/ martes 12 de diciembre de 2023

A reflexionar | El deber de cumplir

“El lenguaje sirve para ahorrar el pensamiento, se habla cuando no se quiere pensar.” Miguel de Unamuno


Todo político en campaña expresa mendacidades, y es conducido al cieno de la desvergüenza, que produce incertidumbre, temor, dependencia, desconfianza y lo más grave, divide a la sociedad. Precisamente, eso es lo que promueven los regímenes dictatoriales para vencer la voluntad ciudadana. Le es indispensable a las dictaduras, que todo lo que expresa, se convierta en verdad autoritaria. Deturpar, promover el odio a los ciudadanos que no aceptan sus falacias, descalificar, asfixiar las conciencias con el hartazgo de hablar, y hablar con público acarreado y obligado a llenar locales para proferir letanías, que no son otra cosa que arrojarse confeti y presumir el uso del erario para las obras que a mata caballo desde los inicios de su dictadura las presentó como la quinta maravilla del universo. Cada dictador esgrime con su lenguaje que los funcionarios de los poderes de la unión y las instituciones autónomas, son enemigos del pueblo, por lo que deben ajustarse al mandato del verdadero enemigo de la democracia y del pueblo. Acapulco, fue una muestra objetiva del desprecio que siente por las víctimas del terrible meteoro que golpeó 235 000 viviendas humildes que lo perdieron todo.

Al protestar cumplir y hacer cumplir, se compromete al deber de gobernar con apego a la Constitución y las leyes que de ella emanen ¿el führer tabasqueño, cumple con su deber? Claro que no, la historia nos presentó muchos ejemplos en que, los regímenes autoritarios fueron eliminados por los pueblos que ya no pudieron soportar. No se puede engañar a todos en todos los tiempos. El ciudadano tiene la obligación indiscutible de conocer y comprender el régimen democrático, el respeto a las leyes electorales y la forma en que la Constitución sanciona a los funcionarios que violan sus preceptos. Valiosos son los niños, los jóvenes y las personas discapacitadas, sin embargo, la dictadura prometió (ja, ja, ja), construir universidades y atender a los niños hijos de mujeres trabajadoras. Ni universidades, ni escuelas, ni guarderías, ni atención a la salud, ni nada. Empero el pueblo sabe bien como se atiende a los enfermos, en el IMSS, el ISSSTE y otras instituciones, las funerarias, en bonanza. Sin embargo, tendremos un tren ubicado en una zona a la que se le destruyó su sistema ecológico. ¿Quién lo va a utilizar? Beneficios al pueblo: cero. No ganarán en el proceso electoral de 2024, porque demuestran los lacayos de la dictadura que tienen miedo, porque el principal opositor de tal régimen es el mismo mesiánico: “Le etat e moe” Luis XIV.


“El lenguaje sirve para ahorrar el pensamiento, se habla cuando no se quiere pensar.” Miguel de Unamuno


Todo político en campaña expresa mendacidades, y es conducido al cieno de la desvergüenza, que produce incertidumbre, temor, dependencia, desconfianza y lo más grave, divide a la sociedad. Precisamente, eso es lo que promueven los regímenes dictatoriales para vencer la voluntad ciudadana. Le es indispensable a las dictaduras, que todo lo que expresa, se convierta en verdad autoritaria. Deturpar, promover el odio a los ciudadanos que no aceptan sus falacias, descalificar, asfixiar las conciencias con el hartazgo de hablar, y hablar con público acarreado y obligado a llenar locales para proferir letanías, que no son otra cosa que arrojarse confeti y presumir el uso del erario para las obras que a mata caballo desde los inicios de su dictadura las presentó como la quinta maravilla del universo. Cada dictador esgrime con su lenguaje que los funcionarios de los poderes de la unión y las instituciones autónomas, son enemigos del pueblo, por lo que deben ajustarse al mandato del verdadero enemigo de la democracia y del pueblo. Acapulco, fue una muestra objetiva del desprecio que siente por las víctimas del terrible meteoro que golpeó 235 000 viviendas humildes que lo perdieron todo.

Al protestar cumplir y hacer cumplir, se compromete al deber de gobernar con apego a la Constitución y las leyes que de ella emanen ¿el führer tabasqueño, cumple con su deber? Claro que no, la historia nos presentó muchos ejemplos en que, los regímenes autoritarios fueron eliminados por los pueblos que ya no pudieron soportar. No se puede engañar a todos en todos los tiempos. El ciudadano tiene la obligación indiscutible de conocer y comprender el régimen democrático, el respeto a las leyes electorales y la forma en que la Constitución sanciona a los funcionarios que violan sus preceptos. Valiosos son los niños, los jóvenes y las personas discapacitadas, sin embargo, la dictadura prometió (ja, ja, ja), construir universidades y atender a los niños hijos de mujeres trabajadoras. Ni universidades, ni escuelas, ni guarderías, ni atención a la salud, ni nada. Empero el pueblo sabe bien como se atiende a los enfermos, en el IMSS, el ISSSTE y otras instituciones, las funerarias, en bonanza. Sin embargo, tendremos un tren ubicado en una zona a la que se le destruyó su sistema ecológico. ¿Quién lo va a utilizar? Beneficios al pueblo: cero. No ganarán en el proceso electoral de 2024, porque demuestran los lacayos de la dictadura que tienen miedo, porque el principal opositor de tal régimen es el mismo mesiánico: “Le etat e moe” Luis XIV.