una manifestación “desordenada” que una mujer violentada, como a la gobernadora, justo como a ella.

Que siga gastando 827 millones 899 mil 390 pesos en publicidad, tratando de convencer a las y los chihuahuenses que su gobierno va bien, igual en día, ¡un día!, esa idea se cae.