/ martes 19 de marzo de 2024

A reflexionar | Juárez, el inconmensurable

“México se ha salvado por un principio y por un hombre, el principio: la república, el hombre: Benito Juárez.” Víctor Hugo

Existen en todo el orbe hombres ansiosos de poder, riquezas y de culto a su personalidad. Se atreven a desfigurar la historia para fijar su nombre en su época con estatuas, monumentos, placas y otras ocurrencias que ofenden a los habitantes de sus naciones. Nuestra amada patria desde sus lejanos orígenes, se transforma día a día. La sociedad en su conjunto, a través del desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción, ha participado objetivamente en la transformación de la nación mexicana. La puntada electorera del dictador de las transformaciones, es ilógica y antidialéctica. La Reforma Liberal en México fue un proceso que tuvo antecedentes en la misma España, cuando el rey absoluto Carlos III decretó la expulsión de los jesuitas de los territorios del Imperio Español. Fincas rústicas y urbanas, control de la economía, dominio del crédito, vamos eran un estado, dentro de otro estado, estos y otros rubros eran fuentes de riqueza para la citada orden religiosa. Más adelante, los ejércitos de Napoleón invadieron España y derrocaron al monarca español Carlos IV, quien a su vez abdicó a favor de su hijo Fernando VII y éste a su vez, cedió el trono a José Bonaparte, en el Tratado de Bayona. El pueblo español y sus organizaciones liberales organizaron “juntas” de gobierno para defender al Imperio. En 1812 las Cortes de Cádiz proclamaron la constitución que contenía reformas liberales que medio siglo más tarde serían la bandera que enarboló la pléyade de distinguidos liberales, encabezados por el indio zapoteca, Benito Pablo Juárez García. La separación de la Iglesia y el Estado, introdujo en la Reforma Liberal el carácter laico del gobierno de México. “No actos estatales de la iglesia, no actos eclesiásticos del Estado.” Cabe aclarar que las Leyes de Reforma en ningún texto atacó el dogma estrictamente religioso, Juárez, era un devoto católico. La Guerra de Reforma (de tres años), fue una muestra de patriotismo de los liberales, los conservadores con recursos del clero sostuvo el prolongado conflicto. La derrota de los traidores conservadores, los llevó a Europa a buscar, apoyo extranjero, militares y recursos, para exterminar a los liberales. Días negros vivió nuestra patria, con la invasión francesa. Sus ejércitos asesinaron a más de 70 000 mexicanos. Ante la actitud patriótica del presidente Juárez, y la participación de valerosos oficiales liberales, en Querétaro fueron sitiadas las tropas invasoras y sus aliados, los traidores conservadores. El Cerro de las Campanas, quedó como monumento al valor y a la entereza de nuestro pueblo. La herencia de Benito Juárez y la generación de la Reforma, fue el sentar las bases jurídicas del Estado Mexicano. Hoy en día, la dictadura pretende destruir el orden constitucional y someter a la nación al autoritarismo conservador.


“México se ha salvado por un principio y por un hombre, el principio: la república, el hombre: Benito Juárez.” Víctor Hugo

Existen en todo el orbe hombres ansiosos de poder, riquezas y de culto a su personalidad. Se atreven a desfigurar la historia para fijar su nombre en su época con estatuas, monumentos, placas y otras ocurrencias que ofenden a los habitantes de sus naciones. Nuestra amada patria desde sus lejanos orígenes, se transforma día a día. La sociedad en su conjunto, a través del desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción, ha participado objetivamente en la transformación de la nación mexicana. La puntada electorera del dictador de las transformaciones, es ilógica y antidialéctica. La Reforma Liberal en México fue un proceso que tuvo antecedentes en la misma España, cuando el rey absoluto Carlos III decretó la expulsión de los jesuitas de los territorios del Imperio Español. Fincas rústicas y urbanas, control de la economía, dominio del crédito, vamos eran un estado, dentro de otro estado, estos y otros rubros eran fuentes de riqueza para la citada orden religiosa. Más adelante, los ejércitos de Napoleón invadieron España y derrocaron al monarca español Carlos IV, quien a su vez abdicó a favor de su hijo Fernando VII y éste a su vez, cedió el trono a José Bonaparte, en el Tratado de Bayona. El pueblo español y sus organizaciones liberales organizaron “juntas” de gobierno para defender al Imperio. En 1812 las Cortes de Cádiz proclamaron la constitución que contenía reformas liberales que medio siglo más tarde serían la bandera que enarboló la pléyade de distinguidos liberales, encabezados por el indio zapoteca, Benito Pablo Juárez García. La separación de la Iglesia y el Estado, introdujo en la Reforma Liberal el carácter laico del gobierno de México. “No actos estatales de la iglesia, no actos eclesiásticos del Estado.” Cabe aclarar que las Leyes de Reforma en ningún texto atacó el dogma estrictamente religioso, Juárez, era un devoto católico. La Guerra de Reforma (de tres años), fue una muestra de patriotismo de los liberales, los conservadores con recursos del clero sostuvo el prolongado conflicto. La derrota de los traidores conservadores, los llevó a Europa a buscar, apoyo extranjero, militares y recursos, para exterminar a los liberales. Días negros vivió nuestra patria, con la invasión francesa. Sus ejércitos asesinaron a más de 70 000 mexicanos. Ante la actitud patriótica del presidente Juárez, y la participación de valerosos oficiales liberales, en Querétaro fueron sitiadas las tropas invasoras y sus aliados, los traidores conservadores. El Cerro de las Campanas, quedó como monumento al valor y a la entereza de nuestro pueblo. La herencia de Benito Juárez y la generación de la Reforma, fue el sentar las bases jurídicas del Estado Mexicano. Hoy en día, la dictadura pretende destruir el orden constitucional y someter a la nación al autoritarismo conservador.